Como parte del establecimiento de su alianza con JetBlue, American Airlines informa un crecimiento en 33 rutas propias y operadas bajo códigos compartidos desde los hubs de Nueva York (JFK) y Boston. En ese contexto, la línea aérea estadounidense anuncia que, a partir del 06 de mayo, comienza a operar su nuevo servicio Nueva York (JFK) – Santiago.
Se trata de la tercera ruta sin escalas que American abre hacia Santiago y la primera vez que lo hace desde Nueva York. Históricamente, la compañía opera a la capital chilena desde los centros de conexiones en Miami y Dallas Fort Worth (actualmente suspendido por la baja demanda y las restricciones del Gobierno de Chile respecto a viajes internacionales), por lo que la nueva operación representa un incremento significativo de la oferta con posibilidades de conexión.
Según informa American, los vuelos Nueva York (JFK) – Santiago están programados con una frecuencia de tres veces por semana. La ruta está programada con equipos Boeing 777-200ER con capacidad para 273 pasajeros distribuidos en 37 asientos en Business Class, 24 en Economy Premium, 66 en Main Cabin Extra y 146 en Main Cabin. Por consiguiente, la oferta semanal es de 1.638 asientos en ambos sentidos.
La nueva ruta desafía directamente el liderazgo de LATAM, único operador entre Nueva York (JFK) y Santiago. Si bien la oferta es menor, no se descarta que el ingreso de American en dicho tramo genere una dinámica competitiva no sólo entre las dos líneas aéreas, sino que también entre otros operadores que atienden los dos destinos a través de sus respectivos centros de conexiones.
Pese a las restricciones de capacidad, LATAM continúa teniendo una amplia presencia en Nueva York (JFK) con vuelos desde Lima, Santiago y Sao Paulo (GRU) ofreciendo múltiples opciones de conectividad a través de la red de Delta. A través de sus centros de conexiones, también ofrece a los pasajeros que viajan desde el área de Nueva York u otras ciudades un acceso a toda Sudamérica.
La acción de American continúa con la estrategia de fortalecer su posición en el mercado latinoamericano, especialmente tras la asociación estratégica y acuerdo de negocio conjunto (JBA, por sus siglas en inglés) de LATAM con Delta. La línea aérea con sede en Dallas Fort Worth tenía anunciado un ambicioso plan de crecimiento en ese sentido en la región con incremento de operaciones a Bogotá, Lima y Santiago, los que son pospuestos por las restricciones de la pandemia.
Además de Santiago, a partir de la misma fecha lanza vuelos diarios desde Nueva York (JFK) hacia Bogotá, Cali y Medellín (MDE). Se agregan vuelos semanales a St. Lucía y Turcos y Caicos a partir del 05 de junio para atender la demanda de viajes de vacaciones del verano.
Al anunciar las nuevas rutas y la implementación de su acuerdo con JetBlue, American declara que está cumpliendo su promesa de introducir mejores alternativas de viaje en rutas desde el área de Nueva York (JFK, EWR y LGA) y Boston. La asociación entre ambas compañías apuesta a generar 80 vuelos de código compartido en horarios y rutas estratégicas que incluyen 18 nuevas operadas por American.
“Este es el primer paso para entregar la mejor propuesta al cliente con la red más grande en Nueva York y Boston”, comenta Vasu Raja, director de Ingresos de American. “En los próximos meses, continuaremos creando una experiencia perfecta que sea fácil para nuestros clientes, respalde a nuestras comunidades y genere más crecimiento para nuestro equipo”.
American y JetBlue anuncian su alianza estratégica en la costa Este de los Estados Unidos en julio 2020. Su propuesta busca replicar la acción realizada en la costa occidental con Alaska Airlines a través de su hub en Seattle. La intención de ambas compañías es generar una nueva propuesta de valor y alimentar los vuelos de cada una.
“Nuestra alianza con American abre la puerta para que JetBlue entre con éxito en nuevos mercados, presentando más opciones y nuestro servicio galardonado y tarifas bajas a más clientes”, expresa Scott Laurence, jefe de Ingresos y Planificación de JetBlue. “La alianza también es esencial para que nuestros aviones vuelvan a volar de manera rentable y los miembros de la tripulación vuelvan a trabajar”.
Fotografía portada – Simón Blaise