Después de 40 años de servicio, Austrian Airlines despide a su flota de Bombardier Dash 8-Q400 poniendo término a la era de los turbohélices. Desde junio, toda la flota de esta línea aérea queda conformada sólo por equipos Airbus (en su mayoría), Boeing y Embraer.
El retiro de los Dash 8-Q400 se da en el marco de los ajustes de capacidad que forman parte de la reestructuración de la empresa por la crisis derivada de la pandemia del COVID-19 y de las restricciones impuestas por los Gobiernos a los viajes. Sin embargo, también atiende el desafío que se presenta para muchas líneas aéreas en Europa con la presión políticas de grupos ecologistas de aplicar impuestos a los vuelos de corta distancia.
En tramos inferiores a tres horas y media que no cuenten con una alternativa directa ferroviaria, se aplica una tasa de €30 a los pasajeros, exceptuando aquellos que viajen en conexión. Dicho cobro impacta en la viabilidad para desarrollar vuelos de corta distancia más allá de la eficiencia operacional que Austrian como cualquier operador pueda alcanzar con sus aeronaves. Por consiguiente, el futuro de las operaciones y la posición competitiva de la línea aérea austríaca frente a sus pares europeos queda comprometido.
Ante esta situación, Austrian transfiere pasajeros del avión al ferrocarril en rutas de corta distancia aprovechando que el aeropuerto Schwechat de Viena cuenta con una estación de trenes que facilita la conectividad. También trabajará con las líneas aéreas de Lufthansa Group para generar sinergias que incluyen que otros aeropuertos austríacos también cuenten con vuelos a los hubs de Lufthansa (Frankfurt y Múnich, principalmente).
Pese al impacto, la línea aérea indica que “está bien preparada” para enfrentar su retiro con el resto de la flota. “Con los cómodos y eficientes aviones Embraer y Airbus, continuaremos ofreciendo a nuestros pasajeros un buen servicio aéreo con Viena como nuestro hub”, señala Michael Trestl, CCO de Austrian Airlines.
“El Dash ha tenido una carrera impresionante en nuestra empresa, es y seguirá siendo parte de nuestra historia. No lo olvidaremos. Me gustaría agradecer a todos los que han servido al avión Dash durante las últimas décadas, desde la cabina y la tripulación de la cabina, hasta el equipo de técnicos y muchos más”, agrega Francesco Sciortino, COO de la línea aérea.
La historia del Dash 8-Q400 está ligada al desarrollo de los vuelos regionales austríacos a través de Tyrolean Airways, compañía que posteriormente se integra a Austrian. Esta empresa utiliza los anteriores De Havilland Dash 7 de cuatro motores para volar a destinos en los Alpes, como Courchevel en Francia, famoso por su centro de ski y su aeródromo situado en una montaña a 2.000 sobre el nivel del mar. Tras los resultados operaciones, en 1985 incorpora el Dash 8-100 para volar hacia destinos como Graz, Frankfurt y Zúrich. Hasta su adquisición por parte de Austrian en 1998, Tyrolean opera un total de 44 Dash 8 de las series -100, -300 y -Q400.
En las operaciones de Austrian, los 14 Dash 8Q-400 utilizados se asignan a rutas de corto alcance y baja densidad, además de vuelos específicos, desde Viena hacia Milán (MXP), Varsovia o Zagreb, por mencionar algunos destinos. Después de 20 años, el último vuelo de esta aeronave se realiza en la ruta Vienna – Innsbruck.
Según datos de Austrian, la operación del Dash 8-Q400 permite transportar a más de 20 millones de pasajeros en los últimos 20 años recorriendo 237 millones de kilómetros o 310 vuelos a Luna. Considerando todas las operaciones realizadas, los pilotos de estos aviones caminaron un total de 52.000 kilómetros alrededor de toda esta flota durante cada “walk around” previo a cada despegue.
Ahora, la flota de Austrian está conformada por siete Airbus A319, 29 A320 (13 detenidos), seis A321 (tres detenidos), cuatro Boeing 767-300ER, seis Boeing 777-200ER (dos detenidos), y 17 Embraer E190.
Fotografía portada - Austrian Airlines