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Australia y Nueva Zelanda retoman vuelos internacionales entre ambos países

Conforme a lo anunciado -y pese a la aparición de nuevos contagios por COVID-19 en días anteriores- Australia y Nueva Zelanda retoman sus vuelos internacionales. Utilizando el concepto de “burbujas de viajes”, las líneas aéreas de esos países realizan los primeros vuelos internacionales regulares después de más de un año de fronteras cerradas.

A primera hora del 19 de abril, Jetstar es la primera compañía aérea en reanudar los vuelos en la ruta Sydney – Auckland con un Airbus A320. Posteriormente, se suma Qantas en la misma ruta con un A330-300. De acuerdo con lo reportado por las dos compañías, ambos vuelos logran una ocupación casi completa de las aeronaves, incluso en Business Class en las operaciones de Qantas. A principios de abril, Air New Zealand también reporta una alta demanda y espera que aumenten a medida que avancen los programas de desconfinamiento y lleguen los periodos de vacaciones de mediados de año.

La burbuja de viajes entre Australia y Nueva Zelanda consideran todas las rutas que las líneas aéreas poseen antes de la pandemia. En el caso de Qantas Group, se consideran 15 destinos entre ambos países con alrededor de 200 vuelos cada semana.

Tanto Air New Zealand como Qantas Group indican que en el corto plazo pueden alcanzar una oferta en términos de asientos disponibles por kilómetro (ASK, por sus siglas en inglés) en torno al 70% en comparación con 2019. Ambas muestran su confianza en estos tramos y las ventajas de las “burbujas de viajes” para anticipar el retorno de los vuelos internacionales a otros mercados e incrementar los escasos ingresos que hoy dependen exclusivamente de los vuelos domésticos.

A modo de ejemplo, el mercado australiano representa para Air New Zealand el 20% de sus ingresos totales por pasajero transportado. Algo similar ocurre para Qantas y Jetstar que tienen a Nueva Zelanda como su segundo mayor mercado internacional que, a fecha de hoy y por las condiciones particulares impuestas por la pandemia, pasa a ser el principal.

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Alan Joyce, CEO de Qantas Group, celebra el acontecimiento por ser un punto de partida para reactivación de la aviación y del turismo, dando a entender que las cuarentenas obligatorias no son aportes si se busca reactivar. “Los viajes sin cuarentena han tardado casi 400 días en realizarse. Reabrir estos vuelos es un hito muy importante en la recuperación de la pandemia para Australia y Nueva Zelanda, pero también para la aviación y el turismo”, dice destacando la posibilidad de reencuentro de familias, amigos y también la reanudación de empleos que dependen de la aviación. “Significa que podemos colocar más aviones y que más gente regrese al trabajo”.

“Ciertamente hemos estado esperando este momento desde hace algunos meses, por lo que tener la burbuja abierta finalmente es fantástico. Será un gran impulso para la economía y el sector turístico de Nueva Zelanda”, puntualiza, Greg Foran, CEO de Air New Zealand.

La única compañía que por ahora se mantiene al margen del reinicio de los vuelos es Virgin Australia. Sus planes son retomar los viajes internacionales a fines de octubre mientras continúa operando vuelos domésticos.

La reactivación de los vuelos entre Australia y Nueva Zelanda también son celebrados por los aeropuertos ya que después de un año comienzan a ver señales de reactivación a medida que los pasajeros comiencen a regresar a los aviones. Los más beneficiados son los aeropuertos neozelandeses de Auckland y Christchurch por el aumento significativo de vuelos con 400 y más de una docena respectivamente. A diferencia de los terminales aéreos australianos, los de Nueva Zelanda tienen menos opciones de desarrollo por las características del país y el menor mercado en comparación con Australia.

Las “burbujas de viajes” son corredores entre dos puntos (ciudades, regiones o países) con un mismo nivel sanitario en relación con la evolución de la pandemia. A través de medidas de confianza mutua, las autoridades establecen controles preventivos armonizados y validados por su contraparte, los que permiten avanzar gradualmente hacia la normalidad.

La primera aplicación del concepto precisamente comienza en Australia, cuando durante 2020 Qantas sugiere aplicar esta idea para estudiar la reanudación de vuelos internacionales en tramos específicos, en su momento a Nueva Zelanda o Fiji. Posteriormente, JAL y Malaysia Airlines sugieren una práctica similar al establecer su acuerdo de negocio conjunto (JBA, por sus siglas en inglés).

Fotografías artículo – Sydney Airport

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