Indicando que existe un retroceso en materia de seguridad aérea, la Administración Federal de Aviación de los Estados Unidos (FAA, por sus siglas en inglés) determina que México no cumple con los estándares de seguridad mínimos establecidos por la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). El dictamen llega días después de que el Presidente Andrés Manuel López Obrador envía a la Cámara de Diputados una iniciativa de reforma a la Ley de Aviación Civil para unificar el marco legal mexicano con los métodos recomendados por OACI.
La degradación de México se da tras una auditoría que la FAA hace a la Agencia Federal de Aviación Civil (AFAC) en la Evaluación Internacional de Seguridad de la Aviación (IASA). En su informe determina las siguientes falencias:
- Que México no posee leyes o reglamentos necesarios para complementar la certificación y vigilancia de los operadores aéreos a estándares mínimos internacionales
- Que la autoridad aeronáutica no posee la experiencia técnica, recursos e institucionalidad para otorgar licencias y vigilar las operaciones aéreas.
- Que la autoridad aeronáutica carece de personal técnico debidamente entrenado y calificado.
- Que la autoridad aeronáutica no suministra guías adecuadas a los inspectores para fiscalizar y cumplir los estándares internacionales de seguridad.
- Falta de documentación suficiente por parte de la autoridad aeronáutica.
FAA señala que “el Gobierno de México no cumple con los estándares de seguridad establecidos por la OACI”. Añade que está comprometida con ayudar a la aviación mexicana para mejorar su sistema de supervisión para alcanzar un nivel que cumpla con los estándares de la OACI. Para lograr ese objetivo indica que su organización está lista para ofrecer su experiencia y recursos para apoyar a la AFAC a resolver los problemas identificados.
La Categoría 2 en la evaluación IASA de los Estados Unidos indica que el país carece de leyes o regulación necesaria para supervisar a las líneas aéreas según los estándares internacionales mínimos. También puede estar determinado por detectar que la autoridad aeronáutica del país es deficiente en una o más áreas claves.
La IASA es una evaluación que la FAA realiza a las autoridades aeronáutica de cada país y determina las deficiencias que presenta y que pueden comprometer la seguridad aeronáutica. El objetivo es evaluar la capacidad de un país para adherirse a las recomendaciones y estándares OACI contenidas en su Anexo 1, Anexo 6 y Anexo 8 del Convenio sobre Aviación Civil de Chicago.
La FAA somete a esta auditoría a todos los países cuyas líneas aéreas aplican para volar a los Estados Unidos, operan hacia ese país o participan de algún tipo de acuerdo con las líneas aéreas estadounidenses. El resultado de la evaluación es informado públicamente. En América Latina, la Categoría 2 aplica para Curazao y Venezuela.
Impacto en las líneas aéreas
Como resultado de la degradación de México a Categoría 2, las líneas aéreas mexicanas pueden continuar con sus servicios actuales hacia y desde los Estados Unidos, pero prohíbe la apertura de nuevos vuelos y rutas. Por su parte, las compañías estadounidenses pueden continuar con sus operaciones regulares sin restricción alguna, además de sumar nuevas frecuencias y rutas. En términos sencillos, se trata de una especie de castigo al país contraparte lo que es interpretado por algunos detractores de esta auditoría como un castigo político unilateral. La FAA añade que someterá a una mayor fiscalización a las líneas aéreas mexicanas.
Actualmente, todas las líneas principales de México operan hacia y desde los Estados Unidos con acuerdos comerciales importantes como es el caso del JBA entre Aeroméxico y Delta o la alianza entre Volaris y Frontier. De igual manera, la mayoría de las líneas estadounidenses tienen operaciones a distintos puntos del país azteca que es uno de sus principales mercados internacionales.
Aeroméxico señala que mantendrá sin ningún cambio ni afectación sus operaciones hacia los Estados Unidos, sin embargo, no podrán añadir nuevas rutas ni frecuencias hasta recuperar la Categoría 1. Precisa que los pasajeros no se verán afectados en sus viajes, reservaciones, vouchers y beneficio del programa de lealtad, además de reafirmar su compromiso con la seguridad aérea.
Volaris dice que siguen trabajando con los más altos estándares de seguridad y continuarán con su actual oferta a los Estados Unidos hasta que México recupere la Categoría 1. Respecto a la llegada de nuevos aviones, menciona que los planes de expansión no se verán afectados por el Certificado de Operador Aéreo (AOC) de México ya que se destinarán para vuelos domésticos. Los vuelos internacionales a los Estados Unidos se realizarán con las aeronaves ya registradas.
Enrique Beltranena, CEO de Volaris, indica que como compañía trabajarán con los reguladores correspondientes para apoyar a México en el retorno a la Categoría 1. En ese sentido, reconoce el esfuerzo de las autoridades y señala que esto se trata de una oportunidad para construir una mejor aviación mexicana.
Por su parte, Viva Aerobus confía que México recuperará la Categoría a la brevedad posible gracias al compromiso de las autoridades. Como sus competidoras, descarta que sus vuelos a los Estados Unidos se vean afectados por esta situación.
La última degradación de México a Categoría 2 ocurre en 2010. En esa oportunidad, el regreso a Categoría 1 se da en un plazo de 162 días el cual es calificado como “récord” tras inversiones del Estado en contratación, calificación y capacitación de inspectores aéreos, compras de equipamiento y nuevas instalaciones aeronáuticas.
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