Apostando por el desarrollo de nuevas tecnologías que permitirán viajes más asequibles en el futuro, United Airlines se convierte en la primera compañía aérea en firmar compromisos para la compra de los futuros aviones supersónicos que Boom Supersonic planea desarrollar en los próximos años. En la línea aérea consideran que un trabajo conjunto podría volver a hacer realidad los viajes de estas características las que se interrumpieron con la salida del Concorde.
United dice que la innovación y la colaboración son fundamentales para dar curso al desarrollo de numerosos proyectos como el retorno de los viajes aéreos supersónicos. A diferencia de épocas anteriores, hoy -y más aún en los próximos años- si están las condiciones para poder materializarlos y hacerlos comercialmente viables. Uno de los factores más determinantes para la futura nueva aeronave es la utilización de los combustibles sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés) que permitiría bajar los costos en comparación con el carburante tradicional.
La alianza con Boom Supersonic es un apoyo estratégico al desarrollo de la industria local. El fabricante que pretende construir el nuevo avión supersónico está basado en Denver, Colorado, ciudad donde United Airlines posee una fuerte presencia y es actor importante en la economía local.
Para dar viabilidad comercial e impulso al proyecto de Boom, United acuerda adquirir 15 aviones Overture con opción a otros 35 aparatos adicionales. Al igual como ocurre con el acuerdo para comprar aeronaves eléctricas de despegue y aterrizaje vertical (eVTOL) anunciado en febrero 2021, la compra sólo se materializará siempre y cuando se garantice de manera exigente los requisitos básicos de seguridad, operación y sostenibilidad. Por lo tanto, no se debe esperar un retorno inmediato de los viajes supersónicos.
Los plazos de trabajo conjunto consideran una presentación (roll out) del primer avión en 2025. Al año siguiente (2026), se realizaría el primer vuelo de prueba y de no existir retrasos o revisiones, hacia 2029 se podrían materializar las primeras entregas y lograr los vuelos de pasajeros. Las empresas señalan que trabajarán juntas para cumplir con todas las exigencias antes de la entrega. En función de ese objetivo, indican que colaborarán para asegurar la producción y certificación para el uso de los SAF en vuelos regulares de pasajeros.
Boom Supersonic espera que el Overture sea el primer avión de pasajeros en tener cero emisiones de CO2 y opere con un 100% con SAF. La aeronave tendría una capacidad para transportar entre 65 a 88 pasajeros en rutas de 4.250 millas náuticas (7.871 kilómetros) a una velocidad de MACH 1.7 volando a 60.000 pies (FL600).
Entre las rutas tentativas que se podrían operar con esta aeronave están Nueva York (EWR) – Londres (LHR) en tres horas y media (similar al Concorde), Nueva York (EWR) – Frankfurt en cuatro horas o San Francisco – Tokio en seis horas. Actualmente, todas forman parte de la red de United.
“United continúa en su trayectoria para ser una línea aérea más innovadora y sostenible. Los avances tecnológicos de hoy hacen que sea más viable construir e incluir aviones supersónicos”, comenta Scott Kirby, CEO de United.
“El primer acuerdo de compra del mundo para aviones supersónicos de carbono neto cero marca un paso significativo hacia nuestra misión de crear un mundo más accesible”, expone Blake Scholl, fundador y director ejecutivo de Boom Supersonic. “United y Boom comparten un propósito común: unir al mundo de manera segura y sostenible”.
Viajes supersónicos más asequibles, pero no para todos
Si bien una de las diferencias con los otros proyectos de aviones supersónicos como el Concorde, por ejemplo, es brindar viajes más asequibles, los primeros anuncios indicarían que no habría cambios muy significativos para el pasajero en términos de accesibilidad. El diseño del Overture está pensado para usuarios en Business Class y por lo tanto, personas que están dispuestas a pagar un alto valor por un viaje o un tráfico corporativo que demanda viajes más rápidos.
“A velocidades dos veces más rápidas, los pasajeros de United experimentarán todas las ventajas de la vida en persona, desde relaciones comerciales más profundas y productivas hasta vacaciones más largas y relajantes. destinos lejanos”, agrega Scholl.
En United, consideran que ofrecer este servicio no afecta el compromiso de conectividad global de la línea aérea. Para ello, la estrategia de la compañía es diversificar y segmentar a los pasajeros de manera tal de tener una oferta amplia para cada necesidad y perfil de los viajeros. Dentro del plan futuro, el nuevo avión supersónico coexistirá con el resto de la flota tradicional, algo similar a como ocurre en el pasado con el Concorde en Air France o British Airways.
“La visión de Boom para el futuro de la aviación comercial, combinada con la red de rutas más sólida de la industria a nivel mundial, brindará a los viajeros de negocios y de placer acceso a una experiencia “estelar” de vuelo”, añade Kirby. “Nuestra misión siempre ha sido conectar a las personas y ahora, al trabajar con Boom, podremos hacerlo en una escala aún mayor”.
Aún cuando los viajes supersónicos se ofrezcan en Business Class, su viabilidad comercial dependerá también del valor de los pasajes. Las tendencias en los viajes aéreos indican que el factor precio es decisivo al momento de comprar una tarifa y aún cuando los pasajeros opten por viajes en clases o asientos superiores este sigue siendo un factor decisivo. Por lo mismo, las líneas aéreas están apostando a una mayor segmentación de los aviones. En ese sentido, la oferta que estaría construyendo United sería para un segmento muy reducido.
Cautela en los tiempos
Los proyectos en la industria aeronáutica toman tiempo en su desarrollo. Si bien los avances tecnológicos y el conocimiento adquirido aceleran los procesos, la experiencia demuestra que aún cuando los fabricantes logran materializar los nuevos proyectos estos todavía necesitan un tiempo adicional para ser probados y mejorados.
El Airbus A380 es un ejemplo. Sus primeros diseños comienzan en la década de 1990 para materializarse casi 15 años después. En el caso del Boeing 787 ocurre algo similar durante la década de 2000, sin estar exento de revisiones que se materializan posteriormente. Incluso nueva tecnología aplicada en aparatos basados en modelos anteriores (como el B737 MAX), también requieren un margen de tiempo para comprobar su viabilidad y especialmente demostrar la seguridad, prioridad número uno de la industria aérea.
En ese sentido, si bien Boom y United apuestan por un desarrollo colaborativo y cumplir con el calendario anunciado, no es de extrañar que este pueda ser modificado en los próximos años. Más allá de la tecnología, existen factores externos al fabricante y a la línea aérea como es el caso de la aprobación para utilizar en un 100% los SAF en menos de 10 años, cuando recién a nivel de industria se está probando su uso en vuelos regulares en un 50%, sin estar aún masificado.
Más allá del acuerdo con United, Boom Supersonic necesita también de otros clientes para vender sus aviones. Como ocurre con el Concorde, la idea de tener un avión supersónico puede generar muchas expectativas e interés inicial, pero si el fabricante no demuestra que la tecnología puede ser comercialmente viable, los potenciales primeros clientes pueden desaparecer haciendo peligrar el proyecto. Además, no se descarta que estas iniciativas puedan también ser absorbidas por los grandes fabricantes siguiendo la tendencia de consolidación de la industria aérea.
Fotografía portada – Boom