Star Perú suspende temporalmente sus operaciones por extensión de cuarentenas y otras restricciones sanitarias

Con la promesa de volver a volar en un futuro próximo, en los últimos días trasciende la decisión de Star Perú de suspender temporalmente todas sus operaciones regulares. Las razones están asociadas en su delicada situación financiera agravada con la pandemia de 2020 y la imposición de nuevas restricciones por parte del gobierno peruano que con cuarentenas y nuevos requisitos para viajar no hacen viable cualquier operación.

“Con 45 pasajeros por vuelo no pagas ni el nitrógeno”, es la frase con la que Carlos Carmona, gerente general de la línea aérea, intenta dar a conocer en el diario El Comercio (15/02/2021) el complejo momento que vive la empresa. “Venimos de una primera ola muy grave y de un año nefasto. Ha sido una situación muy complicada y, ahora, ¿me voy a poner a volar para perder plata? Pues no”.

Sus apreciaciones demuestran la frustración que existe en el sector aeronáutico peruano por las decisiones que la administración de Francisco Sagasti toma y que supone un “balde de agua fría” a los intentos por reactivar. Complicado por el escenario político con una crisis generalizada, además de desconfianzas y representatividad importante en la población, pareciera no dudar en tomar la pandemia como herramienta de su gestión con medidas que no aportan e imponen costos importantes para distintos sectores económicos y la población, especialmente los más vulnerables.

Por ser un operador de nicho y más pequeño que sus competidores, Star Perú es uno de los actores vulnerables del sistema aeronáutico peruano en una especie de comparación con sus pares. Las nuevas cuarentenas y la prohibición de viajes a algunos Departamentos de la Sierra como Huánuco, por ejemplo, por las cuarentenas estrictas le están privando de parte de su demanda. A esto se agrega, la exigencia de pruebas PCR para viajar entre las principales ciudades del Perú, lo que para los viajeros significa un costo adicional y en algunos casos un desincentivo para viajar.

Carmona explica que de los 10 vuelos al día pasan a realizar a uno o máximo dos. También hay vuelos consolidados, es decir, que una operación es la encargada de atender varias rutas, un mecanismo alternativo para satisfacer las necesidades de viaje de las pocas personas que pueden viajar. Las cuarentenas agregan un desplome de una demanda que ya está afectada desde 2020 con caídas en las ventas en torno al 80% lo que crea un escenario totalmente inviable para operar.

Con una situación económica débil arrastrada por los últimos años, pese a los esfuerzos por posicionar y actualizar la compañía, la suspensión temporal de operaciones deja abierta la duda acerca de su continuidad con la amenaza real de una quiebra y una salida del mercado. Sería la segunda salida de una empresa del mercado aéreo peruano por motivos asociados a la pandemia del COVID-19 y a las medidas impuestas por las autoridades, después de la filial de Avianca. Previamente, están las quiebras de LC Perú y Peruvian, esta última ocurrida en octubre de 2019.

Star Perú nace en 1997 con las inversiones de la familia Kasianov con capitales ucranianos y peruanos. Comienza a operar en 1998 con el nombre de StarUp utilizando equipos Antonov An24 que posteriormente reemplaza con aviones Boeing 737-200 Adv., con los que consolida sus operaciones aprovechando también los cambios en el mercado aéreo del Perú. En 2008, llega a conformar una red de ocho destinos domésticos.

Posteriormente, renueva su flota con equipos BAe146-200 calificados como más adecuados para las operaciones en altura considerando los destinos de la Sierra Peruana que atiende, los que dan paso posteriormente a equipos Bombardier CRJ200 y finalmente a los dos Dash 8 Q-400, además de los cuatro Boeing 737-300.

Hasta 2020, se ubica como cuarto operador aéreo en el Perú después de LATAM, SKY y Viva Air. Junto con ATSA conforman las llamadas “líneas aéreas peruanas de nicho”, pero pese a atender segmentos específicos no están exentas de las afecciones que generan la extensión de las restricciones sanitarias impuestas unilateralmente por los Gobiernos.

A lo largo de su historia, se la intenta vincular con distintas compañías entre las que están una eventual fusión con la chilena Latin American Wings (LAW) y Peruvian Airlines. Ninguna de estas asociaciones se concreta, salvo con Peruvian para términos de cooperación en el uso de aviones para apoyar operaciones de mayor demanda y un acuerdo de ventas.

Con un 2021 altamente incierto y una situación sanitaria por COVID-19 en el Perú que da espacio a más medidas políticas de carácter restrictivo que a una pronta reactivación, el escenario es complejo para el futuro de Star Perú, especialmente con el advenimiento de nuevos operadores que pueden afectar aún más las perspectivas. Si bien su promesa es volver a los cielos prontamente, la empresa mantiene abierta un canal para atender a los pasajeros afectados con la flexibilidad de cambiar sus fechas de viaje si así lo desean.

Fotografía portada – Aldo Martinelli

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