Con el fin de garantizar que las personas que viajen lo hagan en condiciones de salud o estén vacunados contra el COVID-19, distintos Gobiernos de todo el mundo ven con mayor aceptación el uso de los llamados pasaportes sanitarios. Impulsados por las líneas aéreas con el fin de reactivar el sector después de un año de severas restricciones impuestas por las autoridades que han supuesto una caída del 67% del tráfico de pasajeros en 2020, muchas de las cuales continúan, lentamente se están convirtiendo en una realidad y posiblemente en un requerimiento que los viajeros tengan que aceptar en el corto plazo.
Los Emiratos Árabes Unidos son en el primer país en anunciar el uso de un pasaporte sanitario con pruebas de la aplicación Travel Pass de la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA). La herramienta comenzará a ser utilizada en marzo por Emirates y Etihad para la salida de sus vuelos desde Dubái y Abu Dhabi, respectivamente. Por el momento, son sólo unos destinos considerados en la prueba, pero posteriormente las dos compañías buscan extenderlo a toda la red.
“Las pruebas negativas de COVID-19 y las vacunas serán clave para que el mundo vuelva a volar”, dice Mohammed Al Bulooki, director de Operaciones de Etihad. En su opinión, los pasaportes sanitarios son una herramienta fácil, segura y eficiente de identificar la información de los pasajeros, especialmente cuando existen múltiples requerimientos.
Más al norte, Qatar Airways también tiene considerado utilizar la aplicación IATA Travel Pass. A partir de marzo, lo comienza a utilizar en la ruta Doha – Estambul (IST) a modo de ensayo. Para la compañía, la aplicación es una forma adicional de garantizar viajes sin contacto. “Es la última herramienta en la lucha contra la propagación del COVID-19”, menciona Su Excelencia Akbar Al Baker, CEO de Qatar Airways. “Permite a los pasajeros concretar de manera segura y sin esfuerzo sus planes, con la seguridad de que su viaje se ha verificado. La credencial se basa en la información COVID-19 más reciente, las regulaciones de privacidad de datos más estrictas y las reglas de entrada en el destino a donde viajarán las personas”.
El emirato de Bahrain también se suma al uso de pasaportes sanitarios. Con una iniciativa local a través de la aplicación “BeAware”, las autoridades buscan que los ciudadanos tengan un certificado oficial de vacunación dos semanas después de haber sido inoculados con las dos dosis. De esta manera, cada persona vacunada tendrá en la aplicación un código QR asociado al registro de vacunación del país.
Con la tasa más alta de vacunación por habitante, Israel también está introduciendo el uso del pasaporte sanitario. Si bien en un primer término lo está aplicando a algunos servicios esenciales de la vida diaria no se descarta que también lo utilice para otros propósitos como los viajes.
Al otro lado del mundo, en Oceanía, Air New Zealand se suma recientemente al uso del IATA Travel Pass a partir de abril en la ruta Auckland – Sydney. Aunque inicialmente a modo de prueba, la aplicación será utilizada como un pasaporte sanitario que identifique que las personas están vacunadas contra el COVID-19 permitiendo que las autoridades puedan verificar rápidamente sus condiciones de salud y los viajeros puedan acceder a la información que necesitan
Qantas también considera la opción de este tipo de tecnología para aplicarla como requisito para viajar. Hace algunos meses, el CEO de la compañía, Alan Joyce, establece una polémica en la industria aérea al sugerir la posibilidad de aceptar en los vuelos a sólo a pasajeros vacunados, medida que no es compartida por todos en el sector ni en el propio gobierno australiano. Si bien el eventual uso de un pasaporte sanitario tiene un propósito más amplio, no está lejos de la petición del directivo. Actualmente, la línea aérea australiana ensaya el CommonPass y el IATA Travel Pass.
El pasaporte sanitario de IATA también despierta interés en Lejano Oriente y Sudeste Asiático. A fines de esta semana, Malaysia Airlines es la primera compañía en esa región en seleccionar el Travel Pass como herramienta para la reanudación segura de los viajes.
En África, RwandAir también se convierte en la línea aérea pionera en su región en adoptar el IATA Travel Pass. Su uso comienza en abril en la ruta Kigali – Nairobi como parte de una prueba de tres semanas. La línea aérea forma parte del grupo de trabajo de IATA para desarrollar el pasaporte sanitario. “Travel Pass facilitará a nuestros clientes la reanudación de sus viajes y es fácil para la línea aérea y las compañías del resto del mundo aceptarlo”, expresa Yvonne Manzi Makolo, CEO de RwandAir.
