A pesar de que las drásticas restricciones impuestas por la pandemia en muchos países que amenazan la destrucción de empleos en la aviación, las señales de reactivación en algunos mercados y las proyecciones de recuperación en los próximos años reabren las esperanzas para muchas personas que buscan cumplir su sueño de ser piloto. Si bien el escenario inmediato es adverso, expertos señalan que las oportunidades están y, en eso, quienes inician su formación o están en proceso de entrenamiento son los más favorecidos.
Según los datos de la industria aérea, la reactivación de la demanda está prevista para entre dos a tres años plazo. Por lo tanto, es posible planificar una carrera aeronáutica como piloto de manera gradual para estar listo cuando los llamados de las empresas se reactiven. También es un momento para reforzar estudios y mantenerse vigente.
En ese ámbito, el mercado de los simuladores aéreos se hace presente, comenzando con una amplia gama de oferta que parece ampliarse cada día en comparación con años anteriores. Gracias al desarrollo de nuevas tecnologías y también emprendimientos, se traduce en una democratización del rubro.
A nivel de industria, los simuladores de vuelo son necesarios para cada etapa de formación de los aspirantes a pilotos y también para mantenerse vigentes en su(s) respectiva(s) habilitaciones. Para conseguir ese propósito, los simuladores profesionales que califican para una instrucción deben contar con certificaciones que establecer el estándar de los distintos equipos disponibles para las distintas etapas del entrenamiento de un profesional de vuelo.
Como ocurre en todos los ámbitos de la aviación, los simuladores de vuelo son clasificados según sus características y para el entrenamiento al cual están dirigidos. En términos generales, los simuladores de vuelo, cuya denominación correcta es Flight Simulation Training Device (FSTD) se distribuyen en tres niveles: Flight Navigation and Procedures Trainer (FNPT), Flight Training Device (FTD) y Full Flight Simulator (FFS).
Los FNTD son simuladores de base fija y pueden ser utilizados en todas las etapas de la formación y entrenamiento de los pilotos: desde las primeras etapas hasta la práctica habitual de los procedimientos de emergencias. Este tipo de equipos pueden disponer de una certificación adicional que permite simular un vuelo coordinado entre dos pilotos denominada Multi Crew Coordination (MCC). Hasta que no se obtenga esta certificación, el usuario aprende acciones y procedimientos durante la navegación ante de entrar a un nivel superior.
El segundo nivel es el FTD que si bien son de base fija, emula a un tipo de aeronave como puede ser un Cessna 172 o un Airbus A320, por mencionar algunos. Por su tipo, la certificación establece que estos equipos sólo pueden ser utilizados para la capacitación y entrenamiento en la habilitación que corresponda y no otra. Un dispositivo FTD se utilizan por lo general en la última etapa del entrenamiento con el fin de preparar el alumno en los procesos de selección de una empresa aérea como ocurre en las líneas aéreas. Mientras los FSTD permiten practicar la navegación, los FTD se utilizan para los procedimientos.
Finalmente, los FFS son los más conocidos por ser de una base móvil que proporcionan movimiento y vibración permitiendo simular completamente un vuelo con el mayor realismo posible. Con una alta complejidad técnica son utilizados por las empresas aéreas para los entrenamientos más avanzados y revalidaciones de la habilitación para en el modelo de aeronave correspondiente.
Con la aviación en su mayoría todavía detenida, la ampliación del mercado de simuladores de vuelo es fundamental para satisfacer la alta demanda de entrenamiento de pilotos como de aquellos futuros aspirantes que necesitan mantener al día sus conocimientos y habilidades. A ese segmento, apunta ATOM, una empresa argentina crece en la región ofreciendo soluciones de entrenamiento a la medida.
Creada en 2013, se definen como una empresa de diseño y fabricación de productos que simulan condiciones de vuelo reales. Si bien sus productos están dedicados al entrenamiento profesional, en capacitaciones teórico-prácticas, indican que también pueden ser utilizados para fines recreacionales por los propios estudiantes como por el público general que busca acercarse a la aviación. Actualmente, la empresa está en ocho países: Argentina, Bolivia, Estados Unidos, España, México, Paraguay, Perú y recientemente Chile. En este último, están representados por la firma local Ferrypilot, experta en el traslado de aeronaves y personalización de la aviación.
Con un equipo conformados por ingenieros y técnicos de destacada trayectoria, señalan que es posible crear nuevos niveles de simulación dentro de las categorías establecidas con el fin de atender las exigencias de un mercado altamente competitivo. Precisamente, dicen estar dispuestos a resolver con dispositivos de última generación las necesidades de sus clientes.
En ese contexto, aseguran que pueden generar un efecto disruptivo en el mercado que rompa con la exclusividad de los simuladores aéreos en los mercados donde están presentes como en los que están por ingresar. Con la simulación de vuelo dominada por un número reducido de empresas, los costos de entrenamiento se elevan. En ese sentido, su enfoque es brindar dispositivos con los cuales las personas puedan armar un buen simulador en sus hogares según las necesidades que posean facilitando el entrenamiento de los actuales como futuros pilotos.
Desde Ferrypilot señalan que los simuladores ATOM están en la categoría de FNPT. Sin embargo, adelantan que está en curso el proceso de certificación de FTD en los Estados Unidos. Anticipando su llegada, señalan que al estar certificados en los Estados Unidos, el proceso en el país se verá facilitado lo que permitirá ampliar la democratización de la simulación en vuelo en el país.
Como toda la industria de la aviación, en ATOM comparten la convicción de la asociación estratégica y del esfuerzo colectivo para generar ventajas competitivas en la industria y satisfacer las crecientes necesidades. Aseguran que en conjunto con sus representantes en los diferentes países donde se encuentran, no sólo pueden ofrecer los mejores productos en cuanto a diseño y fabricación, sino que también en lo que respecta a la instalación y servicio post venta de estos lo que los hace únicos.
Fotografía portada – Simuladores ATOM