Después de 74 años de actividad, la crisis del COVID-19 y problemas financieros arrastrados por años, terminan con otra línea aérea en el mundo. Tras su anuncio el día anterior, a partir del 11 de febrero, Air Namibia suspende de manera permanente todas sus operaciones cancelando en paralelo todas las reservaciones. La línea aérea y todos sus activos serán liquidados.
La decisión voluntaria del gobierno deja a más de 600 personas sin fuentes de trabajo y sin posibilidad de reubicación dado que el país no cuenta con otras compañías de similares características. Como compensación, la administración pública ofrece salarios a los empleados equivalentes a 12 meses en una especie de indemnización. La liquidación de los activos estaría destinada a pagar deudas que la compañía mantiene desde hace años, entre las que están con la firma belga Challenge Airlines por US$7,2 millones.
Con base en Windhoek, la capital del país, la red de Air Namibia se conforma hasta con un máximo de 19 rutas domésticas e internacionales. En vuelos internacionales, por ejemplo, la conectividad se concentra en Frankfurt, único destino en Europa, y en una operación regional a países vecinos como Angola, Sudáfrica, Zambia y Zimbabwe. Por consiguiente, la red se reduce a un tráfico de nicho dependiente de los vuelos domésticos, del tráfico punto a punto regional y, en menor medida, de conexión al ser una alternativa de transporte entre los países que atiende.
El Gobierno de Namibia reconoce que alrededor del 90% de las rutas vienen operando históricamente de manera deficitaria. Ante esta situación, el aporte público es el único canal de financiamiento para sostener la línea aérea en el tiempo con montos por más US$563 millones. Además de la imposibilidad de conformar una operación rentable, Air Namibia se ve afectada por la presencia de competidores importantes en la zona como South African Airways y TAAG Angola Airlines.
Con la crisis impuesta por la pandemia del COVID-19, los vuelos de Air Namibia se ven seriamente afectados. Los cierres de fronteras en Europa y Sudáfrica la privan de sus rutas más importantes como a Frankfurt, Ciudad del Cabo o Johannesburgo, restringiendo el tráfico de pasajeros al mínimo. Sin perspectivas para un retorno inmediato a un escenario pre-pandemia, una operación internacional rentable es impensable. Al momento del cierre, la compañía dispone una flota de nueve aeronaves: tres Airbus A319, dos A330-200 y cuatro Embraer ERj145.
Air Namibia nace en 1946 como South West Air Transport e inicia operaciones en 1948. Integrando en las décadas siguientes a varias compañías aéreas locales, su denominación actual comienza en la práctica en 1978 cuando adopta el nombre Namib Air. La participación del Estado comienza en 1982 convirtiéndola en línea aérea de bandera. Tras la independencia del país, en 1991, es rebautizada como Air Namibia resaltando la identidad nacional hasta su cierre en los pasados días.
A lo largo de su historia dispone de distintos tipos de aeronaves como los Boeing 737-200 Adv., B747SP, B747-300, B747-400, B767-300ER, McDonnell Douglas MD11, A340-300 y Bombardier Dash 8, entre otras. Exceptuando los B747SP, modelo del cual llegan a tener cuatro ejemplares, cada uno del resto de los aviones de fuselaje ancho se utilizan de manera individual por periodos muy definidos dependiendo de los contratos realizados por la línea aérea.
Con el cierre de Air Namibia, la conectividad del país queda totalmente dependiente de las líneas aéreas extranjeras que atienden Windhoek como British Airways, Ethiopian, KLM, Qatar Airways, TAAG Angola Airlines, las que enlazan Namibia con el resto de África y Europa. A nivel doméstico, queda sólo Westair Aviation que opera una flota conformada por seis ERj145.
Fotografías artículo - Air Namibia