A través de su misión naval logística en los Estados Unidos, la Armada argentina informa de una convocatoria a licitación de dos Sikorsky SH-3H Sea King modificados, actualizados o remanufacturados. El objetivo es aumentar la capacidad logística y militar de su flota orientadas principalmente en las campañas en la Antártica y misiones de búsqueda y rescate (o SAR por sus siglas en inglés). Según lo expresa la institución, desde el 14 de mayo se habilita la recepción de ofertas para adquirir dichas aeronaves.
El proceso considera la capacitación a ocho integrantes del personal técnico, una provisión de repuestos y equipos relacionados con ambas aeronaves provistas para dos años y 500 horas de operación para cada una de estas. Por último, el material solicitado debe incluir un curso de adaptación al modelo SH-3H para dos pilotos.
En lo que respecta a su capacidad operativa, los dos helicópteros deben ser capaces de funcionar en ambiente diurno y nocturno, tener un techo de servicio mínimo de 1.000 pies, una velocidad crucero superior a 110 kilómetros por hora y una autonomía de vuelo superior a las cinco horas. Asimismo, la Armada argentina detalla que las aeronaves deben tener una carga útil externa mayor a 3.600 kilos (Kg.).
Respecto a la condición de las aeronaves, el fuselaje no debe tener horas de historiales de accidentes que impliquen daños estructurales importantes, además de poseer menos de 500 horas desde su última inspección. En su interior, debe tener una capacidad mínima para 15 pasajeros y asientos de tropa de 16G, resistente a los golpes, además de la posibilidad de reacondicionar el interior para la instalación de camillas para evacuaciones aeromédicas o colocar armamento en la puerta de carga.
Otra exigencia interesante está relacionada con su tren de aterrizaje. Argentina exige que debe ser retráctil tipo sponson para incorporar una capacidad anfibia de emergencia y faros de aterrizaje.
Fabricado por los Estados Unidos en la década de 1960, el SH-3H Sea King se concibe como un helicóptero enfocado principalmente a la guerra submarina. En la región está en servicio en países como Argentina, Brasil y el Perú, en distintas versiones. La variante requerida por la Armada argentina se produce en 1973 y entre sus características destaca un sistema de sonar (activos y pasivos) y la capacidad de lanzar torpedos con para caídas para su respectiva estabilización.
El proceso de licitación que se abre para mayo se suma al programa de fortalecimiento y renovación de sus aviones de alta rotatoria en las Fuerzas Armadas y de Orden del país trasandino. A principios de abril, el Ejército informa de trabajos de modernización de cabina de sus Augusta Bell AB-206 y en los días previos al anuncio del concurso para la Armada, un grupo de la Policía de la Provincia de Buenos Aires consigue las respectivas habilitaciones en material Airbus H145, helicóptero adquirido por esta institución.
Fotografía portada - Armada Argentina