El 22 de septiembre de 1946, Iberia da inicio a sus vuelos trasatlánticos. Apelando a los vínculos históricos, Latinoamérica es la región escogida para su expansión inicial y a la que atiende a lo largo de estos 75 años. Si bien las condiciones distan muchísimo de los logros alcanzados hasta antes de la crisis del COVID-19, para la compañía aérea española el compromiso con brindar conectividad continúa.
El objetivo de la red de Iberia es ser un puente de entre Europa y Latinoamérica a través de Madrid, su hub y principal puerta de entrada hacia el Viejo Continente. Una estrategia que la compañía defiende y logra mantener, aún cuando sus vecinos como Air France – KLM o TAP Portugal le imponen desafíos, además de los inmediatos propiciados por las restricciones políticas de los Gobiernos respecto a la situación del COVID-19. Independiente de los factores competitivos y políticos, el compromiso inicial se mantiene intacto: contactar a millones de personas.
El primer vuelo trasatlántico de Iberia se realiza en la ruta Madrid – Buenos Aires en un Douglas DC-4. Son parte de los primeros vuelos regulares entre Europa y América Latina. La ruta en esa época demanda 36 horas de viaje con cinco escalas, muy distinto a las casi 12 horas que toma el vuelo hoy sin escalas con los Airbus A350-900.
El tramo comienza en Madrid para seguir hasta Villa Cisneros (Marruecos). Desde ahí se inicia el cruce del Atlántico hasta Natal en Brasil para luego continuar hasta Montevideo y finalmente llegar a Buenos Aires. Afortunadamente, para Iberia el desarrollo de la aviación por esos años le permiten realizar los tramos con mayor duración en comparación con las aventuras expedicionarias de otras compañías como L’Aeropostale que después se transforma en Air France, por ejemplo.
La tripulación de la primera expedición la componen tres comandantes, un navegante, un radio y un mecánico. A bordo de esta ruta, Iberia ve nacer la figura de la tripulante cabina de pasajeros (TCP). Si bien el fin es siempre la seguridad, en esos tiempos su función está más orientada a atender a los pasajeros en vuelo. Un año más tarde de la ruta inaugural, se suman los primeros hombres al colectivo.
La línea tiene el número 1215 y opera con una regularidad de cada 10 días. Otra anécdota distinta de hasta los 14 o 21 vuelos semanales que Iberia llega a ofrecer en la ruta a la capital argentina antes de marzo de 2020. En 1948, la operación pasa a ser semanal. España es el primer país europeo que reestablece el tráfico aéreo ambos continentes después la Segunda Guerra Mundial.
El DC-4 dispone de 44 plazas en una clase única, pero sólo se utilizan 24 ya que tripulación tenía literas para su descanso. La configuración de la aeronave también ayuda a sortear las limitantes técnicas para los vuelos de más larga duración.
Pese a que el precio al cambio de la época es de US$659 (o 7.250 pesetas) y la ruta se reserva para quienes sólo pueden pagar esos precios, la compañía destaca que siempre logra conseguir una muy buena ocupación llegando al 90% en ambos sentidos al primer año de su lanzamiento.
Desde entonces, Iberia opera ininterrumpidamente con América Latina, su principal mercado, y ha demostrado su compromiso en los buenos momentos y en los no tan buenos, manteniendo siempre la conectividad. Prueba de ello, es el crecimiento en toda la región y la utilización de distintos aviones. Emblemáticos son los Lockheed L-1049 “Super Constellation”, el McDonnell Douglas DC-8, el DC-10-30, los Boeing 747-200 que después tan paso a los A340-300, luego al -600 y hoy, a los A350-900, entre otros.
Actualmente, la conectividad entre España y América Latina está atendida por equipos A330-200 para las rutas de menor demanda y con pasajeros más sensibles al precio, los A330-300 para tramos medios con mayor capacidad y los A350-900 para los vuelos de mayor alcance y demanda. Debido a las restricciones que impiden la reactivación de los niveles de tráfico, algunas en algunas rutas el material de vuelo varía, aunque el compromiso de la empresa es retomar los anteriores niveles de servicio.
Por lo anterior, el foco principal está hoy en garantizar la conectividad para atender las múltiples necesidades de viaje. Para la próxima temporada de invierno del hemisferio Norte 2021-2022, Iberia asegura que dispondrá de servicios aéreos a 17 destinos en 15 países de América Latina. Las estimaciones están en conseguir más de 200 vuelos semanales con la región.
Por tener fronteras abiertas, Colombia, México y República Dominica liderarán el crecimiento y la operación. En Colombia, se dispondrán 10 frecuencias semanales a Bogotá, además de tres vuelos a Cali, ruta que Iberia recupera a partir de diciembre y atenderá hasta marzo de 2022. En Ciudad de México se mantienen los dos vuelos diarios, mientras que en Santo Domingo se suman tres vuelos semanales más para llegar a las 13 frecuencias por semana.
Además, la compañía incrementa su capacidad con Centroamérica y Caribe. Específicamente, Panamá, Costa Rica, Guatemala y El Salvador contarán con un vuelo adicional a la semana cada uno. Las rutas desde Madrid a Ciudad de Panamá y San José de Costa Rica tienen asignadas seis frecuencias semanales, mientras que el tramo triangular Madrid – Ciudad de Guatemala – San Salvador – Madrid aumenta a cinco vuelos por semana. En Puerto Rico, la compañía pretende operar cuatro vuelos semanales.
Para el sur, Buenos Aires (EZE), Lima y Santiago de Chile mantienen un vuelo diario. En el caso de la capital argentina las operaciones están sujetas a la aprobación gubernamental, pero hay esperanzas que se materialicen en conformidad tras el anuncio de apertura de fronteras realizado por el gobierno de Alberto Fernández. En Santiago, si bien hay un vuelo diario la compañía mantiene una capacidad reducida al operar con A330-200 ciertos días en lugar de los equipos A350-900 debido a las restricciones de fronteras que impone la administración de Sebastián Piñera que están limitando la reactivación. La apertura de Uruguay también impulsa el aumento de vuelos llegando a seis frecuencias semanales.
Fotografía portada – Iberia