Después de recibir la autorización del Departamento de Estado de los Estados Unidos, Alemania firma con Boeing y la Marina de ese país para adquirir cinco P-8A Poseidon. Las aeronaves están destinadas a reemplazar a los antiguos Lockheed P-3 Orion tras una fallida modernización.
Según informa Boeing, las primeras entregas están previstas a partir de 2024. De esta manera, Alemania puede comenzar a retirar sus antiguos equipos de patrullaje marítimo a medida que los P-8A se incorporen a la flota. El fabricante estadounidense menciona el reemplazo, pero evita indicar una confirmación. Cada P-8A está avaluado en aproximadamente US$1,77 mil millones a precio de lista.
“Nos complace haber finalizado esta venta a Alemania y expandir nuestra presencia en el país al llevar el P-8A y sus capacidades únicas de múltiples misiones a la Armada alemana”, señala Michael Hostetter, vicepresidente de Boeing Defence, Space & Seguridad para el país europeo.
La incorporación del P-8A Poseidon está ligada a la relación de empresas alemanas con Boeing. A través de estas, el fabricante estadounidense proporcionará soluciones de soporte, capacitación y mantenimiento para satisfacer los requerimientos técnicos y operativos que cumplan los aviones en la Armada alemana.
Para tal propósito, el 17 de junio Boeing firma acuerdos con ESG Elektroniksystem-und Logistik-GmbH y Lufthansa Technik para colaborar en la integración de sistemas, formación y trabajo de mantenimiento. Al confirmar la firma de la compra de las aeronaves, el fabricante también transparenta que las empresas alemanas que suministran piezas para el P-8A son Aircraft Philipp Group GmbH, Aljo Aluminium-Bau Jonuscheit GmbH y Nord-Micro GmbH.
“Con acuerdos estratégicos y asociaciones industriales ya establecidos, estamos listos para ofrecer un paquete de sostenimiento sólido para la flota P-8A de la Armada alemana", agrega el Dr. Michael Haidinger, presidente de Boeing Alemania, Europa central y oriental, Benelux y los países nórdicos.
Alemania se convierte oficialmente en el octavo país en adquirir el P-8A después de los Estados Unidos, Australia, India, Reino Unido, Noruega, Corea del Sur y Nueva Zelanda. Cada avión está avaluado en aproximadamente US$1,77 mil millones a precio de lista. Sin embargo, en el anuncio no se indica el valor final de la operación.
Con el P-8A Poseidon en su flota, Alemania cierra un ciclo y se prepara ampliar su capacidad de vigilancia en sus aguas como de apoyo a sus aliados. Uno de los aportes más significativos es proporcionar capacidades críticas a las operaciones marítimas de la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) y enfrentar también las nuevas amenazas a la seguridad.
“El P-8 garantizará la capacidad de la Armada alemana para realizar misiones de vigilancia marítima de largo alcance y desempeñará un papel fundamental en la región al aprovechar la infraestructura existente en Europa y la interoperabilidad total con los activos más avanzados de la OTAN”, señala Hostetter.
Según reportes de prensa, parte del equipamiento del P-8A alemán incluye nueve sistemas de radio tácticos MIDS JTRS 5 y doce de navegación LN-251. Se agregan además, sistemas electroópticos MX-20HD, equipos acústicos AN/AAQ-2 (V) I, radar AN / APY-10 y medidas de soporte electrónico ALQ-240, junto con sensores de advertencia de misiles NexGen y de contra-medidas AN/ALE-47, entre otros equipamientos.
De acuerdo con Boeing, el P-8A proporcionará una ventaja significativa en la guerra antisubmarina, guerra en superficie, misiones de vigilancia y reconocimiento. También se agrega un aporte importante en materia civil, especialmente en lo que respecta a trabajos de búsqueda y rescate.
Para muchos, la compra de los cinco P-8A es la “sentencia de muerte” de la eventual modernización de los P-3. Inicialmente, el país europeo considera extender nuevamente la vida útil de estos equipos mediante un proyecto conjunto con Airbus, pero la acción es vista como algo “insostenible económicamente”. La razón está en la antigüedad de la cédula de la aeronave que data de la década de 1950, a pesar de las sucesivas modernizaciones. Con el P-8A, Alemania estaría asegurando material de vigilancia aérea por los próximos 30 años.
La compra del P-8A por parte de Alemania destaca porque evidencia que el producto de Boeing puede ser un sustituto inmediato de los antiguos P-3 Orion que varios países todavía operan, permitiéndoles una ampliación importante de sus capacidades de vigilancia, por el alcance, autonomía y equipamiento que dispone. Dado que está basado en el B737-800, el P-8A es compatible para una transición rápida de muchas Fuerzas Armadas que utilizan material B737 lo que en la práctica representa un ahorro importante en el tiempo, especialmente si se consideran las prestaciones superiores a las que se accede.
Fotografía portada - Boeing