Reflejando la constante improvisación en la toma de decisiones, recién el 1º de septiembre -una vez vencido el periodo anterior-, el Gobierno de Chile informa una extensión de las restricciones de frontera hasta el 30 de septiembre. La prórroga, comunicada a la ciudadanía recién el día 02, contempla que las medidas pueden ser modificadas, apelando a la evolución que experimente el brote de COVID-19 en el territorio.
Para la industria aérea, las decisiones tomadas por la administración de Sebastián Piñera continúan siendo “una piedra de tope” para avanzar en la reactivación del país y no se entienden considerando el conocimiento que existente respecto al virus, los protocolos establecidos y el nivel de vacunación de la población en Chile. Según los últimos registros informados por el Ministerio de Salud, más del 85% de la población objetivo está completamente inoculada contra el COVID-19. Además, es uno de los pocos países en el mundo que está aplicando una “dosis de refuerzo” para incrementar la protección frente a la enfermedad.
“Llevamos 18 meses prácticamente con las fronteras cerradas, lo que no solo ha impactado significativamente en el empleo y la economía, sino que también en la posibilidad de conectar a las personas con sus seres queridos”, comenta José Ignacio Dougnac, presidente de la Asociación Chilena de Líneas Aéreas (ACHILA). “Teniendo en cuenta el significativo avance del plan de vacunación y la disminución de los contagios, creemos que ya es posible disminuir algunas restricciones en forma segura, permitiendo, por ejemplo, que los extranjeros vacunados puedan ingresar al país, que los menores puedan viajar junto a sus familias y la posibilidad de eliminar la obligación de hacer cuarentenas para las personas vacunadas, tal como lo recomienda la OMS”.
Apoyando a la industria, desde la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) señalan que mientras más tiempo duren las restricciones, más precaria será la situación de un sector que cumple una función esencial para el desarrollo socioeconómico del país. Pese a que en el gobierno hablan de una reactivación, en la aviación enfatizan que esta aún no está presente por las numerosas medidas que siguen colocándose, especialmente para viajes internacionales.
“La extensión del cierre fronteras, la cuarentena obligatoria de 7 días, además de la restricción de viaje para menores no vacunados, hace inviable estimular más el crecimiento e impiden generar una reactivación sostenida de la aviación en Chile. Estas medidas que sólo se implementan en nuestro país, además de la ausencia de una hoja de ruta por parte de las autoridades, sigue manteniendo un ambiente de incertidumbre para el sector, que no ha podido avanzar en su reactivación, dificulta la planificación y sigue condicionando la recuperación de la conectividad”, expresa Gabriela Peralta, gerente general de IATA en Chile.
Para las líneas aéreas el panorama no es alentador. Bajo la realidad actual, cualquier pronóstico coloca a Chile en un nivel inferior en comparación con otros países de la región que siguen ganando oportunidades a medida que políticamente deciden apostar por la apertura para impulsar una reactivación en directo beneficio de la población.
IATA expone que Chile alcanzará este año apenas un 50% promedio de la demanda observada en 2019. El impacto comienza a manifestarse no sólo en términos estadísticos, sino que también en operaciones aéreas, conectividad y especialmente en la pérdida de oportunidades, tal como se refleja con la decisión de otras compañías aéreas que prefieren reanudar operaciones en otros países antes que Chile.
Para Peralta, las estimaciones se atribuyen principalmente a las restricciones que el Gobierno de Chile ha mantenido a lo largo del año, no sólo en el mercado internacional, a pesar de contar con uno de los procesos de vacunación más eficientes de la región y del mundo. “Por lo tanto, la recuperación del sector aéreo es altamente dependiente del levantamiento de las restricciones impuestas por las autoridades”.
Según ACHILA, la actual administración política pone en riesgo otra temporada alta y retrasa los espacios para reactivar. Añaden que todavía no hay señales claras de parte de las autoridades para avanzar en soluciones, lo que confirma el escenario de constante improvisación percibido durante más de un año y medio.
“Ad portas del inicio de la temporada alta, aún no hay señales por parte del Gobierno respecto de una apertura real y definitiva; aspecto clave para la reactivación y sobrevivencia de la industria de turismo y miles de empleos”, dice Dougnac.
“Le hemos pedido varias veces al Gobierno que considere una hoja de ruta que establezca una mayor apertura del país, por lo menos para los vacunados, tal como ya han hecho otros países, como Uruguay y Canadá, ambos con una alta inoculación de sus habitantes, que siguiendo las mismas recomendaciones que ha hecho la Organización Mundial de la Salud (OMS), y en base a datos científicos que permiten la necesaria reactivación del sector de los viajes y el turismo, están abriendo”, enfatiza la gerente general de IATA en Chile.
Por las características del mercado aéreo chileno, la demanda interna no será suficiente y la próxima temporada de verano está en riesgo por segundo año consecutivo. “El turismo interno no basta para reactivar el sector, por eso es importante gestionar la llegada de turistas extranjeros y no sólo a Santiago, también a todas aquellas terminales habilitadas para ello. Se debe garantizar el derecho fundamental de libre circulación de las personas, sin medidas que excedan lo realmente necesario para preservar su seguridad”, agrega Peralta.
Considerando la gran cantidad de restricciones que impone la administración de Sebastián Piñera a la población, en IATA enfatizan que lo primero es terminar con las políticas de cierre de fronteras. “No tiene sentido que se mantengan cerradas a estas alturas, cuando tenemos una de las más altas tasas de vacunación en la región y en el mundo y buenas condiciones sanitarias que han permitido un progresivo desconfinamiento”, expresan.
Otras de las medidas que deben terminar son los hoteles sanitarios de tránsito y las cuarentenas para aquellos que presenten una prueba PCR negativa. También deben finalizar las restricciones que impiden viajar a menores no vacunados y las que prohíben realizar conexiones internacionales-nacionales de manera inmediata para devolver la conectividad a las regiones de Chile.
Fotografía portada – Simón Blaise