Pese al tratamiento de la información proveniente de Brasil, LATAM reconoce mejores proyecciones económicas para ese país, motivo por el cual anuncia que retomará el crecimiento en ese mercado. El anuncio se da junto al término del acuerdo de código compartido con Azul Linhas Aéreas y los rumores de una eventual fusión.
Según LATAM, la demanda de viajes dentro de Brasil ha ido en aumento gradualmente con la expectativa de celeridad en el proceso de vacunación en el país. Ante este escenario, la compañía ve un escenario más optimista que motiva un incremento de capacidad con la incorporación de aviones y contratación de tripulaciones.
De acuerdo con las proyecciones de la mayor línea aérea latinoamericana, Brasil proyecta una reactivación que permitirá operar alrededor del 90% de capacidad, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK), para diciembre de este año en comparación con los niveles de 2019. Actualmente, se encuentra operando al 49% una de las cifras más altas en cuanto oferta entre todos los mercados en la región y muy superior al 38% reportado en abril.
“Ya estamos operando todos los destinos prepandemia desde el aeropuerto internacional de Guarulhos y estamos regresando con algunas rutas desde Congonhas. Además, hemos programado nuevos destinos que lanzaremos próximamente. En mayo operaremos 250 vuelos diarios y para julio planeamos operar alrededor de 400 vuelos diarios”, comenta Jerome Cadier, CEO de Latam Airlines Brasil. “En el mercado internacional, seguimos confiando en la apertura de fronteras con el proceso de inmunización avanzado tanto en Estados Unidos como en Europa”.
LATAM espera contratar a 750 pilotos y tripulantes de cabina para fin de año. Además, sumará siete Airbus A320 que se destinarán a reforzar las operaciones domésticas. Este aumento de la flota está complementado con una operación más eficiente de la misma a través de una optimización de los recursos disponibles.
La reanudación de los planes de crecimiento se da junto con el término de los acuerdos de código compartido con Azul Linhas Aéreas a partir del próximo 22 de agosto. La disolución no tendrá ningún impacto en los pasajeros pese a que incluye la acumulación recíproca de puntos en los programas LATAM Pass y TudoAzul.
Según indica LATAM, el acuerdo tiene menos relevancia dado que cada compañía está recuperando hacia los niveles pre pandémicos por lo que no sería necesario contar con una alianza para fortalecer la operación. Desde Azul señalan que la alianza no estuvo dentro de las expectativas esperadas por lo que consideran no proseguir con la cooperación, postura que también reconocen desde LATAM.
“Este acuerdo de código compartido fue una alternativa identificada por las dos empresas para enfrentar la caída de las ventas y la reducción de la red aérea durante el apogeo de la pandemia. Con la perspectiva de mejora, no tiene más sentido. Además, tanto la expansión como el volumen de pasajeros que se benefician de este acuerdo estuvieron por debajo de las expectativas iniciales de Latam durante el año 2021”, concluye Cadier.
El código compartido entre Azul y LATAM se aplica desde agosto 2020 en 64 rutas dentro de Brasil. En diciembre pasado, GOL objeta la alianza de sus competidoras por considerar que representa “un daño a la libre competencia” y favorece a “una concentración de mercado” para lo cual pide al Consejo Administrativo de Defensa Económica (CADE) un análisis de la asociación y, si corresponde, aplicar las sanciones correspondientes.
La suspensión del acuerdo deja sin efecto ese requerimiento dado que las dos compañías continúan por separado. De esta manera, se vuelve a presentar una completa dinámica competitiva entre los tres principales operadores del mercado aéreo brasilero.
El término de las relaciones se da en medio de nuevas especulaciones de una posible sugerencia de una posible fusión Azul y LATAM Brasil tras la venta de esta filial por parte de su matriz. El anuncio no es nuevo y pareciera suponer un interés de Azul por dar una señal al mercado al pretender una operación de esa envergadura.
Si bien en la industria aérea bajo el escenario actual nada se descarta, existen reducidas probabilidades de que LATAM venda algunas de sus filiales, especialmente la de Brasil que le aporta más de la mitad del negocio de pasajeros y parte importante del transporte de carga. Adicionalmente, guarda poca lógica desprenderse de una posición relevante en el mayor mercado aéreo de la región el cual la propia compañía persigue por años como uno de sus principales objetivos. A lo anterior, se agrega que actualmente está enfocada en la preparación de su plan de reestructuración que debe ser presentado ante la Corte en Nueva York como parte de su proceso de salida en el Capítulo 11.
Información vinculada a Azul justifican que durante pandemia “el movimiento de consolidación es una tendencia en el sector” y que la compañía se encuentra “en una posición fuerte” para liderar un proceso de esas características. El diario brasilero Estadao, Azul estaría buscando fórmulas para expandir sociedad lo que sugiere más un interés de esta compañía por crear un entorno favorable que una real intensión de que se concrete. Una eventual venta /compra o fusión podría retrasar el plan de reorganización de LATAM que considera a todas sus filiales.
A diferencia del periodo anterior a la pandemia, las acciones de consolidación de la industria ya sea a través de acuerdos comerciales, negocios conjuntos (JBA) o fusiones están orientados a generar sinergias para un crecimiento. Bajo el escenario actual, estos movimientos se interpretan como una medida para reforzar posición que permitan enfrentar los periodos de reactivación y recuperación que estarán marcados por una alta volatilidad.
Producto de los ajustes por ASK derivados de la crisis del COVID-19, Azul es el principal operador aéreo en Brasil con una participación doméstica del 37,5%. Le sigue GOL con 29,9% y LATAM con 27,0%.
Fotografía portada - LATAM