Siguiendo los lineamientos de apertura establecidos en mayo, la Unión Europea levanta las restricciones de viaje a los ciudadanos estadounidenses que estén completamente vacunados contra el COVID-19 con las dosis aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos (EMA, por sus siglas en inglés) y la Organización Mundial de la Salud (OMS). La medida permitirá comenzar la reactivación de las rutas aéreas trasatlánticas aprovechando la temporada alta de viajes que genera el verano en el hemisferio Norte.
Actualmente, algunos países comunitarios ya tienen abiertas sus fronteras de manera parcial o total para viajes que “no sean esenciales”. Por consiguiente, la decisión de la Unión Europea es complementaria pero altamente significativa para propiciar un retorno seguro de los viajes dado que la inclusión de los Estados Unidos en la denominada “lista blanca” significa que todas las restricciones se levantan en todo el bloque comunitario. Los países miembros también tienen la libertad de acción para permitir la entrada sin exigir cuarentena a viajeros que no estén vacunados procedentes de lugares calificados como seguros.
El anuncio del término de las restricciones de viaje a los pasajeros procedentes de los Estados Unidos coincide con levantamiento de medidas similares a países y territorios como Albania, Hong Kong, Líbano, Macao, Macedonia, Serbia y China Taipéi. Se espera que a medidas que la vacunación avance en todo el mundo, más países puedan ingresar a la “lista segura” de manera tal de propiciar un retorno gradualmente rápido a la normalidad dado que el enfoque mundial es de una “convivencia con el virus”.
El levantamiento de las restricciones a los viajeros vacunados, el avance del proceso a ambos lados del Atlántico y las postergadas necesidades de viaje que tienen las personas, propician un impulso a la reactivación de la demanda para las principales líneas aéreas que atienden el mercado del Atlántico Norte, así como otras nuevas que ingresen al mercado. Si bien muchas compañías han comenzado a concentrar su oferta en destinos libres de cuarentena, no se descarta incrementos importantes de capacidad a partir de julio en varios pares de ciudades.
Si bien en la industria se espera que el aumento progresivo de la demanda se manifieste en primer término en viajes de ocio o del tipo V.F.R. (Visit Friends & Relatives), no se descarta que favorezca también el retorno de los viajes corporativos. Algunos factores que pueden influir para la reactivación de ese segmento son la mayor oferta que las líneas aéreas colocan a medida que reintegran aviones al servicio, los incentivos comerciales como políticas de estimulación y el retorno de las actividades presenciales como los eventos. Además, está la presencia de una demanda con alta disposición a pagar por asientos Premium independiente del tipo de viaje que realicen.
La apertura es vista como una “gran noticia” para las economías de la Unión Europea y de los Estados Unidos, incluyendo a todos los proveedores de la industria de las líneas aéreas, los aeropuertos y de los viajes. Por el efecto catalizador que tiene la aviación y el turismo, el retorno de los viajes representa una oportunidad para reactivar los empleos perdidos o crear otros nuevos en distintos países.
Con el levantamiento de las restricciones a ciudadanos estadounidenses, la Unión Europea busca presionar a los Estados Unidos para que extienda el término de restricciones a ciudadanos europeos a medida que avanza el proceso de vacunación. En la industria hay confianza de que esto ocurra próximamente dado que la evidencia científica muestra el efecto positivo de las vacunas y la mayor aceptación en el mundo de que las sociedades deben convivir con el virus y sus variantes.
Los Estados Unidos y la Unión Europea poseen desde hace algunas semanas grupos de trabajo en materia de reciprocidad en lo que respecta a ingreso de las personas. A fecha de hoy, todavía no hay resultados ni decisiones puntuales, pese a que se trata de un tema calificado como de “alta prioridad”.
Fotografía portada – Schiphol Airport