Aeroméxico y LATAM obtienen “oxígeno” en sus procesos de reorganización bajo Capítulo 11

Ante un deterioro del escenario a nivel global y continental, Aeroméxico y LATAM obtienen respuestas favorables para los procesos que, respectivamente, llevan a cabo en el marco de reestructuración voluntaria bajo el Capítulo 11 de la Ley de Quiebras de los Estados Unidos. Los logros alcanzados por ambas compañías aéreas permiten asegurar financiamiento y tiempo para sortear el periodo más inmediato, el cual está marcado por la imposición de nuevas restricciones por parte de los Gobiernos que profundizan la crisis y, por consiguiente, demoran la reactivación de la industria.

En México, después de solicitar la suspensión de los acuerdos colectivos de trabajo, Aeroméxico llega a último minuto acuerdos con los gremios Asociación Sindical de Pilotos Aviadores (ASPA) y Asociación Sindical de Sobrecargos de Aviación (ASSA). La petición realizada a mediados de enero se justifica por parte de la empresa para cumplir con los compromisos y objetivos contractuales dentro del proceso dentro del financiamiento DIP (Debtor in Possesion), específicamente para cumplir con las condiciones necesarias por Apollo Management Holdings para tener acceso a los desembolsos del Tramo 2. La propuesta es rechazada en un principio por los gremios los que consideran que ya habían realizado concesiones importantes en los meses anteriores. Con el acuerdo Apollo Management Holdings da el visto bueno para el desembolso a la línea aérea.

Después de intensas negociaciones, ASPA y ASSA presentan una oferta para una reducción de gastos por US$350 millones para los pilotos y otros US$200 millones para los tripulantes. La iniciativa considera un esquema para mantener revisiones permanentes sobre la situación financiera de la empresa de manera de tener claridad ante cualquier nueva toma de decisiones.

Votada en mayoría por sus representados, se entrega una concesión a la empresa por un periodo de cuatro años quede debe ser reconocida como un crédito en el proceso de Capítulo 11 en favor de los trabajadores. De acuerdo con medios en México, desde un punto de vista mercantil se la propuesta entregada se puede negociar como instrumento financiero en el mercado, además de tener una manera complementaria para la participación de utilidades cuando corresponda.

Aeroméxico agradece el esfuerzo de los gremios ASPA y ASSA para continuar haciendo frente a los efectos negativos de la crisis impuesta por la pandemia. En una actitud similar, también reconoce el apoyo de otras entidades como el Sindicato de Trabajadores de la Industria Aeronáutica (STIA) y el Sindicato Nacional de Trabajadores al Servicio de las Líneas Aéreas, Transportes, Servicios, Similares y Conexos (Independencia), con los cuales llega a acuerdos satisfactorios en diciembre 2020.

La línea aérea mexicana informa que continúa trabajando para cumplir el proceso de las condiciones y obligaciones previstas en el contrato de crédito para solicitar el desembolso del Tramo 2 del financiamiento DIP. La empresa indica que estos fondos son necesarios para preservar el negocio, las fuentes de empleo y evitar incumplimiento de sus obligaciones contractuales. Asimismo, destaca que seguirá llevando de manera ordenada el proceso voluntario de reestructuración voluntaria de sus pasivos financieros.

En términos operacionales, Aeroméxico continúa operando y reactivando sus servicios en la medida que existan condiciones de demanda y de salud. También indica que mantiene contrato con sus proveedores de bienes y servicios que son necesarios para su operación. A medida que se avance con la reanudación de operaciones, se espera que la liquidez de la empresa se vea fortalecida para continuar preservar la operación y todo lo asociado al negocio.

Si bien el proceso de reestructuración va bien encaminado, LATAM Airlines Group solicita un aplazamiento para entregar su plan de reorganización cuyo plazo inicial se fija para marzo próximo. La razón para solicitar el nuevo plazo es el escenario altamente incierto que se impone durante las últimas semanas, especialmente con la entrada en vigor de nuevas restricciones que están limitando la reactivación. A nivel internacional están los bloqueos en Europa y recientemente Brasil, mientras que niveles domésticos están las nuevas medidas impuestas en Chile y el Perú, por mencionar algunas.

Fotografía – Alfredo Vera

Al presentar su propuesta, LATAM destaca las condiciones por las cuales viene atravesando y los progresos sustanciales en la estabilización de su negocio impulsado por el financiamiento DIP por US$2.450 millones, la presentación de listas de activos con fecha límite general para presentar reclamos y el inicio de proceso de conciliación de 4.800 reclamos. También se menciona los ajustes en la flota, las negociaciones con los lessors en lo que respecta a acuerdos a largo plazo y las negociaciones con distintas unidades para reducir aún más los gastos operativos.

La falta de certezas por la evolución de la crisis que impone el COVID-19 y las nuevas restricciones son unos de los “argumentos de peso” para conceder la prórroga por parte del juez James L. Garrity que supervisa la reestructuración. Ante un escenario altamente volátil, LATAM busca trabajar en distintos escenarios de reactivación para los próximos meses, especialmente en los mercados donde opera.

El nuevo plazo límite para presentar un plan de reorganización es el 30 de junio. Se espera que hacia esa fecha, la mayor línea aérea latinoamericana como toda la industria de la aviación cuente con información más precisa respecto a la evolución de la crisis del COVID-19.

Con un primer trimestre 2021 perdido por la temporada de invierno, las nuevas medidas restrictivas, cierres de fronteras y otras acciones impuestas por las autoridades, a nivel global la mayoría de los operadores y toda la industria aérea ponen sus esperanzas en el segundo trimestre teniendo como condicionante la evolución del proceso de vacunación a nivel global. Sin embargo, tomando en cuenta los desafíos logísticos, en la industria trabajan con distintos escenarios: uno altamente optimista con una fuerte reactivación hacia mediados de año y otra más conservadora proyectada a lo largo del año, especialmente el segundo semestre.

A diferencia con el caso de Aeroméxico, la situación encontrada por LATAM está en el escenario continental con las nuevas restricciones que condicionan la operación. Esto queda reflejado en el del proceso de reactivación operacional el cual se ha ido deteriorando desde un 70%-50% inicial, a un 50% para diciembre 2020 y en una operación a enero 2021 en torno al 40%. La ausencia de problemas de financiamiento interpreta la sólida posición de la empresa y la confianza de los inversionistas en el modelo de negocio de la mayor línea aérea latinoamericana como en sus capacidades de adaptación a las distintas situaciones imperantes.

Fotografía portada – Boeing

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