IATA advierte que alza en tarifas aeroportuarias y de navegación aérea amenazan la recuperación de los viajes

En el desafío de reactivación global, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) advierte que el incremento en las tarifas aeroportuarias como en los servicios de navegación aérea comprometen la recuperación de los viajes aéreos y podrían afectar la conectividad internacional. Según el gremio de las líneas aéreas el aumento de las tarifas ya alcanza a los US$2.300 millones y se podrían multiplicar por 10 si se aceptan propuestas presentadas por los aeropuertos o los proveedores de servicios de navegación aérea (ANSP, por sus siglas en inglés).

“Un aumento de US$2,3 mil millones en los cargos durante esta crisis es indignante. Todos queremos dejar atrás a COVID-19, pero poner la carga financiera de una crisis de proporciones apocalípticas sobre las espaldas de tus clientes, solo porque puedes, es una estrategia comercial que solo un monopolio podría soñar”, dice Willie Walsh, director general de IATA. “Como mínimo absoluto, la reducción de costos y no los aumentos de tarifas, debe ser una prioridad en la agenda de todos los aeropuertos y los ANSP”.

Como ejemplos de lo anterior, está el caso de los ANSP de 29 países que forman parte del Eurocontrol son de propiedad estatal y están buscando recuperar US$9,3 mil millones para cubrir los ingresos que no tuvieron en 2020 y 2021. IATA dice que esto lo quieren hacer cuando apenas se proyecta un aumento del 40% del tráfico aéreo para 2022.

Otros casos que IATA menciona guardan relación con el aeropuerto de Heathrow que presiona para incrementar sus tarifas aeroportuarias en más del 90%, el caso de Schiphol que busca hacer lo mismo en Ámsterdam con un 40% en los próximos tres años, ACSA en Sudáfrica que busca elevar los precios en un 38% en 2022 o los servicios de navegación aérea de Etiopía que este año elevará los cargos en un 35%. Una situación también preocupante ocurre en Canadá donde NavCanada realiza alzas en sus cobros de navegación aérea en un 30% cada cinco años.

“Esto debe detenerse si la industria quiere tener una oportunidad justa de recuperación. Es un comportamiento inaceptable beneficiarse de sus clientes durante los buenos tiempos y apegarse a ellos en los malos tiempos”, dice Walsh. “El transporte aéreo es fundamental para apoyar la recuperación económica después de la pandemia. No debemos comprometer la recuperación con la irresponsabilidad y la codicia de algunos de nuestros socios que no han abordado los costos ni han recurrido a sus accionistas en busca de apoyo”.

El alza en los costos de las tarifas aeroportuarias no sólo afectará las finanzas de las líneas aéreas también perjudicará a los clientes, es decir los pasajeros, quienes deben pagar estos aumentos con pasajes más caros. Para evitar que esta situación ocurra, IATA insta a los aeropuertos y ANSP a aplicar soluciones como medidas de control de costos sostenibles en el tiempo, solicitar ayudas a sus respectivos accionistas, recurrir al mercado de capitales o buscar apoyo y ayuda en los Gobiernos.

El director general de IATA expresa que las líneas aéreas están con una enorme carga en deudas que a fecha de hoy alcanza a más de US$650 mil millones. Este monto es resultado de los préstamos solicitados para sortear la crisis, ya sea a entidades públicas o privadas. Las ayudas gubernamentales son en su mayoría préstamos que deben pagarse. De los US$243 mil millones a disposición, US$81 mil millones son para pagar sueldos y otros US$110 mil millones para apoyar toda la operación.

Desde el Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI), rechazan las declaraciones de IATA. “Las afirmaciones hechas sobre la industria aeroportuaria están fuera de contexto y no reflejan los esfuerzos realizados por los aeropuertos para apoyar el ecosistema de la aviación durante la pandemia”, comenta Luis Felipe de Oliveira, director general de ACI. “Los aeropuertos también han experimentado un enorme estrés financiero y han tenido que hacer recortes para mantenerse a flote. En muchas regiones, los aeropuertos no recibieron el mismo nivel de apoyo en comparación con las compañías aéreas. Para mantener las instalaciones en funcionamiento y seguras para los vuelos de carga y humanitarios que operaron durante la pandemia, los aeropuertos incurrieron en grandes costos”.

ACI indica que a pesar de estos costos fijos que enfrentan, los aeropuertos han apoyado a las líneas aéreas durante la crisis con reducción de tarifas aeroportuarias, descuentos o políticas de incentivos para abordar la recuperación de la industria. Además, muchos operadores aeroportuarios aplazaron o renunciaron a ciertos cargos aeroportuarios en apoyo de sus clientes como las líneas aéreas.  

Para justificar lo anterior, dicen que los propios datos de IATA muestran que en el punto más profundo de la crisis, hubo una disminución en los cargos a los usuarios como parte de los costos de las aerolíneas. Un análisis de los cargos, que contienen tanto el control del tráfico aéreo como los cargos aeroportuarios, muestra que estos representan sólo aproximadamente el 5% de los elementos de costo de una línea aérea en 2020.

“En general, los aeropuertos también son negocios por derecho propio que han sufrido una gran tensión financiera durante la crisis de COVID-19 y la caída histórica del tráfico de pasajeros. De hecho, este puede ser un momento para reconsiderar la supervisión económica de las tasas aeroportuarias a algo que refleje más las condiciones del mercado, lo que permite que el riesgo se comparta entre las aerolíneas y los aeropuertos”, dice Oliveira.

Fotografía portada - Aeropuerto Tocumén

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