Continuando con los progresos en materia de sostenibilidad, LATAM Airlines informa que en el periodo 2012 – 2020 consigue incrementar en un 6,52% la eficiencia en el consumo de combustible. Los ahorros son el resultado de inversiones permanentes en la adquisición de nuevos aviones más eficientes en comparación con equipos anteriores, políticas de sostenibilidad y de ahorros en la operación -dentro de las limitaciones que no pongan en peligro la seguridad-, todo como parte del plan de acción para reducir el impacto en el cambio climático.
Según informa LATAM, las eficiencias conseguidas en todas las líneas aéreas del holding durante el periodo mencionado evitan un consumo de 353.377.266 galones de combustible lo que equivale a 3.370.583 toneladas de gases de efecto invernadero. En términos financieros, se traduce en un ahorro muy significativo de US$853,3 millones que aportan a la construcción de una empresa más sostenible y preparada para enfrentar los distintos -y más recurrentes- ciclos económicos.
El combustible es el costo operacional más importante de una línea aérea. Por lo tanto, la generación de ahorros es necesaria para avanzar hacia una empresa más sustentable y sostenible. Cabe recordar que la industria aérea funciona con altos costos fijos y múltiples variables internas como externas más allá del ámbito estrictamente operacional. Durante este siglo, las nuevas amenazas a la seguridad (entre las que están la salud global) demuestran las importantes afecciones que sufre el sector lo que repercute en empleos y en los aportes a la sociedad en cada uno de los mercados donde se opera.
Para continuar trabajando en una operación más verde, la principal línea aérea latinoamericana posee el programa LATAM Fuel Efficiency para reducir los costos por combustible con una serie de políticas y procedimientos como el rodaje con un solo motor, mayor utilización de la Unidad de Potencia Auxiliar (APU), la cantidad de combustible que se carga en los aviones, entre otros proyectos en estudio.
Según el Panel Internacional para el Cambio Climático, la aviación es responsable de sólo el 3,0% de la emisión de gases de efecto invernadero. El trabajo de LATAM está centrado en dos áreas: eficiencia del combustible y compensación de emisiones disponibles en el mercado.
En 2020, la disminución de la huella de carbono total de la línea aérea alcanza a las 5.665.551 toneladas de CO2 lo que equivale a una reducción significativa de 54,0% respecto a 2019. La huella de carbono neta alcanza a las 5.521.062 toneladas de CO2 con una baja de 55,0% en relación con ese año. El resultado está directamente influido por la reducción de vuelos como consecuencia de la pandemia y de las restricciones colocadas por los Gobiernos que continúan afectando una normal operación.
Como otras afecciones, la pandemia también impacta las políticas de sostenibilidad lo que puede generar un retroceso respecto a lo que se viene trabajando en años anteriores. En su memoria, LATAM dice que en 2020 aumenta el uso del APU para las operaciones terrestres por el mayor tiempo de turn around por la higienización de las aeronaves y uso del aire acondicionado en los procedimientos de embarque y desembarque con el fin de asegurar una mayor renovación del aire en cabina -adicional a la acción de los filtros HEPA (High Efficiency Particulate Air) que remueven el 99,97% de gérmenes (bacterias, virus u otros).
En 2020, el ahorro bruto es de 32,1 millones de galones de combustible equivalentes a US$63,8 millones. La cifra está condicionada a los efectos de la pandemia, pero la línea aérea dice que su nivel de eficiencia aumenta en 0,52 puntos porcentuales en comparación con 2019.
Dado que se trata de una situación transitoria, pero que no tiene fecha definitiva de término ante los escenarios altamente volátiles que existen en la región, no está claro cuánto es el impacto de la pandemia en los avances de sostenibilidad mencionados considerando la imposición de nuevos procedimientos ajenos al transporte aéreo. A nivel de industria, se indica que estos deben ir disminuyendo a medida que la emergencia va desapareciendo. Mientras tanto, los planes de búsqueda de mayor eficiencia continúan con distintas acciones en curso.
Uno de los más importantes es la optimización de la cantidad de combustible definido para cada ruta lo que favorece a la reducción del peso de los aviones. Para tal objetivo, a fines de 2020 la compañía introduce herramienta de análisis para cruzar información y analizar datos para apoyar las decisiones respecto a la cantidad de combustible ideal en cada vuelo sin que esto represente un riesgo para la seguridad de la operación (estandarizado por normativa a toda la industria).
De acuerdo con las metas de la industria aérea, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) fija el aumento de la eficiencia en el consumo anual de combustible en un 1,5% en el periodo comprendido entre 2005 y 2020. LATAM informa un promedio anual de 2,0% con un 15% de eficiencia en el uso de combustible por cada 100 RTK. IATA considera como base de medición los datos de 2005, pero LATAM realiza comparaciones a partir de 2012.
Fotografía portada - Alfredo Vera