El 07 de junio Boeing junto a la US Navy llevan a cabo una histórica misión de reabastecimiento en vuelo que involucra por primera vez una aeronave no tripulada como avión cisterna. La maniobra se realiza utilizando un sistema no tripulado MQ-25 de Boeing que se encarga de reabastecer en vuelo a un caza F/A-18F Super Hornet. El aparato todavía está en fase de pruebas de cuyos resultados podrían abrir camino a futuras operaciones similares.
“Este evento histórico es un crédito para nuestro equipo conjunto de Boeing y la US Navy que está comprometido con la entrega de la capacidad crítica de reabastecimiento de combustible aéreo del MQ-25 a la flota lo antes posible", comenta Leanne Caret, presidenta y CEO de Boeing Defensa, Espacio y Seguridad. “Su trabajo es la fuerza impulsora detrás de la integración segura de sistemas no tripulados en el futuro inmediato de las operaciones de defensa”.
La operación se desarrolla con éxito luego de 25 vuelos del MQ-25 en los que se registran los datos respecto a la aerodinámica y las condiciones que envuelve la maniobra. Al mismo tiempo, se realizan de manera digital, distintas simulaciones del reabastecimiento bajo condiciones específicas.
“Este equipo de profesionales fue parte integral del vuelo exitoso”, señala el Contralmirante Brian Corey, quien supervisa la Oficina Ejecutiva del Programa de Aviación No Tripulada y Armas de Ataque. “Durante los próximos años, trabajaremos codo con codo con Boeing para ofrecer esta capacidad que mejorará enormemente el futuro ala aérea de los portaaviones”.
Para conseguir un adecuado reabastecimiento en vuelo, la maniobra requiere que el piloto del Super Hornet vuele en formación cerrada junto al MQ-25 para asegurar las condiciones óptimas de la operación. Posteriormente, el MQ-25 extiende su manguera de reabastecimiento (con el sistema de canasta), para conectar con la sonda de reabastecimiento del caza naval. La distancia para la misión es de 6 metros (20 pies).
Boeing indica que continuará con vuelos de pruebas antes de enviar al MQ-25 a la base naval de Norfolk donde será embarcado en un portaaviones para llevar a cabo pruebas de operaciones navales. La existencia de este sistema permite una extensión operativa de los aviones al entregar mayor alcance. De esta manera, es posible aumentar las horas de vuelo u operar en zonas más lejanas de la flota.
El MQ-25 utilizado es el primero de siete unidades que Boeing desarrollará y entregará a la US Navy con el objetivo de testear e integrar sistemas aéreos no tripulados. En un futuro cercano, el objetivo es llevar a cabo misiones mixtas entre aeronaves tripuladas y no tripuladas.
Fotografía de portada - Boeing