La tendencia de quitar al elemento humano de la cabina de mando en las aeronaves continúa acelerándose con el avance de la tecnología, al menos para las misiones de alta complejidad. Mediante la utilización de un nuevo computador para el control de vuelo, Erickson explora desarrollar una versión mejorada del S-64 Air Crane sin pilotos.
Más allá de la imaginación, los primeros avances de esa eventual realidad tienen lugar en 2020 cuando el fabricante desarma el helicóptero N179AC, conocido como “Elvis”, utilizado en el combate de incendios forestales para una reconstrucción con fines de investigación. La intención es probar en ese equipo la nueva tecnología o una especie de “ciborg aéreo” como algunos ingenieros declaran a algunos medios de prensa especializados.
La motivación de Erickson para explorar esta nueva versión del Air Crane es la expansión de sus capacidades en dos ámbitos clave: el transporte de carga militar en zonas de conflicto o con geografía compleja o bien incrementar la efectividad en las tareas de extinción de incendios. En ambos casos, lo que se busca que el medio aéreo cumpla sus propósitos en todo ámbito con toda seguridad, pero sin que esta signifique poner en peligro a más vidas humanas.
Al incrementar las capacidades del helicóptero, el fabricante ve oportunidades comerciales altamente auspiciosas a medida que aumenta la demanda por estas aeronaves en varias partes del mundo. La eliminación del elemento humano también es atractiva porque permite reducir costos y ampliar el uso de las aeronaves, especialmente en condiciones adversas, llevándolas a un nuevo nivel.
El S-64 Air Crane tiene su origen en las décadas 1950 y 1960 cuando varios países desarrollan helicópteros para distintas funciones, incluyendo del “tipo grúa” para satisfacer las bases provisorias en todo el mundo. Con ese propósito, la Organización del Atlántico Norte (OTAN) realiza una oferta para un helicóptero de esas características, el cual es adjudicado al proyecto de S-64 de Sikorsky.
Desde su puesta en servicio, el helicóptero demuestra ser un caballo versátil, confiable y rentable para la industria de la construcción, petróleo y forestal. Sin embargo, su principal contribución está en el combate de incendios forestales. Entre sus capacidades destacan su estanque de 10.031 litros (2.650 galones) que se carga por una manquera en un periodo de no más de 35 segundos, una capacidad de carga útil de 9.072 kilos (20.000 libras) con un alcance de 200 millas náuticas (370 kilómetros) o una autonomía de 2,5 horas.
En 1992, Erickson Air Crane adquiere el certificado tipo y desde ese entonces, asume la comercialización del proyecto alrededor del mundo para distintas aplicaciones industriales.
La utilización de nuevos controles de vuelo que permitirían prescindir del piloto en la cabina cobra relevancia en los pasados días cuando FedEx realiza un vuelo comercial en un ATR 42-300 con un solo piloto. Hasta el momento es la aeronave de mayor capacidad que ensaya esta tecnología, aunque sea manteniendo un solo piloto.
El vuelo de FedEx como la idea de Erickson aplicada al S-64 evidencian que la industria de la aviación está acelerando proyectos anteriores. Desde 2013, Sikorsky está en la búsqueda de una operación segura con un solo piloto al mando en helicópteros pesados con el objetivo final de conseguir el vuelo autónomo en todas las aeronaves tanto de ala rotatoria como de ala fija.
Otras empresas como M2C Aerospace empieza en 2018 el desarrollo de un sistema de gestión de vuelo (FMS) para aviones comerciales a fin de eliminar a un piloto. Las primeras pruebas se realizan en un ATR 42 desde la isla de Antigua hacia los Estados Unidos.
Fotografías – Erickson