Marcando un nuevo hito en lo que respecta al futuro inmediato del transporte aéreo, Air France realiza el 18 de marzo el primer vuelo de larga distancia con combustible sostenibles de aviación (SAF, por sus siglas en inglés). Utilizando un Airbus A350-900, la operación se realiza con éxito entre París (CDG) y Montreal utilizando un combustible fabricado a partir de desechos y residuos provenientes de la economía circular.
El vuelo hace realidad los compromisos medioambientales de la industria aérea francesa prácticamente en todos los niveles operativos reflejados en la alianza entre Air France – KLM Group (línea aérea), Total (proveedor de combustible), Groupe ADP (aeropuertos) y Airbus (fabricante de aeronaves). Los cuatro grupos orientan sus esfuerzos a descarbonizar el transporte aéreo y desarrollar una industria francesa que produzca SAF a gran escala, condición indispensable para ampliar su uso en los aeropuertos franceses.
En términos generales, los SAF se pueden entender como el resultado de una mezcla de combustible aéreo convencional (Jet-A1) y de biocombustible de aviación sostenible, producido a partir de desechos y residuos provenientes de la economía circular como las grasas animales o los aceites de cocina usados, entre otros. Según las últimas investigaciones, este último tiene propiedades similares a las del Jet-A1 y ofrece una reducción de hasta el 90% de las emisiones de CO2 durante todo el ciclo de vida en comparación con su equivalente fósil.
Los SAF se pueden incorporar sin necesidad de modificar las infraestructuras logísticas de almacenamiento y distribución, ni el equipamiento de los aviones, ni los motores, por lo que no alteran el desempeño ni la seguridad del vuelo. El uso progresivo a escala mundial debiera reducir los costos de su adquisición y también las emisiones de CO2 derivados de la aviación de acuerdo con los Objetivos de Desarrollo Sostenible de las Nacionales Unidas.
La empresa francesa Total realiza la producción este SAF a partir de aceite de cocina, sin utilizar aceite vegetal virgen. Se trata del primero en su tipo hecho en Francia certificado ISCC-EU lo que garantiza su sostenibilidad. En el vuelo se utiliza en una proporción del 16% favoreciendo la reducción de 20 toneladas de CO2, adicionales a las reducciones de emisiones del 25% que genera el A350-900 en comparación con otras aeronaves de similar capacidad más antiguas y menos eficientes.
La operación realizada forma parte de la primera etapa de una industria francesa de SAF. Air France – KLM Group, Total, Groupe ADP y Airbus reconocen que están abriendo el camino para hacer de Francia un país motor de la innovación al servicio de la transición energética y medioambiental.
La legislación francesa contempla la incorporación de un 1% de este tipo de biocombustible en todos los vuelos iniciados en Francia a partir de 2022. De esta manera, busca adelantarse a la incorporación gradual de esta tecnología que debe alcanzar un 2% en 2025 y un 5% en 2030, objetivos contemplados en el marco del “Acuerdo Verde” europeo. En respuesta a este cambio de legislación, Total anuncia la producción de SAF a partir de 2024 desde su plataforma sin petróleo en las afueras de París.
Para que toda la operación sea sustentable, además de la utilización regular del A350-900 en esa ruta de Air France, Total suministra combustible al avión con el primer camión de reabastecimiento 100% eléctrico desarrollado en Francia. Adicionalmente, todo el equipamiento de handling por parte de la línea aérea es eléctrico.
Desde hace más de una década Air France – KLM trabaja en el desarrollo de la tecnología con biocombustibles. En 2009, KLM es la primera línea aérea en realizar un vuelo intercontinental con SAF. Desde entonces, se realizan 78 vuelos entre 2014 y 2016 con un SAF al 10% lo que permite demostrar que su uso no tiene impacto en la seguridad ni en la fiabilidad de las operaciones.
“Junto con la renovación de nuestra flota, los combustibles aéreos sostenibles son la principal acción a mediano plazo que podemos implementar para reducir a la mitad nuestras emisiones de CO2 por pasajero/Km para 2030. Por lo tanto, el SAF está en el centro de nuestra estrategia, junto con el eco-pilotaje y la neutralidad de carbono en nuestras operaciones en tierra”, declara Benjamin Smith, CEO de Air France – KLM Group.
Para Total, el desarrollo de la tecnología de biocombustibles es un elemento clave para afrontar la descarbonización del sector transporte, especialmente para atender los requerimientos de la aviación y las nuevas regulaciones que los Gobiernos están colocando como parte de las exigencias medioambientales para las industrias. “Al reducir directamente la intensidad de carbono de los productos energéticos utilizados por nuestros clientes del transporte aéreo, estamos colaborando activamente con ellos para lograr nuestra ambición de alcanzar la neutralidad de carbono para 2050, junto con la sociedad”, declara Patrick Pouyanné, CEO de la compañía.
En una postura similar se encuentra Groupe ADP como administrador de los principales aeropuertos franceses, incluyendo París (CDG) que es el de mayor movimiento de Europa y hub de Air France. “La hoja de ruta del transporte aéreo europeo tiene como objetivo las emisiones netas cero para 2050, y nosotros, como operadores de aeropuertos, estamos dispuestos a acompañar esta transición energética y a emprender, sin demora, el camino de la transformación de nuestras operaciones e infraestructuras”, sentencia Augustin de Romanet, CEO de Groupe ADP.
Desde la perspectiva del fabricante, Airbus se encuentra realizando varias pruebas para certificar en vuelos los aviones de línea aérea para que puedan utilizar un 100% de SAF en las próximas décadas. Como parte de sus esfuerzos, está instalando estaciones específicas de reabastecimiento de SAF en sus centros industriales, lo que permite a Airbus utilizar este tipo de combustible en sus operaciones de producción, así como durante las entregas de aviones.
“Los combustibles sostenibles son un elemento fundamental para alcanzar nuestros objetivos de descarbonización del sector de la aviación, y Airbus apoya todas las iniciativas que contribuyan a su desarrollo y uso en los vuelos comerciales”, expresa Guillaume Faury, CEO de Airbus.
En el mundo, la pandemia del COVID-19 y la crisis de la aviación está derivando en una aceleración de los compromisos medioambientales. Un resultado derivado de presiones políticas de ciertos sectores, pero que la industria aérea toma como ventaja para acelerar la contribución que viene realizando hace años para reducir su impacto en el medioambiente. Si bien los esfuerzos son significativos, tal como lo demuestran los vuelos utilizando SAF, los equipamientos de aeropuertos eléctricos, el uso de energía renovable y en el futuro nuevas generaciones de aviones, se pide un mayor compromiso transversal en la materia, principalmente de los Gobiernos en la facilitación y abaratamiento de costos para esta incorporar esta tecnología.
“Es necesario que todas las partes interesadas actúen de forma coordinada para aumentar el porcentaje de estos combustibles sostenibles, que ahora pueden utilizarse hasta en un 50% en nuestros aviones, sin ninguna modificación ni impacto operativo, reduciendo en la misma proporción su huella medioambiental”, puntualiza Faury.
Destacando los avances conseguidos, el CEO de Air France – KLM Group agrega que Francia tiene hoy en día la oportunidad de posicionarse como líder en la producción y utilización de combustibles sostenibles. “Estamos haciendo todo lo posible para contribuir a ello junto a nuestros socios. Hacer emerger una industria francesa económicamente viable para todos los actores es una prioridad estratégica para el país y para el grupo”.
Fotografía portada - Air France