Después de estrictos confinamientos y afecciones significativas a la economía del país y al bolsillo de las personas, mismos que llegan luego de un año de ausencia de testeos y controles, la administración de Boris Johnson adelanta parte de su hoja de ruta para reactivar los viajes. Altamente esperada por la industria aérea, del turismo y también por la población, se espera que sea la primera etapa de un desconfinamiento permanente tras avanzar de manera significativa en la vacunación de las personas contra el COVID-19.
La propuesta del gobierno británico es establecer una especie de semáforo sanitario que clasificará a los países. Se adelanta que existirá una discriminación de países y una mantención de ciertos criterios como la obligatoriedad de realizar pruebas de detección del COVID-19 antes de embarcar y al llegar al territorio británico.
Johnson todavía no oficializa los países que formarán parte de cada categoría. Si está claro que entre las variables de la clasificación consideran la prevalencia del virus y de nuevas variantes del SARS-CoV-2, el porcentaje de contagios y de población vacunada entre otras. Al igual que un semáforo existirán países en categoría roja, amarilla (o ámbar) y verde los que harán públicos en las próximas semanas.
Los viajeros procedentes con países que tengan un color rojo deberán realizar cuarentenas en un hotel sanitario y dos testeos. Aquellos procedentes de países con color amarillo (ámbar) también serán sometidos a cuarentenas, pero en sus hogares o lugares de residencias, además de dos testeos. Se estima que la mayoría de los países estén incluidos en esta categoría. Finalmente, los países con color verde sólo deberán realizar dos testeos y estarán libres de cuarentenas. Australia, Corea del Sur, China Taipei y Nueva Zelanda, podrían estar incluidos en la categoría verde.
El Reino Unido tiene anunciado que la gente podrá volver a viajar a partir del 17 de mayo. Los anuncios de apertura han favorecido a un aumento significativo de las reservas aéreas y de agencias de viaje hacia destinos del Mediterráneo. Muchas líneas aéreas están altamente expectantes con la hoja de ruta del gobierno para poder cumplir con sus clientes e iniciar una urgente reactivación. Sin embargo, algunos operadores critican la demora y mayores certezas en los anuncios ante una temporada alta casi encima. Jet2 es una de las compañías que critica la falta de precisión en los anuncios y por lo mismo extiende la suspensión de operaciones hasta junio.
En una de sus primeras misiones, Willie Walsh, nuevo director general y CEO de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), destaca que los anuncios de Johnson son un paso importante en la recuperación de derechos sociales y beneficios económicos como lo es la libertad de viajar.
“El marco que establece esta iniciativa da cierta claridad tanto a los viajeros como a la industria de viajes. La intención de utilizar un sistema digital, como el IATA Travel Pass, para gestionar las pruebas y la documentación de vacunación es una garantía importante de eficiencia para los procesos de facturación y de frontera. Y desarrollar un plan para reabrir los viajes es un paso por delante de la mayoría de los demás países”, expresa.
Como en todo el mundo, IATA resalta que reiniciar los viajes es importante para impulsar la economía del Reino Unido y el bienestar de sus ciudadanos. Enfatiza que el éxito de la política estará a cargo de los propios viajeros que necesitan de un sistema que no implique cuarentena. “Debe ser fácil de entender, predecible, asequible y conveniente. Con eso en mente, hay más trabajo por hacer hasta el 17 de mayo”, dice el ex consejero delegado de IAG y que hoy dirige IATA.
Pese al anuncio, Walsh critica la dependencia de la prueba PCR por ser de alto valor en el Reino Unido lo que contrasta con la promesa de “viajes asequibles y accesibles”. No está en contra de la toma de pruebas, pero sugiere que se debe reemplazar por pruebas rápidas.
El alto precio de una prueba de salud que es exigida arbitrariamente por un Gobierno es un desincentivo para viajar y destruye los esfuerzos desplegados por años por las líneas aéreas, los aeropuertos y también por distintas autoridades en generar condiciones para una democratización de la aviación en todas sus formas. En este caso, el impacto afecta a quienes menos tienen y que gracias a los nuevos modelos de negocios pueden acceder a viajes en avión a menores costos. Con una crisis económica sin precedentes, la aviación ofrece hoy herramientas para reactivar la demanda y con ello muchas industrias con sus respectivos empleos manera segura y democrática.
IATA recomienda al Gobierno del Reino Unido ofrecer a los viajeros la posibilidad de utilizar pruebas rápidas más rentables, eximir de IVA todas las pruebas contra COVID-19 para abaratar sus costos y fomentar el testeo, e involucrar a la Autoridad de Competencia y Mercados del Reino Unido para que actúe a favor de los consumidores. Insta a lanzar una investigación en relación con el mercado de pruebas contra COVID-19. Asimismo, postula que el reinicio de la actividad aérea presenta una oportunidad para salvar 860.000 empleos en el Reino Unido que están amenazados por extensas cuarentenas y restricciones.
Fotografía portada - London Heathrow Airport