Después de más de un año de actividades suspendidas, la agrupación Spotters Chile junto a destacados influencers de las comunicaciones y de los viajes realizan el primer recorrido por la nueva terminal 2 (T2) del aeropuerto Arturo Merino Benítez de Santiago. A pocas semanas de su inauguración, alrededor de 40 personas visitan cada una de las nuevas dependencias del nuevo complejo aéreo construido por Nuevo Pudahuel con una inversión de más US$1.000 millones, la mayor realizada en la historia de las concesiones en Chile.
“Estamos muy contentos de volver a realizar actividades con Spotters Chile. Para nosotros, los spotters son un grupo muy importante dentro de la comunidad con la cual interactuamos”, dice Manuel Valencia, subgerente de comunicaciones de Nuevo Pudahuel.
Compartiendo el entusiasmo y la pasión por los aviones, resalta que la comunidad de spotters es fundamental para los aeropuertos, menciona la oportunidad exclusiva que tiene la comunidad de realizar una completa visita antes que se inicien las pruebas operacionales, de verificación y habilitación de los procesos (conocidas como ORATs, por sus siglas en inglés). “Estamos felices de mostrar la terminal 2, sabemos que muchos estaban muy contentos con conocerla. Es un aeropuerto que a todos nos llena de orgullo y es una tremenda puerta de entrada para Chile. Queremos saber como los spotters aprecian este aeropuerto dada su experiencia y conocimiento porque esta terminal vamos a tener que construirla entre todos”.
Pese al escenario altamente desafiante que existe en el país por la tardía apertura de las fronteras y la lenta reactivación del transporte aéreo, Valencia señala que la puesta en marcha será muy gradual. “La experiencia y el aprendizaje de todos los grupos de la comunidad serán claves”.
En relación con las futuras actividades con Spotters Chile, el subgerente de comunicaciones de Nuevo Pudahuel dice que en lo inmediato no habrá nuevas visitas por la fase de pruebas en las que entra el aeropuerto antes de su inauguración. Sin embargo, a futuro y en la medida que la situación lo permita, la idea es poder realizar visitas guiadas constantes al aeropuerto para que todos conozcan como es por dentro una terminal aérea.
“Muchos aeropuertos en el mundo hacen este tipo de actividades. Además, dado que ahora estamos en Fase 3 queremos hacer un “súper Spotter Day” para volver a reencontrarnos y compartir la pasión por los aviones. Ya estamos en conversaciones en qué lugar realizarlo”, dice Valencia.
El aeropuerto de Santiago ya luce su imponente nueva infraestructura con espacios de permanente integración que refleja el concepto de una aviación moderna: ser una industria accesible, democrática, vanguardista y sostenible.
Como estudiante de arquitectura y también spotter, Francisco Soto resalta la inmensidad del aeropuerto con lo que era antes. “La terminal antigua es mucho más compacta para menos capacidad y para una época donde el espacio no era tan valorado. Ahora, la terminal nueva mucho más grande da una mejor sensación y vista, especialmente para las personas que llegarán desde el extranjero”, expresa.
“La arquitectura es impresionante, muy bonita”, agrega Katherine Zambrano otra de las asistentes. “Realmente se pasaron. Los colores, el parque y las áreas verdes en un aeropuerto es muy importante”. Recorriendo el boulevard se muestra a gusto en una terminal inclusiva. “Desde acá podemos caminar y ver pasar los aviones. Es muy hermoso en verdad”.
Nicolás Barros es capitán e instructor de Airbus A320 en JetSMART. Además de su trabajo que lo mantiene habitualmente en los aviones y en el aeropuerto, se reconoce como un fanático de los aviones. Al ser invitado para recorrer la T2 señala que una de las cosas más impresionantes de la obra es el uso de los espacios. “Los espacios son grandes, bien pensados. La inclusión con el boulevard permite que las familias puedan venir con los niños, no sólo para venir o esperar a sus parientes, sino que para ver obras de teatro o espectáculos. Es fantástico”, dice. “Nuevo Pudahuel no es sólo un aeropuerto, es un espacio donde la gente puede venir a pasarlo bien. Además, es un aeropuerto verde”.
Cristián Godoy, co-fundador de Comparto Mi Maleta y del canal “Con Mi Maleta” dedicado a dar consejos a emprendedores y viajeros, dice que el nuevo edificio el aeropuerto de Santiago pasa “a otro nivel” haciendo una comparación con otros aeropuertos. “Se parece en algunas partes al de Miami y también tiene aires del aeropuerto de Madrid. Se nota la inversión en tecnología lo que abre la puerta a un futuro mucho mejor”. A corto plazo, espera que la situación en el país vuelva a la normalidad para aprovechar esta mega infraestructura. “Esperemos que se pueda estrenar con más gente viajando libremente y con menos restricciones para sacarle todo el potencial que tiene. Ojalá vuelvan más líneas aéreas y lleguen otras nuevas”.
Cuando se inauguren las nuevas dependencias, el aeropuerto de Santiago contará con más de 350.000 metros cuadrados (m2) y su capacidad permitirá procesar a más de 30 millones de pasajeros. Su infraestructura cuenta con tecnología de última generación en todos sus sectores, destacando el nuevo sistema de gestión de equipaje (BHS) con equipos de escaneo para el control del Servicio Agrícola y Ganadero (SAG) y Aduanas bajo el edificio de manera que el pasajero estará sometido a filas y revisiones a su llegada al país.
El antiguo edificio pasará a ser conocida como la terminal 1 (T1) y contará con dos espigones (A y B) más una gran sala de embarque para atender sólo a los vuelos nacionales. El nuevo complejo correspondiente a la T2 se compone de un edificio principal (procesador central) desde donde salen cuatro edificios menores o espigones (C, D, E y F) que albergan las salas de embarque dedicadas para vuelos internacionales. Por el aumento en las posiciones de contacto (puentes de embarque), se espera que los embarques y desembarques de pasajeros sean más fluidos.
En el procesador central hay 96 de counters de check-in y 64 puestos de auto entrega y etiquetado de equipaje, más la habilitación de 176 módulos de chequeo de pasajeros. Con puestos para control de migraciones y revisión de seguridad (AVSEC), los tiempos de espera en fila también debieran reducirse, siempre y cuando, los organismos públicos colaboren al dotar de personal suficiente para el flujo de pasajeros y en los horarios que correspondan.
Para la conectividad con la ciudad se disponen de 5.800 plazas de estacionamiento de vehículos, cifra superior a las 3.730 del ahora antiguo aeropuerto. Además, existirá un centro de transportes que cuenta con una terminal para 26 buses interurbanos.
Desarrollando el concepto de aeropuerto verde, el nuevo aeropuerto de Santiago incorpora una nueva planta fotovoltaica con una potencia de 825.774 kw que equivalen a sacar más de 130 vehículos de combustible tradicional de las calles. En sus instalaciones cuenta con luminarias LED que generan un ahorro energético del 70% permitiendo una mejor iluminación de la infraestructura. Además, el plan de reforestación de Nuevo Pudahuel considera la colocación de más de 20.000 árboles en 7,27 hectáreas del recinto aeroportuario.
Fotografía portada - Felipe González