Transparencia, seguridad y fiabilidad: las claves del mercado de aviación civil

A nivel global, la aviación demuestra que ya no es algo inalcanzable. No lo es para viajar y tampoco parece lo es para adquirir una aeronave. La evidencia muestra que a medida que las personas valoran más su tiempo y descubren las múltiples soluciones que representa tener su propia aeronave, el parque aéreo aumenta.

Adquirir un avión o un helicóptero siempre es algo atractivo. Si bien puede tener distintos propósitos, se trata de una inversión importante para lo cual se necesita contar con las herramientas fundamentales para asegurar la integridad de todo el proceso, previo, durante y posterior a cualquier compra.

Disponer de esos valores no es una tarea sencilla, especialmente cuando se interactúa con numerosos actores. En la industria de la aviación civil recomiendan asesorarse con expertos para atender necesidades complejas como adquirir y trasladar una aeronave desde el extranjero.

Desde Ferrypilot, una de las empresas líderes en Chile en asesorías de compra y traslado de aeronaves, explican que el mercado aéreo de segunda mano es diverso donde tanto fabricantes como propietarios buscan hacer dinero con cada venta. Ante esta situación, sugieren que antes de aventurarse con cualquier oferta siempre es necesario informarse adecuadamente con expertos en la materia y con la mayor anticipación posible. Sólo así se podrán tomar las mejores decisiones.

“El mercado de aviones usados es muy rentable y suele ser una solución bastante más económica que la compra de un avión nuevo, sin embargo, existen muchas variables que podrían hacer de la compra un dolor de cabeza”, dice Ariel Olavarría, piloto y socio de la compañía.

Fotografía: Simón Blaise

Al comentar la realidad de la industria, asegura que pueden existir muchas propuestas u ofertas tentadoras, pero no todas son capaces de asegurar las soluciones que los clientes necesitan. La fiabilidad es un elemento indispensable en la compra de cualquier aeronave y eso se logra con la combinación de tres elementos claves: seguridad, eficiencia y por sobre todas las cosas transparencia.

La seguridad en la aviación es la prioridad número uno y eso abarca no sólo el ámbito operacional, sino que también toda la cadena de valor asociada. Se trata de una acción continúa que apoye la cultura organizacional de la persona y también de su entorno. Desde Ferrypilot, dicen que esto se logra con una buena gestión proactiva y procesos basados en pos de ese objetivo.

“Tenemos una logística basada en la seguridad con pilotos y mecánicos de vasta experiencia y con licencias tanto de la Dirección General Aeronáutica de Chile (DGAC) como de la Administración Federal de Aviación (FAA), además de equipos en tierra que está presente durante toda la operación asistiendo en todo lo que sea necesario”, comenta Ariel Olavarría, socio fundador y piloto de Ferrypilot. Por ejemplo, al mencionar los traslados de aeronaves que realizan, dice que los vuelos siempre los realizan con dos pilotos y con un equipo en tierra que monitorea y asiste toda la operación.

Desde la experiencia, expresan que la eficiencia sólo se logra cuando se trabaja con equipos altamente capacitados y dedicados en sus labores. De esta manera, se evitan tiempos muertos o sobrecargas de trabajo lo que permite tener toda la información necesaria para entregar a cada parte, incluyendo al cliente, y gestionar la logística correspondiente.

A nivel de industria, la fiabilidad y la seguridad mejoran a medida que existe una comunicación abierta y honesta, además de una efectiva cooperación con todos los actores involucrados. En la aviación privada donde es el individuo el que se involucra directamente en todos los procesos es muy difícil manejar todas las variables, más aún cuando existen múltiples actores o condicionantes. Ante esta situación, los expertos en la industria recomiendan siempre estar acompañados por un asesor que supervise y atienda todos los requerimientos y situaciones.

En Ferrypilot concuerdan con esta percepción, no sólo por ser actores en la materia, sino porque entienden el complejo universo que existe en la aviación civil. A diferencia de otros sectores de la propia industria aérea, no es una empresa la que gestiona la compra o internación de una aeronave, sino que es el individuo que muchas veces no conoce la burocracia o riesgos. Como elemento diferenciador en estos temas resaltan su capacidad de conocimiento de la industria, experiencia y la comunicación oportuna con sus clientes.

Fotografía – Simón Blaise

“Sabemos la responsabilidad que recae en nosotros y agradecemos la confianza del cliente. Somos lo más transparentes con el cliente, le mostramos el proceso, los costos y cobros, además le damos la posibilidad de hacer seguimiento en todo momento del avión”, menciona Olavarría.

Al adquirir una aeronave, por ejemplo, hay muchos riesgos asociados desde la compra misma hasta la internación en el país. Sólo en los traslados, hay que evaluar las rutas, las prestaciones del avión, meteorología, trámites burocráticos, permisos de sobrevuelo y aterrizaje, variables que no siempre el piloto o el propietario puede solucionar de manera óptima (u oportuna).

Para quien se decide comprar un avión, la renovación del parque aeronáutico está creando oportunidades altamente atractivas con varios modelos disponibles a bajo costo en comparación a los aviones nuevos de fábrica. Como conocedores y expertos en la materia, insisten que todo quien esté dispuesto a comprar un avión o un helicóptero debe al menos estar en condiciones de responder cuatro preguntas básicas: ¿para qué lo necesito?, ¿qué rutas voy a operar?, ¿uso comercial o privado?, y ¿cuánto dinero quiero gastar? Sólo de esta manera es posible llegar a la solución correcta y tener la seguridad de que lo de se está adquiriendo satisface todas las expectativas.

“Es muy diferente el caso de un avión para skydive, cuyas operaciones son locales y específicas, a un avión donde requiera aterrizar en condiciones IMC (vuelo por instrumento) en el sur de Chile u operar en pistas con bastante altura como lo es Calama o La Paz, en Bolivia”, agrega Olavarría. “Un avión privado es mucho más simple de certificar y eso se puede traducir en un abanico de posibilidades mucho mas grande y una opción mas económica. Muy distinto si son aeronaves para fines comerciales ya que deben cumplir las directivas de aeronavegabilidad que son las condiciones tanto técnicas como legales que deberá tener una aeronave para garantizar la seguridad de las operaciones”.

Entre las distintas empresas del mercado, Ferrypilot destaca en la aviación civil chilena como un actor altamente dinámico y calificado para la gestión de soluciones. Al ser consultados por la posición de la compañía, indican que los elementos que transmiten a sus clientes los hace diferenciarse del resto y por lo mismo logran construir relaciones efectivas con todos los actores de la cadena asociada.

Fotografía – Cessna

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