Después de un exitoso programa de auditoría a los protocolos aplicados, el aeropuerto Diego Aracena de la ciudad de Iquique se convierte en el segundo terminal aéreo de Chile en recibir la Acreditación Sanitaria Aeroportuaria (AHA, por sus siglas en inglés) del Consejo Internacional de Aeropuertos (ACI). La certificación entregada el 22 de marzo, pero informada el día 30 de ese mes, valida las acciones sanitarias establecidas por el administrador a cargo de la empresa APORT y permite brindar una mayor confianza de los viajeros en el uso de las instalaciones.
La entrega de la acreditación refleja el compromiso del aeropuerto por proveer instalaciones seguras para la salud, reforzando la acción privada y pública que los distintos terminales aéreos de Chile realizan para enfrentar la pandemia del COVID-19. Al igual como ocurre con las operaciones aéreas, la seguridad en los aeropuertos es la prioridad número uno para la industria aérea. Eso implica no sólo la seguridad física, sino que también la sanitaria para enfrentar amenazas como lo es la pandemia del COVID-19.
Gestionado por APORT, el aeropuerto Diego Aracena de Iquique es uno de los primeros terminales aéreos en adaptar su equipamiento y mobiliario a las recomendaciones sanitarias con el fin de disminuir, en la medida de lo posible, las afecciones que estas tienen en la experiencia de viaje. Algunas de las medidas implementadas forman parte de una inversión por CLP40 millones compartidas con el aeropuerto de Antofagasta (también a cargo de la misma concesión).
Entre los equipamientos colocados están la instalación de lavamanos portátiles, tótems dispensadores de alcohol gel, alfombras sanitizadoras en los accesos. A esto se suman barreras acrílicas para los mostradores de check-in y mostradores de atención, gráficas para educar y concientizar las medidas de higiene y autocuidado.
En las salas de embarque, se cambian la disposición de los asientos para que los pasajeros tengan una distancia mínima, con corridas de tres o cuatro sillas cada una con separadores de acrílico que también están disponibles en mesas para garantizar un distanciamiento. El objetivo es proveer una calidad de servicio al mismo tiempo que se brinda una experiencia segura a los pasajeros. Actualmente, los aeropuertos no son focos de contagios por COVID-19.
El aeropuerto de Iquique es uno de los más importantes para la conectividad aérea de Chile. En términos de movimiento de pasajeros, es uno de los tres terminales aéreos con mayor movimiento en Chile, pese al grave impacto que generan las restricciones impuestas unilateralmente por las autoridades de gobierno. Según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), en febrero moviliza 82.263 pasajeros en vuelos domésticos e internacionales con una caída en torno al 60,3%.
Producto de la red punto a punto, Iquique está conectado con cinco rutas domésticas hacia las ciudades de Arica, Antofagasta, Concepción, La Serena y Santiago, atendidas por LATAM, SKY, JetSMART y Aerovías DAP (vuelos chárter). Junto con Antofagasta y Santiago es uno de los pocos aeropuertos que posee servicios internacionales, en este caso a La Paz, Bolivia, operado por Amaszonas. Previo a la pandemia posee además, enlaces con Asunción, Lima y Salta (no regular o de temporada).
El programa de AHA de ACI esta diseñado para apoyar a los aeropuertos en la correcta verificación de las medidas implementadas en línea con las recomendaciones del Grupo de Trabajo para la Recuperación de la Aviación (CART) de la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI). En la acreditación se consideran todas las áreas y etapas del proceso que realiza el pasajero desde su ingreso a la terminal hasta el embarque en el avión o en su camino desde el avión hasta el retiro de equipaje o salida. Se incluyen también locales comerciales y de comidas, salas VIP, control de pasaportes, aduanas, cintas de equipaje y zona de salidas, además de las comunicaciones que se realizan.
Los beneficios de una acreditación sanitaria estandarizada a nivel mundial permiten demostrar a los usuarios y a los Gobiernos las acciones que el aeropuerto realiza en materia de seguridad, además de validar las propias medidas implementadas. También promueve la generación de confianza en el público, las mejores prácticas en línea con estándares internacionales y el reconocimiento de la excelencia profesional y del mantenimiento de la infraestructura y del equipamiento.
Fotografía portada – APORT