Acelerando la transición hacia aeronaves más eficientes, Air New Zealand anuncia que en los próximos cinco años pasará a contar con una flota en su línea principal conformada por dos familias de aviones: familia A320neo y Boeing 787-9. La actualización considera el retiro de todos los B777-300ER que actualmente posee como parte de un proceso de reducción de costos.
Afectada por los extensos confinamientos decretados por el gobierno neozelandés, la línea aérea busca avanzar de manera rápida hacia una operación más sostenible y económicamente viable para enfrentar el escenario post pandemia y los futuros ciclos económicos adversos. Dada la ausencia de una demanda suficiente por los cierres de fronteras del país, la compañía retira en 2020 todos los B777-200ER y ahora fija la salida de la serie -300ER de la flota.
El proceso de salida de su mayor aeronave será gradual. Comenzará a partir de 2024 cuando reciba dos B787-9 adicionales en 2024. De esta manera, podrá ir reemplazando los aviones intentando no comprometer la red de rutas de larga distancia pre-pandemia. Se esperan que para 2027 todos los B777-300ER sean retirados de la flota. De acuerdo con datos de la industria, la compañía neozelandesa posee siete B777-300ER y 14 B787-9.
Para la flota de fuselaje angosto y regional no hay cambios aunque si se advierte una capacidad menor. A fecha de hoy, Air New Zealand posee 20 A320 con una edad promedio de nueve años que está en proceso de renovación con la operación de cuatro A320neo y siete A321neo, a los cuales espera sumar otros dos y siete aviones adicionales, respectivamente, hacia 2025. Se espera que los restantes equipos sean reemplazados con modelos similares a través de nuevos acuerdos de compra o arriendo.
En la flota regional todavía no hay cambios, pero se espera que en los próximos años existan anuncios a este segmento. Hoy, la línea aérea posee 30 ATR 72 y 23 Bombardier Dash 8-300 los cuales en su mayoría están detenidos por las medidas de confinamiento y la drástica reducción de la demanda.
Para 2050, Air New Zealand considera ser una línea aérea cero emisiones netas lo que lleva a estudiar nuevas fuentes de carburantes y el uso de tecnologías más amigables con el medioambiente. En ese contexto, apoya el desarrollo de aeronaves eléctricas, híbridas y con propulsión a base de hidrógeno entre otras. A corto plazo, confía que los combustibles sostenibles de aviación (SAF) sean una realidad en Nueva Zelanda gracias a la cooperación con el Gobierno y otros entes privados.
Debido a las cuarentenas y cierres de fronteras, Air New Zealand todavía no está en condiciones de proyectar una capacidad inmediata para los próximos meses. La línea aérea declara que la situación sigue muy incierta que impide una planificación de la demanda. En ese sentido, señala que suspende toda proyección para 2022.
Fotografía portada – Air New Zealand