Tras iniciar su viaje de entrega desde España el jueves 11 de febrero, el Perú recibe los dos Lockheed KC-130H Hércules con los cuales pretende modernizar y reforzar su capacidad logística y de despliegue estratégico. Después de varios aplazamientos, la llegada de estas aeronaves este domingo a Perú cierra el proceso de compra iniciado durante 2020.
La adquisición se da por la ventana de oportunidades que genera el Ejército del Aire de España al anunciar el retiro de toda su flota C-130 para dar paso a la incorporación de las nuevas unidades Airbus A400M. El Perú junto con Uruguay son dos países latinoamericanos que aprovechan la salida de material aéreo para renovar y ampliar las capacidades de sus Fuerzas Aéreas.
En el caso del Perú, los KC-130H están destinados a la Fuerza Aérea del Perú (FAP) con el objetivo de reemplazar a los antiguos y menos eficientes L-100-20H, variante civil del C-130 que se utiliza como unidades de transporte. Sin embargo, las primeras operaciones se dedicarán a apoyar a los Alenia C-27J Spartan y el resto de la flota Hércules en las misiones de transporte, según los requerimientos que impone la pandemia del COVID-19 en el país.
Así, de manera temporal, la FAP duplicará su capacidad de transporte antes renovar los equipos más antiguos. Actualmente, el Perú posee dos L-100-200 H adquiridos hace varias décadas.
Con el fin de evaluar las aeronaves, antes de octubre pasado el personal FAP viaja a España para explorar las unidades disponibles para la compra y constatar el estado en que se encuentran los C-130. La decisión por los KC-130 responde principalmente a su buen estado, la menor cantidad de ciclos en comparación con otros equipos y a la capacidad para reabastecimiento en vuelo (razón por la que lleva el designador K-), además de su disponibilidad inmediata.
En diciembre, el Gobierno del Perú y el de España dan el visto bueno para la transacción, proceso que está acompañado de la autorización del presupuesto correspondiente por un monto de S:/126,7 millones (US$35 millones). El valor incluye la compra de las dos aeronaves y los repuestos correspondientes. Si bien se trata de una adquisición de segunda mano, el Perú logra reducir eventuales mayores demoras y trabas burocráticas que forman parte de la adquisición de aviones nuevos, sin mencionar los mayores costos que se incurren.
En el Diario Oficial “El Peruano” se califica la compra de los KC-130 como “una operación de interés nacional”, aunque no se precisan detalles de las transacciones dado que están calificadas como secreto por comprometer la seguridad del país. Si se especifica las misiones a las cuales estarán destinados entre las que están la atención a desastres naturales, incendios y otras operaciones humanitarias como la distribución de las vacunas contra el COVID-19 a nivel nacional.
Las operaciones de apoyo a la comunidad son una realidad para este tipo de aeronaves, pero son especialmente mencionadas al momento de anunciar estas compras para desligarlas de un componente estrictamente militar. La razón es sencilla: disminuir eventuales críticas y presiones innecesarias de sectores de la sociedad civil que, por distintos intereses, no comprende la importancia de contar con material aéreo moderno y eficiente como parte esencial de la política de defensa de un país.
Uno de los beneficios militares que contempla la llegada de los KC-130H al Perú es la recuperación de la capacidad de reabastecimiento en vuelo para sus aviones caza como los Mirage 2000. De esta manera, se reduce la brecha en este aspecto con otros países de la región.
Por más de 45 años, España es un gran operador de C-130, pero hoy transita hacia el Airbus A400M tomando las ventajas que tiene esta aeronave de última generación para el transporte multipropósito de gran capacidad, alcance y alta eficiencia. Actualmente, posee seis unidades y en marzo espera recibir la séptima de un total de 14 ejemplares encargados.
Fotografía portada - Ejército del Aire Español