En lo que se considera un año atípico por el efecto disruptivo de la pandemia del COVID-19 que provoca la mayor crisis aérea de la aviación, Chile reporta una caída de 63,9% en el tráfico aéreo de pasajeros, una reducción en la cantidad de operadores de manera permanente como temporal y menor cantidad de rutas aéreas, factores que impactan en la menor conectividad. El cierre de fronteras y las restricciones de movilidad impuestas por los Gobiernos aparecen como los factores comunes que explican el resultado adverso que, como en otras partes del mundo, determinan la mayor crisis del transporte aéreo.
Según datos de la Junta Aeronáutica Civil (JAC), en el periodo enero-diciembre se transportan 9.404.620 pasajeros en vuelos domésticos e internacionales. En comparación con 2019, representa una caída de un 63,9% lo que se traduce en términos de transporte de pasajeros en un retroceso aproximado de 10 años. De acuerdo con datos de la industria, abril es el mes más comprometido con una reducción del 90% en vuelos domésticos e internacionales.
Dicho resultado está compensado por los crecimientos registrados en el primer trimestre 2020, especialmente en los meses de enero y febrero, la continuidad -pese a las restricciones de viaje de los vuelos domésticos- en al menos dos importantes operadores y la presencia de las tres líneas aéreas principales con capacidad de estímulo a la demanda que durante el transcurso del año logran reactivar parte de sus servicios.
Sin embargo, el retroceso es mayor considerando la importante reducción de frecuencias y operadores, especialmente en vuelos internacionales, segmento en el que se aprecia un retroceso de más de tres décadas. Las rutas a Europa es el más claro ejemplo con apenas algunos vuelos semanales y menor cantidad de operadores.
Si bien la industria aérea reconoce el interés y preocupación de los Gobiernos por la salud de las personas ante la pandemia del COVID-19, en el caso de Chile, hay críticas por la falta de estandarización en los protocolos y restricciones, y muy especialmente en la tardía apertura de las fronteras. El país es uno de los últimos de la región en levantar la restricción de fronteras y a 10 meses de pandemia, continúa imponiendo medidas parciales como ocurre con el Reino Unido.
La industria aérea es una de las primeras en establecer protocolos de bioseguridad y mediante evidencia científica logra demostrar que es posible disminuir los riesgos de contagio al mínimo. Por la combinación de equipamientos y protocolos establecidos, la probabilidad de contagio es inferior al 1,0%.
Como consecuencia, la conectividad aérea en Chile está comprometida con una reducción significativa de rutas, especialmente en vuelos internacionales tanto desde Santiago como desde regiones (Antofagasta, Calama, Concepción, Punta Arenas e Isla de Pascua). El mejoramiento de la conectividad internacional en regiones es uno de los progresos más significativos en los últimos meses previos a la pandemia por la acción de las líneas aéreas que a través de sus hubs (LATAM) y vuelos punto a punto (JetSMART). Antofagasta es la única ciudad que logra recuperar parte de la conectividad internacional (rutas a Bogotá y Cali), pero condicionada al cierre de fronteras.
De acuerdo con datos de la industria, Chile dispone a inicios de 2020 un total de 86 rutas domésticas e internacionales con un total de 1.407 frecuencias semanales. Al cierre del año, se reporta una pérdida de 28 rutas domésticas e internacionales con 667 frecuencias.
Según la Asociación Latinoamericana y el Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), Chile registra en 2020 un total de 1.266.302 asientos en vuelos domésticos e internacionales lo que representa una pérdida de 61% respecto a comienzos de año. Del total señalado, 950.856 plazas corresponden a vuelos domésticos y 315.446 plazas a vuelos internacionales lo que se traduce en una caída de 52,0% y 75,0%, respectivamente.
En lo que respecta a cantidad de operadores, Chile pierde tres operadores de pasajeros de manera permanente: ONE Airlines en vuelos domésticos, Alitalia y Emirates en rutas internacionales. A estas se agregan, los operadores que han suspendido sus vuelos de manera temporal por las restricciones impuestas por los Gobiernos y la drástica reducción de la demanda. De los 23 operadores aéreos en Chile, sólo se concreta el retorno de 14 líneas aéreas en vuelos domésticos e internacionales. Las compañías aéreas que actualmente están operando en el país son Aerolíneas Argentinas, Aeroméxico, Aerovías DAP, Air France, Amaszonas, American Airlines, Avianca, Copa Airlines, Delta Air Lines, Iberia, JetSMART, KLM, LATAM, SKY y United, todas con frecuencias reducidas en comparación con 2019.
De todas las líneas aéreas chilenas sólo British Airways y Level registran una segunda suspensión de operaciones, mientras otras como es el caso de KLM mantiene operación con un mínimo de pasajeros autorizados por las restricciones colocadas por el Gobierno de los Países Bajos. La mayoría de las líneas aéreas está con limitaciones para operar los vuelos a capacidad completa.
Tráfico internacional de pasajeros
Entre enero y diciembre 2020, se transportan 3.023.912 pasajeros con origen o destino internacional lo que se traduce en una caída de 72,8% en comparación con el mismo intervalo de meses de 2019. La variación porcentual muestra la compensación que genera el tráfico internacional del primer trimestre 2020, previo a la pandemia, ya que sin ese factor la reducción es mayor llegando al 77,6% manteniendo el resto de los factores (reanudación gradual de la conectividad durante el segundo semestre) que es la caída expresada en términos porcentuales a diciembre.
