En una nueva actualización del programa de “Fronteras Protegidas”, el Gobierno de Chile informa que a partir del 1º de noviembre de 2021, todos los viajeros completamente vacunados que cuenten con su “Pase de Movilidad” habilitado podrán sortear la cuarentena obligatoria de cinco días que rige a la fecha, tras obtener el resultado PCR que se toma al llegar a territorio chileno. La medida marca un paso fundamental para comenzar la reactivación de la demanda de viajes internacional y llega tras las numerosas críticas que recibe la administración de Sebastián Piñera por dejar a Chile como el país más restrictivo de la región.
Desde noviembre, los chilenos y extranjeros residentes que ingresan a Chile con “Pase de Movilidad” pueden completar su declaración jurada con 48 horas previas al embarque del último vuelo al país. Una vez en territorio chileno, se deben someter al control sanitario para la revisión de la documentación y la realización de una prueba PCR. Los extranjeros no residentes deben homologar su certificado de vacunación en el sitio web habilitado para luego obtener su “Pase de Movilidad”, además de contar con un PCR negativo realizado con 72 horas de anticipación a la hora de llegada a Chile y contratar un seguro médico con una cobertura por US$30.000. En territorio deben ser sometidos a un test adicional.
Ambos casos sólo cuando reciban el resultado del examen podrán finalizar su cuarentena. En términos sencillos, el confinamiento obligatorio podría reducirse a máximo un día o dos, periodo que puede ser utilizado por la persona para acomodarse en el lugar de alojamiento y descansar. Si bien la situación no es lo ideal, representa un avance importante respecto al escenario actual.
Una vez finalizada la cuarentena, todas las personas que ingresen a Chile deben realizar un reporte de su estado de salud y ubicación durante un periodo de 10 días. Además, deben estar dispuestos a ser sometidos a fiscalizaciones, testeos y visitas por parte de la autoridad sanitaria, bajo el marco de búsqueda activa de casos positivos a COVID-19. De acuerdo con Paula Daza, subsecretaria de Salud Pública, estas medidas “se mantendrán y se fortalecerán durante los próximos meses”, reafirmando la política de estricto control que intenta colocar la administración Piñera sobre la población.
Otros de los cambios informados es la autorización para que menores de 6 años puedan salir de Chile sin tener su respectivo “Pase de Movilidad”. Sin embargo, al regreso obligan a su entorno a estar confinados por siete días independiente si el resto de sus integrantes del grupo mayores de esa edad estén completamente vacunados y sanos.
Si bien los cambios son importantes, todavía existe falta de precisión en los anuncios que generan confusión y desinformación entre los viajeros. Precisamente, las propias declaraciones de Daza generan enredos que reflejan la constante improvisación del gobierno chileno en la materia.
“Las personas que no cuenten con su pase de movilidad, independientemente de la edad, nacionalidad o residencia, deberán realizar siete días de cuarentena en conjunto con sus cohabitantes en el lugar donde cumplen el aislamiento”, dice la subsecretaria de Salud Pública. Sus declaraciones se contraponen por sus propios anuncios, al afirmar que para los extranjeros la única manera de ingresar al país es con el trámite de homologación de vacunas aprobado.
Otros aspectos pendientes de revisión guardan relación la utilización de otros métodos de detección del COVID-19 como el uso de las pruebas de antígeno, más rápidas y económicas que no minan la capacidad económica de la gente. Otro punto pendiente es la situación de los vuelos de conexión internacional-doméstico de manera inmediata, los que a fecha de hoy, no se pueden realizar y obligan al viajero a realizar cuarentena, discriminando directamente a las personas en regiones o localidades ubicadas a más de cinco horas de viaje terrestre desde el punto de ingreso. También falta habilitar otros aeropuertos como puntos de ingreso y una mayor agilidad en el proceso de homologación de vacunas que puede demorar hasta 20 días aproximadamente más otras 24 horas en figurar en el sistema.
Según cifras del Gobierno de Chile, desde el 23 de noviembre de 2020 al 30 de septiembre de 2021, solamente un 0,7% de pasajeros ha dado positivo para COVID-19 lo que reafirma que la aviación no es un mecanismo de contagio. En ese periodo, más de 233.000 pasajeros han sido testeados, dando como tasa de positividad cercana al 0,5%.
En la Asamblea General de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), celebrada entre el 03 y 05 de octubre en Boston, la situación de Chile es vista con mucha preocupación por ser país de la región con la mayor cantidad de restricciones que no se entienden considerando la alta tasa de vacunación que alcanza el 91%. El principal inconveniente es el uso de las cuarentenas para personas sanas y que cuenten con su proceso de vacunación contra el COVID-19.
“Cualquier país que tenga una cuarentena, está comunicando que el país está cerrado. Los pasajeros no van a viajar a un país que tiene cuarentena para estar en un hotel por cinco días. Es algo que hemos estado pidiendo al gobierno chileno: cumplir con las recomendaciones y mejores prácticas de la Organización Mundial de la Salud (OMS)”, señala Peter Cerdá, vicepresidente de IATA para las Américas.
Desde hace tiempo, IATA viene solicitando al Gobierno de Chile cumplir con las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) para la reanudación de los viajes. Hasta la fecha, Chile todavía se mantiene distante de esa realidad.
“Entendemos que hay preocupación, pero la ciencia demuestra otra cosa. El transporte aéreo no es el vector del COVID-19. Tenemos protocolos que se están cumpliendo y no hay ninguna industria que haya implementado medidas más estrictas que la aviación. Hay PCR, hay antígeno, hay vacunas. Por eso, pedimos al gobierno chileno que elimine las cuarentenas si quiere recuperar la confianza de los pasajeros para viajar”, agrega el vicepresidente para las América de IATA.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano