Con referencia en las decisiones políticas de Islandia y Grecia de abrir sus fronteras a personas que estén completamente vacunadas contra COVID-19, la Unión Europea se prepara para levantar las restricciones de ingreso a personas que estén con sus dosis completas. Si bien, en un principio, serían sólo las personas de los Estados Unidos las beneficiadas, la posibilidad crea una antesala a cómo se podría volver a abrir este mercado después de más de un año de restricciones.
En términos generales, sólo pueden viajar a Europa ciudadanos europeos y personas de terceros países (entre estos de los Estados Unidos) para viajes definidos como “esenciales” o “impostergables”. Como consecuencia, el tráfico de pasajeros desde y hacia Europa cae drásticamente, incluyendo en las rutas del Atlántico Norte que son las de más tráfico internacional en todo el mundo. En ambos casos, las caídas de tráfico se dan por motivos político: primero por el bloqueo colocado por el Presidente Donald Trump al anunciar la prohibición de ingreso a personas que habían estado en países de Europa, incluyendo el Reino Unido e Irlanda; en segundo lugar, está la respuesta de la Unión Europea al limitar viajes no esenciales.
En una entrevista publicada por The New York Times (25/04/2021), Ursula von der Leyen, presidente Comisión Europea, señala que la Unión Europea podría abrir las fronteras a los ciudadanos estadounidenses que estén completamente vacunados para el verano del hemisferio Norte. Señala que, actualmente, Europa y los Estados Unidos están en conversaciones para retomar la normalidad de los viajes y los avances en la vacunación sería una de las condicionantes.
“Por lo que puedo ver, los estadounidenses utilizan vacunas aprobadas por la Agencia Europea de Medicamentos. Esto permitirá la libre circulación y los viajes a la Unión Europea”, declara von der Leyen.
El proceso de inoculación contra el COVID-19 en los Estados Unidos considera a las vacunas desarrolladas por Pfizer-BioNTech, Moderna, Johnson & Johnson. La vacunación en ese país se encuentra en ritmos acelerados entre 2,5 millones y 3 millones de personas por día. Si bien todavía falta un número importante de personas en contar con sus dos dosis, la tasa diaria de inoculación diaria en ese país permitiría a un número de personas a acceder a ese posible beneficio.
Si bien la vacunación en todos los países es una opción voluntaria, tácitamente se vuelve una obligación al menos a corto plazo. En la reapertura, queda en duda que podría pasar con las personas que están inoculadas con vacunas de otros fabricantes, especialmente en China, utilizadas en muchas partes del mundo, y que a fecha de hoy, no están aprobadas por la Unión Europea lo que abre una especie de discriminación que puede ser motivo de objeción y protesta. Lo mismo para personas que no pueden vacunarse ya sea por razones médicas, motivos religiosos u opciones personales. Otros puntos pendientes son las aperturas de fronteras para viajeros con niños dado que la vacunación no está aprobada para personas menores de 16 años y el uso de los pasaportes sanitarios o certificados de vacunación.
La industria aérea solicita a las autoridades no exigir prueba de vacunación como una condición de entrada, basta demostrar una prueba negativa que no está contagiado por COVID-19, al menos en el corto plazo. Apelando a principios fundamentales, considera que la libertad de viajar no es excluyente y pertenece a todas las personas.
Willie Walsh, director general y CEO de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), señala que la opción que abre la Comisión Europea es un paso en la dirección correcta, pero es necesario contar los detalles. “Da esperanza a las personas por muchas razones: viajar, reunirse con sus seres queridos, desarrollar oportunidades comerciales o volver al trabajo. Para cumplir esa esperanza, los detalles de las intenciones de la Comunidad Europea son esenciales”, señala.
El director de IATA si bien valora la apertura con los Estados Unidos, agrega que también se deben incluir a todos los países que usan vacunas por la Asociación Europea de Medicamentos. Para enfrentar el proceso de desconfinamiento, resalta la importancia de contar con una hoja de ruta para que las líneas aéreas puedan contar con la capacidad para reactivar los vuelos a medida que se incrementa la demanda. En ese sentido, Alexandre De Juniac, ex director de IATA, advierte hace unos meses que “reiniciar una línea aérea no es como apretar un interruptor”, resaltando los tiempos necesarios que se necesitan para preparar aviones y tripulaciones.
“Es imperativo que la Comunidad Europea trabaje con la industria para que las líneas aéreas puedan planificar dentro de los parámetros y plazos de salud pública que permitan viajes incondicionales para los vacunados…Igualmente, críticos serán los procesos digitales claros, simples y seguros para los certificados de vacunación”, puntualiza Walsh.
Por ahora, no hay una fecha clara de cuándo los países de la Unión Europea podrían fronteras ya sea para pasajeros vacunados de los Estados Unidos como para el resto de los ciudadanos de otros países independiente del tipo de vacunas contra COVID-19 utilicen. Las líneas aéreas, los aeropuertos y la industria del turismo tienen esperanzas en que finalmente sea este verano 2021 el inicio de la tan ansiada reactivación.
Fotografía portada - SITA