IATA proyecta crecimiento de 50% del tráfico aéreo de pasajeros hacia fin de año

Tras el desplome del tráfico aéreo de pasajeros en un 65,9% en 2020, medido en pasajeros pagos por kilómetro recorrido (RPK, por sus siglas en inglés, la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) señala que la situación durante el presente año continuará siendo altamente desafiante para la industria de la aviación. La razón está en la posibilidad de que los Gobiernos mantengan muchas de las restricciones impuestas durante la llamada “segunda ola de contagios” lo que retrasaría significativamente la reactivación.

El año pasado queda en los annales de la historia como el peor año para la aviación por no existir otra situación similar que se le pueda comparar, aún bajo los escenarios de grandes conflictos mundiales. De manera global, prácticamente el tráfico aéreo se paraliza en todo el mundo con un impacto en capacidad, conectividad y contribución al desarrollo económico-social de los países, cuyos resultados todavía están en proceso de cuantificación. Según IATA, abril es el mes más complejo con la mayor parte del tráfico aéreo detenido, sin embargo a medida que existe más conocimiento del virus y se inicia la temporada de verano en el hemisferio Norte, se logra una tendencia al alza hasta octubre.

Sin embargo, la aparición de nuevas variantes del virus SARS-CoV-2 produce un retroceso significativo que si bien no es global si considera medidas más estrictas que no están aportan a una reactivación. Algunas son contradictorias y parecen estar basadas en decisiones más políticas que de sanitario. Por consiguiente, la reactivación está estancada.

A diferencia de la primera hora con Asia (China, específicamente) como protagonista, en la segunda ola es Europa, especialmente el Reino Unido, país que se convierte en el “nuevo Wuhan” al estar aislado del mundo a partir de noviembre. Otros países también imponen medidas como suspensión de la conectividad con aquellos países donde se registran variantes del virus como es el caso de Sudáfrica y también Brasil, a pesar de que se puede inferir estas ya podrían estar diseminadas en varios partes.

Para este año, IATA ve dos escenarios. El primero y más auspicioso sugiere una reactivación limitada en el primer semestre 2021 para continuar en el segundo semestre con un impulso importante. Dicha situación responde al avance del proceso de vacunación mundial contra el COVID-19 en la población vulnerable y trabajadores sanitarios que son los primeros en recibir las dosis, pese a los desafíos logísticos encontrados. También apunta a un levantamiento de las restricciones de viaje por parte de los Gobiernos, tal como ocurre a mediados de 2020, que impulsa el número de reservas aéreas. Como ejemplo, se mencionan los casos de América Latina y el Reino Unido.

De cumplirse ese escenario, la reactivación podría reflejar un crecimiento año a año en torno a un 50% para fin de año en comparación a 2020. La reactivación es gradual a partir del segundo trimestre para registrar un aumento significativo del tráfico aéreo hacia el cuarto trimestre.

En un escenario más pesimista, basado en la mantención de las estrictas restricciones que tienen actualmente los Gobiernos, como cuarentenas obligatorias al arribo o límites al ingreso de personas provenientes de ciertos países o regiones del mundo, la reactivación podría estar en alrededor el 13% de crecimiento.

Si bien ninguna proyección es favorable, la segunda muestra un escenario altamente adverso para la industria por las consecuencias que trae en términos financieros. Si la “primera ola de contagios” resulta adversa para las líneas aéreas, los aeropuertos y los proveedores por la falta de liquidez que generan las restricciones, la situación actual coloca a toda la industria en un escenario más débil por el mayor gasto que todos los actores deben incurrir lo que obligaría en más peticiones de ayuda a los Gobiernos como última medida de salvación.

En ambos casos, la recuperación más fuerte sugiere estar presente hacia 2022. No obstante, a fecha de hoy, esa situación podría estar condicionada a la efectividad del proceso de vacunación en gran parte de la población mundial. Si las proyecciones son favorables, como los resultados que Israel entrega, país que lidera el proceso de inoculación, aumenta la esperanza para un inicio del término de la crisis.

En 2020, el RPK global cae un 65,9% como resultado de una caída de 75,6% en vuelos internacionales y de un 48,8% en vuelos domésticos. La capacidad, medida en asientos disponibles por kilómetro (ASK) se desploma en un 68,1% y el factor de ocupación retrocede 19,2 puntos para situarse en 62,8% en vuelos internacionales, mientras que las rutas internas el ASK se reduce en un 35,7% y un descenso de 17 puntos en la ocupación que cierra en 66,6%.

A enero de 2021, las reservas para futuros viajes en avión se encuentran afectadas drásticamente por las restricciones lo que se refleja en una caída de 70% en comparación con enero 2020.

Fotografía portada - Simón Blaise

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