Más en Occidente, algunos países europeos -como Dinamarca-, plantean tener la posibilidad de contar con un pasaporte digital para que una persona está o no vacunada. La propia Comisión Europea también quiere crear un certificado de vacunación reconocido por sus 27 países miembros con el fin de que las personas puedan moverse con libertad. En los Estados Unidos, la administración de Joe Biden analiza una acción similar con la posibilidad de vincular el certificado de vacunación a una base de datos.
Algunas líneas aéreas están trabajando de manera independiente con aplicaciones para la entrega de resultados de las pruebas contra el COVID-19. American Airlines tiene una alianza con VeriFly que brinda a los pasajeros confirmar toda la documentación requerida y almacenar los datos de los resultados de las pruebas PCR. Dicha aplicación está disponible en varias rutas, incluidos los vuelos hacia y desde Chile, junto con el acceso al programa LetsGetChecked que permite realizar exámenes de salud contra el COVID-19 en el lugar de residencia en los Estados Unidos días antes de viajar.
En América Latina, Copa Airlines es la primera línea aérea latinoamericana que hará uso de los pasaportes sanitarios con el IATA Travel Pass. La línea aérea junto con el Gobierno de Panamá está comprometidos a generar una herramienta estandarizada para ayudar a los pasajeros a administrar los viajes de manera más fácil y segura de acuerdo con los requisitos gubernamentales. Si bien su uso es todavía a modo de prueba, se lo considera como una herramienta para restablecer los viajes y el turismo al menos en el corto plazo.
Por el momento, ningún otro país de la región expresa públicamente la opción de tener un pasaporte sanitario. Sólo como monitoreo interno, Argentina y Colombia utiliza aplicaciones para verificar las condiciones de salud la que deben ser usada de manera obligada por todos los viajeros.
En abril de 2020, el ex ministro de Salud de Chile, Jaime Mañalich, plantea la opción de un “carnet COVID” para los pacientes recuperados de coronavirus y anticipa que los certificados de vacunación serían una realidad. En su momento, recibe amplias críticas por su planteamiento el cual tampoco es apoyado por la administración de Sebastián Piñera. En noviembre 2020, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, manifiesta que la cartera de Salud iba desarrollar una aplicación para acompañar la apertura de fronteras, pero hasta la fecha no hay novedades de ello ni tampoco nuevas menciones.
Las críticas a un certificado de vacunación o de alta contra el COVID-19 expresadas en Chile si bien están relacionadas más al contexto político contingente local, también se hacen presentes en otras partes del mundo con algunas diferencias. Para algunos, afecta seriamente la privacidad de las personas y temen que las empresas o incluso de los propios Gobiernos puedan acceder a información privada para otros fines distintos a temas sanitarios, además de crear un trato desigual entre los ciudadanos. Incluso, se infiere que acciones como las llevadas a cabo por Israel fuerce a las personas a vacunarse independiente si están o no a favor.
Por el momento, la eventual implementación de los pasaportes sanitarios está generando una carrera entre empresas de tecnología y aplicaciones. Al IATA Travel Pass, se suma también la plataforma Health Protect de SITA para ayudar a las líneas aéreas, los aeropuertos, los Gobiernos y las personas para compartir de manera segura información sobre resultados de pruebas de salud contra el COVID-19 o de vacunación previo o durante el viaje. La herramienta está impulsada en cooperación con los Emiratos Árabes Unidos y con el aeropuerto Malpensa de Milán en Italia.
En los Estados Unidos, IBM trabaja en un pasaporte de salud para los trabajadores a fin de que puedan reanudar sus funciones de manera presencial con total seguridad. En el Reino Unido, empresas de tecnología como iProov y Mvine también incursionan en los pasaportes sanitarios, aunque de manera oficial la administración de Boris Johnson, cuestionada por su manejo de la pandemia y sus severas restricciones a los viajes, no considera el uso de herramientas de verificación de salud para las personas.
Las múltiples herramientas en desarrollo pueden generar a corto plazo una falta de enfoque universal contraviniendo el propósito para el cual se crean. Cabe recordar que la ausencia de multilateralismo es una característica del sistema internacional durante la pandemia del COVID-19, la que continúa manifestándose hasta el día de hoy con las prohibiciones de viaje, el cierre de fronteras y otras medidas que se implementan de manera unilateral e incluso inmediata.
Fotografía portada - Sita