La nueva alianza entre American Airlines y JetSMART busca generar sinergias complementarias entre las redes de rutas de ambas compañías. Más allá del modelo de negocio de cada una, el foco de la cooperación está principalmente en ofrecer conectividad entre los Estados Unidos y Sudamérica. Si bien la firma de ultra bajo costo y tarifas bajas (ULCC, por sus siglas en inglés) de Indigo Partners todavía tiene un largo camino por recorrer, la línea aérea estadounidense reconoce la capacidad de expansión que tiene su nueva socia en los próximos lo que la convierte en una opción regional en su estrategia de expansión complementaria.
Tal como lo hace con Alaska Airlines en la costa oeste, JetBlue en la costa Este de los Estados Unidos y GOL en Brasil, American Airlines está trabajando con distintas líneas aéreas para reforzar su posición en el mercado. En el caso de América Latina, las alianzas están precisamente orientadas a enfrentar la creciente competencia, especialmente aquella que genera el acuerdo de negocio conjunto (JBA) entre Delta y LATAM.
Prácticamente, sin grandes líneas aéreas con una dimensión regional o continental y con una oferta de servicio similar, la compañía de Dallas Fort Worth apela a otras opciones para evitar perder el liderazgo construido desde su llegada a Sudamérica a partir de la década de 1990. En ese sentido, se enmarca el acuerdo con GOL y ahora con JetSMART. En ambos casos, la asociación implica cambios en la propuesta que ofrece cada compañía o en su modelo de negocios por lo que la alianza se orienta exclusivamente a la conectividad.
En el caso de GOL, la cooperación se da exclusivamente en el mercado brasilero y dado que su expansión internacional es acotada y dependiente exclusivamente de Brasil, American necesita un complemento para los países de habla hispana. Por lo mismo, ve en JetSMART una oportunidad considerando el crecimiento en mercados como Chile, Argentina y próximamente, Perú, Colombia y también Brasil, los que se retomarán principalmente hacia 2022 cuando existan condiciones más favorables.
En lo que respecta a rutas, la asociación destaca la complementariedad que se genera al no existir overlap (o superposición de tramos) entre una y otra compañía. Mientras American Airlines se encarga de la conectividad internacional, JetSMART lo hace en los mercados domésticos en cada uno de los países donde opera. Cuando ambas comiencen su alianza, ciudades como Santiago, Buenos Aires (EZE) y Lima, inicialmente, serán puntos de intercambio de pasajeros. Posteriormente, se debieran sumar Bogotá y otras ciudades a medida que se expande por la región.
JetSMART es fuerte en los mercados domésticos donde American Airlines no tiene ni tendrá una presencia propia lo que deja establecido la primera complementariedad entre ambas. La segunda está en los mercados secundarios dentro de Sudamérica y tramos interregionales, cuya red de rutas debiera permitir enlazar de manera más directa con la oferta hacia y desde los Estados Unidos.
Algunos ejemplos que podrían darse en ese sentido son eventuales transferencias de pasajeros en rutas como Antofagasta – Cali, atendida por JetSMART, a través de la cual se podrían ofrecer conexiones a Miami con los vuelos que American Airlines tiene a esa ciudad colombiana. También se pueden dar casos similares de conexiones desde tramos interregionales como La Serena – Antofagasta para luego seguir a Colombia y posteriormente a los Estados Unidos o una eventual operación Arequipa – Lima (que es altamente probablemente que esté en la red futura de la ULCC en el Perú) y seguir a Miami o Dallas Fort Worth. Por el grado de desarrollo alcanzado en los últimos cinco años, el mercado aéreo chileno es el que primero se verá favorecido y uno de los más importantes por la presencia de LATAM. Algo similar debiera ocurrir en el Perú y muy especialmente Colombia, con la gran cantidad de destinos que American Airlines tiene en ese país.
Más allá del número de conexiones y tiempos de viaje, la intención de las dos líneas aéreas que se unen es ofrecer más alternativas de viaje y competencia. Ambas compañías consideran que la acción combinada repercutirá favorablemente en los pasajeros ampliando la competencia, especialmente cuando se estimula la demanda.
Como se menciona, la alianza American Airlines – JetSMART no implica la alteración de los modelos de negocios de cada compañía. Dada las diferencias entre ambos, el más beneficiado con la asociación es el pasajero más sensible al precio, de clase Economy, principalmente de la tarifa Basic. Pese a que el segmento corporativo también podrá hacer uso de esta alianza, no forma parte del objetivo principal. Si bien esto puede ser interpretado como un “descuido” hacia la competencia, pareciera ser que American Airlines está dispuesta a correr el riesgo apostando por el crecimiento en la región de sus propias operaciones y por las tendencias más inmediatas del mercado.
En efecto, tanto American Airlines como JetSMART destacan que los segmentos de viajeros más sensibles al precio como son aquellos pasajeros que viajan por ocio o del tipo V.F.R. (Visit Friends & Relatives) son los que primero se están reactivando de la actual crisis. Considerando que el precio es un factor determinante en estos grupos de viajes, la oferta de la ULCC cobra valor para explorar nuevos segmentos de usuarios que diversifiquen la cartera de clientes. Como muchas líneas aéreas en el mundo e independiente de su modelo de negocios, American Airlines tiene adaptada su estructura tarifaria para atender nuevos perfiles de pasajeros y competir directamente con las LCC/ULCC.
Lo anterior, está demostrando que para líneas aéreas tradicionales (“legacy”) las LCC/ULCC son más que una competencia directa a enfrentar. Hoy, también se convierten en una alternativa interesante para explorar sinergias, ampliar los horizontes para llegar a nuevos segmentos de usuarios y también nuevos destinos, que por alguna u otra razón, no son posibles alcanzar de manera propia. Todo como parte de una adaptación constante al interior de la industria.
Fotografía portada - Alfredo Vera