Si bien el “Pase de Movilidad” presentado por el Gobierno de Chile permite realizar viajes dentro de Chile, la situación sólo representa un paso favorable en comparación al contexto actual, pero no sienta las bases necesarias para una reactivación. Si bien hay una demanda de viajes reprimida como que puede aparecer, la sujeción de los traslados al programa de desconfinamiento “Paso a Paso” impone a corto plazo un escenario de alta incertidumbre.
Vigente desde el 26 de mayo, el “Pase de Movilidad” permite sólo la libertad de desplazamiento para aquellas personas vacunadas en Chile con sus dos dosis correspondientes más su periodo de inmunidad correspondiente, independiente de la situación comunal. En el caso de los viajes, sólo permite traslados entre comunas que estén en Fase 2 (Transición) en adelante. No permite viajes internacionales (las fronteras continuarán cerradas hasta el 15 de junio) ni otra homologación con procesos de vacunación fuera de Chile.
Para la industria aérea, el anuncio dado a conocer por el Presidente Sebastián Piñera es positivo porque, pese a que siguen existiendo numerosas restricciones, representa un avance en temas de movilidad que favorece a la generación de una demanda. Precisamente, los viajes interregionales en Fase 2 es una de las peticiones que se realizan a la autoridad tras la imposición de las severas restricciones que afectan a Chile desde principios de abril y, que a fecha de hoy, mantienen deteriorada la reactivación encaminada.
En términos generales, el “Pase de Movilidad” generará una demanda inmediata de viajes determinada por personas que tengan postergados sus viajes debido a las restricciones sanitarias o por nuevos pasajeros. En ese sentido, puede ser catalizador para impulsar las reservas aéreas y otros sectores del turismo como la hotelería.
Pese a lo anterior, el escenario inmediato continuará siendo de alta incertidumbre y volatilidad. Los pasajeros deben monitorear la situación de su comuna de destino al menos dos veces a la semana para determinar su decisión de compra o de viajes. En términos comparativos prácticos se trata de un panorama similar al observado durante la temporada de verano 2021, específicamente entre los meses de enero y marzo cuando rige el permiso de vacaciones.
Ante esta situación, los precios bajos y la flexibilidad de la compra serán las herramientas que líneas aéreas, agencias de viaje y tour operadores, así como también otros rubros asociados, utilizarán para salir en búsqueda de la demanda reprimida. En el caso de la aviación, la dinámica competitiva será un instrumento que propiciará una oferta interesante que beneficiará al pasajero local.
Como consecuencia, a partir de junio se debe esperar una reactivación del transporte aéreo de pasajeros domésticos a niveles similares a los alcanzados durante los meses de enero y febrero 2021. Según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), en febrero se movilizan 606.222 pasajeros en vuelos dentro de Chile lo que corresponde a una caída de 62,3% respecto a 2020. En el primer trimestre de este año, los viajes aéreos dentro del país reportan 1.179.227 pasajeros con una caída de 63,5% en comparación con el mismo periodo del año anterior.
Para continuar con una reactivación sostenida que siente las bases para una futura recuperación, urge que el Gobierno de Chile asuma la realidad de la pandemia y su situación endémica, es decir, que la enfermedad permanecerá por muchos años en la comunidad lo que obliga a convivir con el virus del SARS-CoV-2 y sus variantes. A fecha de hoy, el país continúa avanzando de manera significativa en el programa de vacunación teniendo al 50,6% de la población objetivo con sus dos dosis, una de las más altas a nivel mundial. Sin embargo, las autoridades siguen imponiendo severas restricciones que no permiten avanzar más allá hacia una necesaria reactivación económica del país.
Por ser un elemento positivo para propiciar un retorno seguro de las actividades y una devolución de las libertades a las personas, incluidas las de viajar, la industria aérea valora la implementación del “Carné Verde”, “pasaporte sanitario” o certificados de vacunación contra el COVID-19. Sin embargo, postular que es necesario terminar con las severas restricciones que los Gobiernos continúan imponiendo como los cierres de fronteras, hoteles sanitarios o las cuarentenas obligatorias que no representan aportes para el sector ni para el país.
Fotografía portada - Simón Blaise