Por operadores aéreos, Chile pierde dos compañías aéreas de carácter permanente: Alitalia y Emirates. En el caso de Alitalia, se explica por factores internos de ajuste de capacidad, mientras que Emirates por la imposición de restricciones de viaje que impiden una operación comercial rentable. No obstante, la línea aérea de Dubái mantiene vuelos chárter de carga a Santiago. De todas las líneas aéreas con servicio internacional, faltan aún nueve que deben reanudar sus vuelos a Chile y todas las empresas están con frecuencias reducidas en comparación a 2019.
En 2020, las rutas internacionales más transitadas son Santiago – Lima (477.380 pasajeros), Santiago – Buenos Aires (388.367 pasajeros), Santiago – Sao Paulo (303.514 pasajeros) y Santiago – Miami (209.194 pasajeros). No obstante, en algunas épocas del año debido al cierre de fronteras en Chile como en otros países, Santiago – Miami logra posicionarse como el principal destino internacional por ser una de las primeras rutas en reactivarse.
Como consecuencia de las reducciones de capacidad y cierre de fronteras, al cierre de 2020 se registran una pérdida de 26 rutas y 369 frecuencias desde Santiago. Entre las más significativas son las rutas Santiago – Auckland, Santiago – Sydney, Santiago – Melbourne, Santiago – Río de Janeiro (GIG) – Dubái, Santiago – Roma (FCO), Santiago – Sao Paulo (GRU) – Tel Aviv, Santiago – Toronto, y Santiago – Isla de Pascua – Papeete, entre otras. La pérdida de conectividad con Asia y Oceanía son las más significativas. A estas se agregan tres rutas internacionales desde regiones: Lima – Antofagasta, Lima – Calama y Lima – Concepción.
Además de la pérdida en rutas y frecuencias, se debe incluir la pérdida de la conectividad con importantes centros de conexiones lo que amplía el impacto para el país. Entre los hubs afectados están Dallas Fort Worth, Dubái, Sydney y Toronto, entre otros, a los que se agregan aquellos que mantienen frecuencias reducidas como es el caso de Bogotá, Lima o Sao Paulo (GRU).
Tráfico doméstico de pasajeros
En 2020, las líneas aéreas chilenas transportan 6.380.708 pasajeros dentro de Chile con una reducción de 57,4% comparación con 2019. El descenso está compensado por los resultados del primer trimestre 2020, además de la reactivación más rápida de los servicios aéreos, tanto en vuelos desde Santiago como en tráfico interregional, impulsado directamente por JetSMART que al cierre del año reporta 20 rutas interregionales que en algunos casos es compartida por otros operadores.
Respecto a las líneas aéreas, todas exhiben resultados negativos en tráfico debido a las limitaciones de movilización impuestas por el Gobierno. Si bien hay algunas variaciones de participación durante el año, el mercado logra cerrar con una distribución tradicional entre los operadores, a excepción de la salida de ONE Airlines. En régimen anual, LATAM termina el año con una cuota de 57,8%, seguido por SKY con 24,5%, JetSMART con 16,7% y Aerovías DAP con 0,9%.
ONE Airlines es la única línea aérea chilena que sale del mercado producto de la pandemia, sin tener un efecto significativo a nivel general. Lo anterior, se explica por su reducida participación de mercado (0,1%), pero si priva al país de una compañía dedicada a los vuelos chárter, especialmente para el traslado de trabajadores de la minería.
Las principales rutas domésticas en 2020 son Santiago – Antofagasta (861.898 pasajeros), Santiago – Calama (803.690 pasajeros), Santiago – Iquique (749.062 pasajeros). Previo a la pandemia, Chile reporta alrededor de 36 rutas nacionales de las cuales una veintena corresponden a tramos interregionales. Al cierre del año, el país reporta alrededor de 35 rutas domésticas demostrando la reactivación de los servicios, pero con frecuencias reducidas. Desde Santiago, de las 869 frecuencias semanales a comienzos de 2020 a fecha de hoy existen 571 frecuencias semanales indicando también una reducción de conectividad.
Tráfico de carga
En 2020, registra un transporte de 396.588 toneladas en vuelos domésticos e internacionales. La cifra representa una caída de 1,8% en comparación con 2019, pese a la reducción de capacidad, especialmente en bellies (bodegas en aviones de pasajeros). La compensación de la pérdida de la oferta de carga se compensa con la utilización de aviones de pasajeros como cargueros.
En rutas internacionales, entre enero y diciembre se movilizan 366.748 toneladas lo que representa una reducción de 0,7% en comparación con igual periodo 2019. En el tráfico internacional es donde se aprecia más la acción compensatoria de los operadores aéreos al utilizar aviones de pasajeros para el transporte de carga. Algunas líneas aéreas que aplican esta acción son Air Canada, American Airlines, Emirates, LATAM y Swiss que se agrega como nuevo operador temporal de carga.
En vuelos domésticos, durante 2020 el transporte de carga reporta un movimiento de 29.840 toneladas dentro de Chile. La cifra representa un descenso de 13,6% en comparación con el año anterior (2019).
Fotografía portada – Simón Blaise