Continuando con señales esperanzadoras para la industria aérea, presentes desde comienzos de año, un informe de la consultora Oliver Wyman anticipa que el sector del transporte aéreo domésticos en los Estados Unidos podría recuperarse de la crisis del COVID-19 hacia 2022. La proyección está basada en el comportamiento de la demanda de las últimas semanas, las medidas económicas impulsadas por el Gobierno y los programas de vacunación masiva. Las estimaciones también se alinean con los pronósticos individuales y señales que las líneas aéreas como otros sectores aeronáuticos entregan.
La consultora reconoce que el momento continúa siendo complejo, pese a las buenas señales que se están dando en términos de reactivación. En ese sentido, indican que el desempeño financiero continuará siendo adverso durante este año debido a las consecuencias arrastradas de 2020 con la drástica reducción de la demanda, la ausencia de tráfico corporativo y la interrupción de los viajes internacionales. Precisamente, reconoce que la pandemia del COVID-19, además de reprimir la demanda doméstica (aún cuando es fuerte en los Estados Unidos), impone un retroceso de dos décadas de crecimiento, es decir desde la crisis de 2001.
Lo anterior, está en sintonía con otras previsiones que señalan que el tema financiero continuará generando presión debido a las perspectivas similares a 2020 con pérdida y mucho gasto. Las líneas aéreas tendrán mayor competencia, ya que saldrán a buscar pasajeros lo que obliga a incentivar la demanda a través de los bajos precios. Algo similar se puede aplicar al segmento de aviación corporativa. Las compañías de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) siguen estando más preparadas por funcionar con una estructura sencilla, tener costos bajos y tener asumido una política permanente de estímulo a la demanda.
Según la Asociación Global de Viajes de Negocios (GBTA), tres cuartos de las empresas del mundo cancelaron los viajes dentro de sus fronteras y el 93% lo hizo en rutas internacionales durante 2020. Como consecuencia, parte del tráfico Premium de las líneas aéreas desaparece, eliminando los ingresos más altos por pasajeros que en los Estados Unidos es de un tercio de los ingresos totales, pese a que en el total de pasajeros representa un porcentaje muy reducido.
Ante la ausencia de la demanda Premium, el tráfico de placer y V.F.R. (Visit Friends & Relatives) toma protagonismo y es al segmento que están apuntando todas las líneas aéreas estadounidenses, independiente de su modelo de negocio. Mientras los destinos vacacionales concentran el interés de la demanda doméstica, rutas a México y el Caribe están entre las preferidas de los viajeros para la próxima temporada de verano del hemisferio Norte. Sudamérica también figura entre los planes, pero podría tener una situación más adversa por las decisiones de algunos Gobiernos de imponer nuevas restricciones. Cabe recordar que mercados como Colombia y Ecuador, además de Brasil están liderando la reactivación.
Según Oliver Wyman, durante la segunda mitad de 2020, el tráfico aéreo de pasajeros se mantiene al 40% respecto a los niveles de 2019 durante los días festivos, tomando como referencia los datos de la Administración de Seguridad del Transporte (TSA). El escenario continúa con una perspectiva similar en los primeros meses del presente año.
En términos comparativos, la consultora indica que el ingreso por asiento disponible por milla recorrida (RASM) de las compañías catalogadas como “legacy” cae en un 47%% mientras que el de las LCC apenas lo hace en un 34% para el segundo y tercer trimestre 2020.
Una ventaja que presentan los Estados Unidos es su gran mercado doméstico lo que le permite compensar la pérdida internacional. Si bien las líneas aéreas estadounidenses están afectadas por la ausencia de tráfico internacional (como hacia Europa o Asia) su situación es menos grave que las líneas aéreas europeas, las del Medio Oriente o incluso las canadienses, afectadas seriamente por un prolongado y dañino cierre de fronteras.
En 2021 y quizás 2022, los viajes nacionales en los Estados Unidos continuarán tomando protagonismo ante el temor de que los Gobiernos de otras partes del mundo continúen colocando restricciones o no levanten las medidas. Algunos países, sectores políticos y gremiales pueden condicionar a sus autoridades a mantener las restricciones como una medida de presión para sus propios fines utilizando como herramienta política la situación sanitaria por el COVID-19 y los medios de prensa.
Hay dos puntos esenciales en la reactivación de la aviación de los Estados Unidos. Por un lado están las ayudas económicas no sólo para proteger a la industria aérea, sino también para asegurar la reactivación en el momento apropiado. Por otro, está el programa de vacunación.
Las ayudas económicas entregadas por el Gobierno de los Estados Unidos a través de la Ley CARES (Coronavirus Aids & Relief Economic Act) han sido claves. Hasta la fecha, son tres paquetes multimillonarios para distribuir en varios sectores, incluido el transporte aéreo, pero desde una perspectiva industria, es decir considerando a las líneas aéreas, los aeropuertos y los proveedores. Dos paquetes se entregan con la administración de Donald Trump y una bajo Joe Biden.
Los aportes fiscales permiten asegurar parte de las nóminas y evitar un mayor desempleo, independiente de la reducción de capacidad. Esto favorece a las líneas aéreas a reactivar su personal cuando sea necesario, situación que está ocurriendo por estas semanas con anuncios de American Airlines, Delta y United, además de los crecimientos de Frontier o Southwest, por mencionar algunas.
El segundo factor es el masivo proceso de vacunación que va en creciente aumento. Según la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), las vacunas están alentado a las personas a tomar decisiones de viaje con mayor seguridad. En el primer trimestre, más de 113 millones de personas en los Estados Unidos han sido inoculadas contra el COVID-19 de las cuales más de 40 millones tienen las dos dosis. En promedio, el país registra una vacunación de 2,5 millones de personas por día y estudios indican que se podrían alcanzar los tres millones de inoculaciones diarias.
IATA indica que las reservas aéreas muestran alzas importantes impulsados por el efecto de la vacunación. En enero, se ubican al 39%, para luego subir en febrero al 50% y en marzo llegan al 66%, todas respecto a los niveles del primer trimestre 2019 para los vuelos domésticos. En las rutas internacionales, se observa una tendencia similar, pero a un nivel menor: en enero se ubican al 16%, en febrero al 20% y en marzo al 32% en comparación con el primer trimestre 2019.
De acuerdo con el gremio que representa a la mayoría de las líneas aéreas, la reactivación de la demanda es “una buena señal” en los Estados Unidos tomando en cuenta que los viajeros nacionales son la principal demanda de las líneas aéreas de ese país. Un 85% de sus pasajeros son domésticos y un 73% de los ingresos provienen de esa unidad de negocio.
El Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI) reafirma lo anterior. Señala que los mercados con un gran volumen de pasajeros domésticos y menos restricciones podrán ver una reactivación anticipada de los niveles de demanda. Estados Unidos cumple con esas dos características.
Fotografía portada - Chicago Airport