En un nuevo progreso de su carrera espacial, China celebra con éxito la llegada de tres de sus astronautas a la estación espacial que construye. Se trata de la primera misión tripulada desde 2016, operación que continúa marcando la posición geopolítica del gigante asiático tanto en la Tierra como en el espacio, siendo los Estados Unidos los más desafiados.
Los tres astronautas chinos viajan en la cápsula Shenzhou-12 o “buque divino”. Se trata de una parte de las estancias espaciales que en los próximos meses darán curso a la futura estación espacial de ese país prevista para 2022. Con tres meses de hábitat, sería la permanencia especial más extensa en la órbita terrestre baja por parte de un ciudadano chino.
Tras el término de sus primeras misiones lunares con Chang’e 5, China está encaminada con su plan de construcción de su estación espacial. Para ello, necesita realizar 11 viajes espaciales en los cuales se transportarán laboratorios, carga y los propios astronautas hasta la órbita baja, lugar de ubicación de la futura estación.
China Aerospace Science And Technology Corporation (CASC, por sus siglas en inglés), es el principal contratista estatal de la agencia espacial china. Esta empresa es la encargada de fabricar los cohetes Long March, además de los satélites y por el momento, deben supervisar la construcción de la futura estación espacial. Según la Administración Nacional del Espacio de China los vuelos espaciales tripulados forman parte de la tercera fase de operaciones, las que están acorde con el calendario fijado.
Para concretar con éxito cada misión, los vuelos se apoyan en experiencias espaciales anteriores lo que incluye la utilización del vehículo de transporte Shenzhou, ya que está calificado para el transporte de seres humanos. También se consideran caminatas espaciales y sistemas de acoplamiento, necesarios para la fabricación de la estación espacial.
China dice que pretende terminar de construir su estación espacial a fines de 2022. En el corto plazo está llamada a convertirse en la alternativa a la Estación Espacial Internacional (ISS) que está liderada por los Estados Unidos junto con la Unión Europea, Rusia, Japón y Canadá. Con aproximadamente dos décadas de antigüedad, la ISS podría dejar de ser útil en 2024 y eso deja a China como el país líder de la exploración espacial al contar con una estación activa.
A nivel geopolítico, dicha superioridad espacial daría a los chinos un potencial para establecer normas o regulaciones futuras en lo que respecta a operaciones en el espacio cercano a la órbita terrestre. El potencial crece considerando el amplio número de satélites chinos presentes en la actualidad.
Por el momento, China lleva a cabo esta misión ampliamente trascendente para la carrera espacial como para la geopolítica. Si bien no están descartados que en el futuro astronautas de otras nacionalidades puedan hacer uso de estas instalaciones, por el momento sólo albergará a tripulaciones chinas.
“En esta etapa actual, no hemos considerado la participación de astronautas internacionales, pero su participación futura estará garantizada”, dice Zhou Jianping, jefe del programa espacial tripulado de China. “Soy consciente de que muchos países han expresado su deseo en este sentido”.
De las 11 misiones previstas para terminar la estación espacial china, la realizada durante esta semana es la número 3. Del total, cuatro operaciones similares tendrán tripulaciones para ir cumpliendo con los periodos de rotación de personal correspondiente.
Los astronautas de la Shenzhou-12 tienen como misión probar tecnologías de la futura estación, incluyendo su sistema de soporte. También serán objeto de estudio para evaluar desde la Tierra su comportamiento físico y psicológico fuera del planeta. Se espera que la próxima misión tripulada considere una estadía de seis meses.
Debido a que la Ley de los Estados Unidos prohíbe a la Administración Nacional de Aeronáutica y del Espacio (NASA) trabajar con China, restricciones que también incluye a todo lo relacionado con la ISS, el país asiático lleva más de una década desarrollando tecnologías para construir su propia estación y planificar misiones a la Luna, Marte y otros planetas.
Fotografía portada – CNSA China