Simuladores de vuelo: “Se han convertido en un referente de capacitación de vuelo y mantención de eficiencia”

Con la industria aérea aún afectada por la mayor crisis de su historia, los entrenadores de navegación aérea y de procedimientos (Flight Navegation Procedures Trainer o FNPT) están cobrando gran interés en la comunidad. Por sus características y mayor accesibilidad, además de nuevas tendencias de personalización, son la herramienta indispensable para que pilotos o estudiantes de pilotos puedan mantener al día sus habilidades mientras esperan el ansiado retorno a los cielos. 

“Sin duda alguna, los simuladores de vuelo se han convertido en un referente de capacitación de vuelo y mantención de la eficiencia”, comenta Rodrigo Pereyra, fundador de ATOM Simuladores, empresa líder en el rubro en el cono sur de América. “Ahora en pandemia, donde la aeronáutica se ha reducido en operaciones, los pilotos han necesitado de dispositivos de entrenamiento para mantención de sus capacidades”

Con un alto número de tripulaciones afectadas producto de las paralizaciones y reducciones de flotas en el mundo, son miles los pilotos que demandan mecanismos para mantener sus habilidades y no todos los centros de entrenamiento están disponibles. Adicionalmente, está el factor de recursos, ya que sólo aquellos que dispongan de una mayor capacidad de gasto pueden acceder a los centros de entrenamientos. La mayoría se encuentra en la disyuntiva de mantener sus habilitaciones o resignarse a otras alternativas. 

La llegada de los simuladores de vuelo de carácter artesanal son la alternativa y por ello, están abriendo oportunidades para suplir la necesidad de práctica permanente que hoy es difícil de conseguir. Con su correspondiente certificación, permite acceder a un simulador propio, totalmente personalizado, de bajo costo, con el que es posible continuar con las prácticas. Para los estudiantes, es sin duda la ventaja que necesitan. 

Precisamente, es ese segmento el que satisface ATOM con soluciones de entrenamiento a la medida. Sus simuladores se encuentran en la categoría FNPT en varios países, pero próximamente esperan avanzar hacia una certificación tipo FTD de la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA). El éxito de su oferta está reflejado en los más de ocho años de trayectoria con más de 50 simuladores y otros 500 equipos vendidos.

Despejando dudas respecto a su eficacia, indica que el hecho de que un simulador lleve el concepto “artesanal” no se traduce en algo negativo, ya que es sólo una referencia al proceso de fabricación. Por el contrario, destacan sus ventajas en cuanto a la personalización de los equipos claves para asegurar una práctica adecuada ya que el usuario vuela lo más cercano al avión que desea. 

“Alcanzar lo más parecido a lo que sueles volar como piloto marca una diferencia considerable en el desempeño”, dice Pereyra. “En los centros de instrucción o en las escuelas de vuelo cada vez suele ser más importante el uso de buenos simuladores”. También menciona que los simuladores de construcción artesanal pueden lograr el nivel y calidad apropiado dependiendo en gran medida del interés, las ganas de cada uno y la información que disponga.

Hay tres ámbitos que satisface la oferta de ATOM: un entrenamiento permanente en el hogar o en algún lugar destinado para ello, el desarrollo de habilidades y satisfacer las necesidades de entretención, esta última enfocada directamente a entusiastas de la aviación que disfrutan del “sueño de volar” sean o no pilotos. 

La combinación de una oferta personalizada y un bajo costo de adquisición en comparación a otros simuladores abren la puerta a tener dispositivos de entrenamientos para una práctica constante. De esta manera, pilotos y estudiantes pueden mantener sus habilidades, independiente si tienen o no reservas en un centro de entrenamiento. 

“Hoy ATOM Simuladores tiene como objetivo principal llevar todas las herramientas a todos los soñadores, pilotos en formación, pilotos en prácticas simuladas, escuelas de vuelo… con la ayuda de ATOM y Ferrypilot hacerlos realidad es posible”, agrega Pereyra. “Nuestros productos se diferencian en muchos aspectos: desde la construcción, su mecánica, la robustez y realismo en cada uno de ellos hacen que se sienta la pasión que empleamos al fabricarlos. Su constante mejora, la cual está basada en las observaciones de los clientes, nos hace poder darle siempre un producto hecho a medida”.

Con el fin de fomentar aún más la práctica constante y mantención de habilidades por parte de pilotos, estudiantes o entusiastas, ATOM se encuentra trabajando con una entidad bancaria para ayudar a las personas a financiar sus simuladores. Los clientes podrán hacer compras o leasing beneficiando a particulares como a las escuelas de vuelo o centros de instrucción.

“Vivimos en una época difícil en donde adaptarse cada vez cuesta más, las escuelas, pilotos particulares, aficionados necesitan simuladores, por ello es vital ser una opción accesible. El leasing es una manera muy accesible para ambas partes de generar una fuente de trabajo segura. Con una mínima cuota uno accede a tener un equipo de altas prestaciones y una fuente de ingresos, así como un gran complemento para la escuela. Además, el leasing da la oportunidad de acceder a la compra de un simulador que sería muy difícil de hacer sin un gran capital o un alto riesgo”, explica.

Fotografía - ATOM Simuladores

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