Ante los trascendidos de una eventual posibilidad de integración futura entre Avianca y SKY en la región, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) señala que la consolidación de la industria aérea seguirá en curso en los siguientes años. Lo anterior, por ser una consecuencia directa del COVID-19 que obliga a las empresas a buscar distintos mecanismos de fortalecer los negocios, mientras que por otro lado, por ser una continuación de los procesos encaminados previamente.
“La aviación sigue evolucionando, está cambiando”, señala Peter Cerdá, vicepresidente Regional de las Américas de IATA. Si bien el directivo no menciona la situación o situaciones particulares de compañías aéreas, manifiesta que la tendencia de consolidación sigue su curso normal. “Es una tendencia no sólo regionalmente, sino globalmente”.
Si bien desde la Asociación que representa a las 290 líneas aéreas responsables del 82% del tráfico mundial de pasajeros no precisan los mecanismos en que se pueden dar esta consolidación, el proceso en su conjunto podría diferir de años anteriores. Esto se explicaría principalmente por ser una fase que ya viene en desarrollo y hace que a la fecha existan menos operadores en comparación con otras épocas, y por el tipo de integración.
En la industria aérea, existen diferentes niveles de integración. El más básico y sencillo son los acuerdos interlineales, seguido de los códigos compartidos y las alianzas bilaterales o multilaterales. Los niveles más altos de integración están representados por los acuerdos de negocios conjuntos (JBA, por sus siglas en inglés) y las fusiones.
A diferencia de periodos anteriores, la aviación está descubriendo los beneficios de disponer de JBA en lugar de recurrir a una fusión, proceso que domina la consolidación de la industria en las últimas dos décadas. Si bien no se descarta que estas continúen serán en un menor grado que años anteriores dando predominancia a los JBA.
Un JBA es la unión entre dos o más empresas con el fin de realizar operaciones complementarias, crear un nuevo negocio o realizar distintas acciones comunes. Se califican como contratos atípicos ya que están al margen de las fusiones o las adquisiciones por lo que es incorrecto referirse a estos procesos como compras o directamente como fusión. En un JBA, las empresas pueden tener participación en alguna contraparte, pero cada firma mantiene su independencia. A diferencia de las fusiones, los JBA son flexibles, modificables y temporales, incluso pueden ser focalizados según el mercado. Además, las empresas pueden disponer de uno o más JBA, según sus necesidades. Actualmente, casi el 80% de las compañías aéreas de todo el mundo tienen algún tipo de JBA ya sea de carácter bilateral como multilateral. De estos, el 30% de los vuelos de larga distancia funcionan con este esquema.
Desde la crisis del COVID-19, son pocas las fusiones conocidas en el mundo. En América Latina, por ejemplo, sólo se concretan con pequeños operadores como ocurre entre GOL y MAP Transportes Aéreos a través de una fusión por compra o la adquisición de la boliviana Amaszonas y de la venezolana Albatross por parte del Grupo Nella Airlines en Brasil. De confirmarse los trascendidos de prensa que sugieren una eventual fusión entre Avianca y SKY, sería otro proceso similar.
Los JBA continúan su implementación o desarrollo. Algunos ejemplos son los celebrados entre Delta – LATAM, Delta – WestJet, Malaysia Airlines – JAL, así como los que deberían venir en el futuro como entre Aeroméxico – LATAM, Avianca – Copa Airlines – United o Air France – KLM – Kenya Airways, entre otros. Algunos pueden estar pausados por la incertidumbre del contexto, pero se espera que se activen una vez que la coyuntura vaya evolucionando hacia un escenario de mayor normalidad.
Según IATA, cualquier mecanismo de consolidación en la industria aérea es beneficioso porque permite generar fortalezas para enfrentar las futuras amenazas y ciclos económicos adversos, además de propiciar respuestas por parte de la competencia generando toda una dinámica al sector y para los propios usuarios.
“Al final, va a ser bueno para los pasajeros porque va a ver más competitividad y más opciones comerciales porque esto obliga a la competencia a mejorar en los servicios y los precios”, puntualiza Cerdá.
Similar opinión expresa Roberto Alvo, CEO de LATAM Airlines Group, cuya compañía está participando en un proceso de consolidación del tipo JBA con su socia Delta. “Esta es la crisis por lejos más grande de la industria aérea. Pensar que no va a generar un potencial cambio en la estructura industrial es minimizar el impacto que ha tenido la pandemia”, dice al ser consultado por Aero-Naves en Boston durante la Asamblea General de IATA 2021.
Respecto al mecanismo de integración, el máximo ejecutivo de la principal línea aérea de Latinoamérica señala que desconoce por toda la incertidumbre asociada, pero si visualiza que habrá un impacto importante en los próximos años. “El impacto de esto es tan grande que en el caso del tamaño de algunos operadores los pone en una posición bastante vulnerable. Creo que habrá un cambio en todas las regiones del mundo”.
Fotografía portada – Simón Blaise