IATA pide al Gobierno de Chile terminar con el cierre de fronteras ante la apertura del resto del mundo

Como un paso importante en la recuperación de las libertades de las personas, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) valora la implementación del “Pase de Movilidad” por parte del Ministerio de Salud. Si bien es una medida que todavía en la práctica está lejos de asegurar una reactivación sostenida como ocurre en todos países, si representa un avance respecto a la situación anterior.

Destacando el progreso de Chile en materia de vacunación masiva contra el COVID-19, IATA resalta que las autoridades deben permitir el retorno de los viajes internacionales, eliminando las cuarentenas obligatorias al ingreso, así como los hoteles sanitarios, ya que su obligatoriedad representa un cierre de fronteras encubierto. Desde el 05 de abril, el país vive su segundo cierre de fronteras con medidas más estrictas que incluso privan a los ciudadanos chilenos y residentes salir del país si es que no se recibe un salvoconducto del Gobierno. Si bien se coloca por 30 días, la medida se extiende a fines de abril hasta el 31 de mayo y en una recuente revisión hasta el 15 de junio, situación que crea una completa incertidumbre.

“Con más del 50,2% de la población está vacunada con dos dosis, Chile tiene una posición líder en cualquier parte en el mundo. Con esto, continuamos con nuestros esfuerzos para que el Gobierno permita reiniciar los viajes, especialmente hacia aquellos pasajeros completamente vacunados”, señala Peter Cerdá, vicepresidente de IATA para las Américas. “Los viajes por el país, es una buena noticia, pero ahora es necesario que el gobierno extienda esos permisos a los viajes internacionales, tanto para aquellos que necesitan salir del país como para los que quieran entrar, sin medidas de cuarentenas ni hoteles sanitarios”.

A nivel global, IATA se muestra optimista por la reapertura de las fronteras en el Reino Unido y la Unión Europea, decisiones que se agregan a la de los Estados Unidos de permitir a las personas vacunadas viajar sin tener que estar sujetos a pruebas de salud. Dichas medidas están incrementando las reservas aéreas y proyectan en algunos mercados una reactivación y recuperación más próxima.

“En esos mercados que están eliminando sus restricciones y reabriendo a sus países, la reactivación va a ser mucho más rápida que en aquellos que siguen manteniendo un cierre de fronteras y cuarentenas”, puntualiza Cerdá. “El caso perfecto es México. Sus fronteras nunca se han cerrado ni han implementado medidas de cuarentena y está viviendo una recuperación, especialmente con los Estados Unidos, llegando prácticamente a los niveles pre-COVID-19. Los vuelos domésticos están llegando a niveles 2019”.

La eliminación de las cuarentenas y los cierres de fronteras son determinantes para determinar el progreso y retroceso de los países en los próximos meses. IATA dice que es una decisión estrictamente política porque dependen de los Gobiernos y su impacto va más allá de la aviación a niveles económicos y sociales. “Obviamente, eso va a hacer un estímulo positivo para las líneas aéreas”.

De acuerdo con las estimaciones de IATA a nivel global, para 2021 se espera que el número mundial de pasajeros se recupere al 52,0% respecto a 2019. Para 2022, la cifra de reactivación de la demanda podría alcanzar al 88% y para 2023, alcanzaría una recuperación total. Los países con mayor mercado doméstico podrían recuperarse más tempranamente, siempre y cuando, las autoridades lo permitan.

Para 2030, la proyección indica que el número de pasajeros a nivel mundial aumente a 5.600 millones lo que representa una reducción de 7,0% por debajo del pronóstico anterior al COVID-19. En la práctica habría una pérdida estimada de dos a tres años de crecimiento por efecto de la pandemia a nivel global.

Después de 2030, se espera una desaceleración de los viajes aéreos a una demografía más débil y a un supuesto de una liberalización limitada del mercado con un crecimiento anual promedio entre 2019 y 2039 de 3,2%. El pronóstico de crecimiento anterior a la crisis por parte de IATA es del 3,8%.

“Estamos en la crisis más profunda y grave de nuestra historia, pero el rápido crecimiento de la población vacunada y los avances en las pruebas devolverán la libertad de volar en los próximos meses. Y cuando eso suceda, la gente querrá viajar. El desafío inmediato es reabrir las fronteras, eliminar las medidas de cuarentena y gestionar digitalmente los certificados de vacunación/pruebas, pero no veo que los Gobiernos se muevan lo suficientemente rápido”, dice Willie Walsh, director general y CEO de IATA.

Efecto catalizador

IATA señala que cualquier decisión de apertura genera un efecto catalizador en la demanda lo que es bueno porque aumenta las perspectivas. En aviación, supone la posibilidad de recuperar puestos de trabajos ya que las líneas aéreas aumentan capacidad, lo que significa volver a poner en vuelo a los aviones los que requieren tripulaciones, mecánicos, despachadores. Asimismo, mientras que pasajeros existan, se activan otros sectores económicos seriamente afectados como el turismo, la hotelería, la gastronomía, entre otros.

Si bien hay confianza en una capacidad de resiliencia para salir de la crisis, se enfatiza que el mayor daño está en el corto plazo por la incertidumbre y las medidas de los Gobiernos de mantener algunas restricciones. Sin embargo, se pierde el miedo a que la gente deje de volar.

“Todo indica que las personas han conservado su necesidad y deseo de viajar. Cualquier posibilidad de que las fronteras se vuelvan a abrir se genera un aumento instantáneo de reservas. El ejemplo más reciente es el aumento de un 100% en las reservas del Reino Unido a Portugal cuando se anunció la “Lista Verde” del Reino Unido a principios de mayo”, dicen en IATA.

Para la temporada más inmediata de viajes, IATA dice que existen tres factores claves: la solidez de la economía que puede impulsar el crecimiento de los viajes; la acumulación de algunos ahorros por parte de los consumidores; y las tasas de vacunación en los países desarrollados que (con la excepción de Japón) deberían superar el 50% de la población para el tercer trimestre de 2021.

“El sector de los viajes y el turismo es uno de los principales contribuyentes al PIB. Están en juego los medios de vida de las personas. Para evitar mayores daños económicos y sociales a largo plazo, no se debe retrasar el reinicio. Los Gobiernos pueden facilitar un reinicio seguro con políticas que permitan viajar sin restricciones para las personas vacunadas y pruebas alternativas para las personas que no pueden vacunarse”, agrega Walsh.

Fotografía portada – Ricardo Delpiano

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