Los avances tecnológicos y de accesorios están favoreciendo un desarrollo más acelerado de la simulación aérea. No sólo en lo que respecta a softwares, con escenarios y aeronaves más realistas, sino que también con accesorios, su instalación, uso y también su certificación. Todo en su conjunto amplía el universo para la capacitación y entrenamiento aeronáutico por distintos propósitos.
En este ámbito, diversas empresas están desarrollando más oportunidades para que los pilotos o futuros pilotos puedan mantener sus habilidades de vuelo. Por la aparición de distintas soluciones relacionadas con la simulación de vuelo y el entorno que envuelve a la aviación actual, se habla que el entrenamiento virtual comienza a vivir su mejor momento.
Una de las empresas que comprende esta realidad es la argentina ATOM simuladores. Creada en 2013, hoy se encarga de diseñar, fabricar y desarrollar una serie de productos para simular distintas condiciones de vuelo a todo nivel. Con un rápido crecimiento en su país, hoy están en pleno proceso de expansión para ofrecer soluciones en la región, precisamente, aprovechando la actual “ventana de oportunidades”.
Con una perspectiva desarrollada desde la técnica, aseguran que están en condiciones de ofrecer soluciones innovadoras en un nivel que hasta ahora eran difícil de alcanzar. Gracias al desarrollo de productos (equipos) a la medida, los pilotos como aquellos entusiastas de la simulación aérea pueden concebir su propio simulador dependiendo del nivel que quieran llegar. De esta manera, un simple simulador puede convertirse en una verdadera solución en tiempos adversos -como la pandemia, por ejemplo- con un entrenador de alto nivel que puede estar ubicado incluso en el propio hogar.
Los simuladores ATOM están clasificados en la categoría Flight Navigation and Procedures Trainer (FNPT), pero están en la búsqueda de la certificación Flight Training Device (FTD) en los Estados Unidos. Por ser simuladores de base fija, pueden ser utilizados en todas las etapas de la formación y entrenamiento de los pilotos que van desde los primeros conocimientos de vuelo hasta la práctica habitual. Este tipo de equipos pueden disponer de una certificación adicional que permite simular un vuelo coordinado entre dos pilotos denominada Multi Crew Coordination (MCC). Hasta que no se obtenga esta certificación, el usuario aprende acciones y procedimientos durante la navegación ante de entrar a un nivel superior.
A través de distintos equipamientos, un simulador de vuelo se puede ir perfeccionando hasta el nivel que el usuario determine. En ATOM indican que pueden satisfacer las necesidades de entrenamiento teórico-práctico o de diversión en niveles iniciales, intermedios y profesionales. Por la diversificación de productos y el realismo que consiguen, también se convierten en una verdadera para muchas escuelas de vuelo que demandan estos equipos o soluciones de entrenamiento para sus alumnos.
Como ejemplo de algunos productos disponibles están el Dreamflight -un simulador genérico que puede ser utilizado para fases iniciales de entrenamiento o de diversión como los famosos vuelos online-, los entrenadores terrestres para Beechcraft B200/350, Cessna 172RG/206/210, paneles de aeronaves, rudders, trims, pedales, entre otros. A estos, se agregan accesorios que permiten mantener en óptimas condiciones y permanente actualización el simulador. Uno de los proyectos que destacan son los mandos de potencia y panel central del Boeing 737, uno de los aviones más utilizados en todo el mundo.
El alto nivel de sofisticación en el diseño, fabricación y producción de equipos para los simuladores de vuelo no sólo propician mayores condiciones de realismo, también contribuyen a crear una verdadera tendencia de democratización de este rubro de la aviación. Hoy, es posible concebir un simulador profesional a un bajo costo con los distintos accesorios que el mercado dispone.
Son tres ventajas claves que destacan a este tipo de simuladores: versátiles, modulares y escalables. Con la adquisición de todo el equipamiento, ya sea gradual o inmediato, se pueden ir recreando distintas aeronaves con un alto nivel de realismo.
A nivel de industria, el entrenamiento virtual, la automatización, el nivel de realismo de los equipos y las soluciones de inteligencia artificial están tomando protagonismo en los entrenamientos para la aviación. Se estima que la realidad virtual crecerá con el paso de los años y tendrá un valor más significativo en las distintas etapas de estudio facilitando procesos de aprendizaje con una reducción de costos.
La combinación de todos los elementos mencionados contribuye a crear entornos de capacitación y entrenamiento mejorados para los pilotos. El aprendizaje automático con equipos más realistas favorece la construcción de planes más personalizados o trabajar otros aspectos que necesitan ser reforzados dando valor agregado a los estudiantes y competitividad para las empresas aéreas.
Fotografías - ATOM Simuladores