Dando inicio a la primera renovación de la flota principal de corto-medio alcance, Air France recibe su primer Airbus A220-300 de un total 60 ejemplares encargados. La incorporación complementa la llegada de aeronaves de última generación, proceso iniciado con los A350-900, y busca dotar a la firma francesa de una flota de última generación para propiciar un desarrollo sostenible.
Con 60 aeronaves a incorporar hacia 2025, el A220-300 llega para reemplazar a los A318 y A319, respectivamente, que atienden rutas de corto y medio alcance en Europa y África del Norte. Sin embargo, no se descarta que también reemplacen algunos A320. Según información de Air France, este pedido considera un mix de 30 opciones y otros 30 derechos de compra, que en caso de ejercerlos, brinda a la compañía una capacidad de crecimiento importante en el futuro.
“Este nuevo avión, con un rendimiento energético incomparable, representa un activo importante para Air France”, comenta Benjamin Smith, CEO de Air France – KLM Group. “Hasta la fecha, la renovación de la flota es la principal fuente de reducción de emisiones de CO2, por eso seguimos invirtiendo en aviones de última generación”. El directivo también señala que como acciones paralelas están invirtiendo en el desarrollo de combustibles sostenibles de aviación y vuelos verdes. El objetivo de Air France es contribuir a la promoción de una industria aérea carbono neutral.
El A220-300 está configurado para 148 pasajeros en cabina flexible en una disposición 3-2. Los A318 y A319 poseen una configuración de 131 y 143 asientos, respectivamente. Por consiguiente, el A220 brinda un crecimiento en todo sentido para las rutas que operan ambas aeronaves. También proporciona una reducción de costo por asiento del 10% y consume un 20% menos de combustible en comparación con los equipos que reemplaza.
Según Air France, estas características aportarán un papel decisión en la acción medioambiental de la compañía. La meta para 2030 es una reducción de emisiones de CO2 por pasajero-kilómetro en un 50% en comparación con los niveles de 2005 o un 15% en términos absoluto. Para 2050, el compromiso autoimpuesto es llegar a ser una aerolínea con cero emisiones netas.
Para simbolizar una nueva era, el primer A220-300 lleva el nombre de “Le Bourget” en honor a la ciudad ubicada al norte de París que alberga el nacimiento de la aviación francesa y también mundial. La aeronave está decorada con la nueva imagen de la compañía que resalta la marca y el isotipo histórico del caballo de mar alado en la parte delantera del fuselaje y en los winglets.
Tras finalizar todos los procesos a la incorporación a la flota, el A220 tiene asignados sus primeros vuelos regulares a partir del 31 de octubre. Entre las primeras rutas a cubrir están aquellas que enlazan París (CDG) con Berlín, Barcelona, Madrid, Milán (LIN) y Venecia. Para el invierno del hemisferio Norte 2021-2022 se ampliarán las operaciones a Bolonia, Copenhague y Roma (FCO).
Actualmente, Air France cuenta con 18 A318 y 30 A319 por lo que los equipos a recibir permiten efectuar una completa renovación de esta flota. Los equipos restantes brindan oportunidades de crecimiento en rutas cortas o bien un reemplazo de algunos A320 como se menciona.
Aprovechando la presentación del A220, Smith indica que Air France – KLM Group debe determinar el reemplazo de los A320 y A321 de Air France y los Boeing 737-700/-800/-900ER de KLM y Transavia. Para tal propósito, considera un pedido de alrededor de 80 aeronaves con opciones por 60 ó 80 equipos más para lo cual se está en conversaciones con Airbus y Boeing, así como los proveedores de motores CFM International y Pratt & Whitney.
Siguiendo con el historial de las compañías aéreas, la lógica indica que tanto el fabricante estadounidense como el europeo debieran favorecerse con un pedido significativo para asegurar una rápida transición hacia aeronaves de última generación y mantener la homogeneidad de las flotas. De esta manera, los A320neo y A321neo son candidatos para la línea aérea francesa, mientras que los B737 MAX para la compañía holandesa y la división de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés).
En el mediano plazo, el holding franco-holandés también tiene que tomar una decisión para la renovación de la flota A330-200/-300 y los B777-200ER/-300ER que poseen. Actualmente, la flota de larga distancia está siendo equipada con A350-900 en el caso de Air France y B787-9/-10 en el caso de KLM. No obstante, puede existir la oportunidad para otros modelos como un eventual A330-900, A350-1000 o incluso B777-9. Los dos últimos modelos cobran interés para renovar los equipos de mayor capacidad y llenar el vacío dejado por la salida del A380.
Fotografía portada - Air France