Más de 100 millones de trabajos en la industria aérea y el turismo podrían reactivarse en 2021

Impulsada por la vacunación masiva en los principales mercados del mundo y el aumento del número de reservas a partir de marzo, el Consejo Mundial de Viajes y Turismo (WTTC, por sus siglas en inglés) señala que en un escenario altamente optimista se podrían recuperar más de 100 millones de trabajos en las industrias asociadas a los viajes. La proyección está respaldada por un pronóstico económico más reciente del organismo y brinda esperanzas a muchas personas para recuperar sus empleos perdidos, mientras que a las empresas le entrega señales de reactivación.

Pese a lo anterior, WTTC dice que la cantidad de empleos que se recuperarán en 2021 seguirá siendo baja en comparación con los niveles de 2019. El análisis considera que de darse todos los factores que impulsan una reactivación segura y sostenida en los próximos meses, se podrían reanudar 111 millones de empleos en distintas áreas alrededor del mundo. Sin embargo, la cifra es un 17% inferior a lo que se exhibía hace dos años. En ese sentido, se advierte que al menos se mantendría una pérdida de 54 millones de puestos de trabajo.

Para que se de el escenario mencionado, los países deben avanzar y cumplir con los programas de vacunación anunciados, además de terminar con las cuarentenas y restricciones de viaje que se han impuesto. Sin mencionar, WTTC traspasa la responsabilidad a los Gobiernos ya que son estos lo que imponen restricciones y medidas que frenan la reactivación. Al igual que el transporte aéreo, se resalta la importancia de mantener el régimen de testeos masivos de PCR y aislamientos de contagios como la mejor forma de combatir al COVID-19, además de una coordinación sólida a nivel internacional en lo que respecta a protocolos.

En términos más realistas el pronóstico auspicioso tiene desafíos importantes. El primero guarda relación con la inoculación de las dosis contra el COVID-19 por la logística requerida, la demanda y distribución de las vacunas por los países.

Tedros Adhanom Ghebreyesus, director general de la Organización Mundial de la Salud (OMS), señala que “el mundo está al borde de un catastrófico fracaso moral” por el acaparamiento de las vacunas por los “países ricos” y otros Estados que logran negociar con los laboratorios para asegurar las dosis para su población, en comparación con los “países pobres” que todavía no ven posibilidades cercanas de acceder a dosis. Dicho escenario complica también la inmunización de la población global frente al COVID-19.

OMS explica que se han distribuido alrededor de 39 millones de dosis para los distintos tipos de vacunas para combatir el COVID-19 en 49 de los países más ricos en comparación con apenas 25 dosis de un país pobre. Algunas asociaciones no gubernamentales indican que los países de escasos recursos podrían vacunas a una de cada 10 personas. Al igual que las propiedades que se adquieren “en verde”, los países que aseguran dosis primero logran acaparar las entregas priorizando su población.

Lo anterior, deriva en un segundo desafío: levantar las restricciones. Si los Gobiernos no logran vacunar a la población podrían ampliar las restricciones de movilidad afectando los viajes y retrasando la recuperación de la industria aérea, del turismo y de la economía. Dada la ausencia de un enfoque multilateral de abordar la pandemia y/o las crisis políticas o de representatividad que muchas autoridades enfrentan, el combate de la pandemia se transforma en factor político más que sanitario del cual se advierten todo tipo de decisiones y promesas.

Si las restricciones no se eliminan, la capacidad ofrecida por las líneas aéreas continuará baja afectando la conectividad, la demanda, y finalmente, la reactivación de los empleos y de la economía en general.

Ante esta situación, WTTC también proyecta un escenario más conservador con una recuperación de 84 millones de empleos en 2021. Dicha estimación es un 25% por debajo de los niveles de 2019 con 82 millones de puestos de trabajos menos. La recuperación de los viajes internacionales (los más decisivos para impulsar el turismo) comenzaría a partir del segundo semestre de 2021.

La vacunación contra el COVID-19 a un menor ritmo deprime la demanda de viajes y reduce la confianza de los consumidores. Muchas personas ven a la vacuna como la solución para superar la pandemia y esperan estar inoculadas para volver a viajar.

A corto plazo, se espera una temporada de verano en el hemisferio Norte más fuerte en comparación con 2019. “Gracias a una combinación de uso de mascarillas, el despliegue de un programa de vacunación global y las pruebas a la salida abre la puerta una vez más a los viajes internacionales”, dice Gloria Guevara, presidente y directora ejecutiva de WTTC. “Hay esperanza en el horizonte para el sector global de viajes y turismo”.

La proyección del WTTC se realiza en la última reunión de ministros de turismo del G20 celebrada en octubre pasado. A dicha reunión asisten 45 directores ejecutivos miembros del organismo turístico.

Guevara también advierte que si bien existe confianza en una resiliencia frente a la crisis, la industria se debe cuidar de la complacencia ya que “queda un largo camino por recorrer”. En ese sentido, señala que existirán periodos adversos como los que actualmente se viven.

Con dos años en crisis, la industria de los viajes y el turismo necesita de soluciones inmediatas para poder sobrevivir. Junto con el transporte aéreo son algunos de los sectores más golpeados por la crisis, especialmente cuando no reciben ayudas de los Gobiernos para enfrentar la crisis y las restricciones que se colocan.

Ante esta situación, la directora de WTTC indica que no se pueden esperar una solución sólo con las vacunas. “Las pruebas (contra COVID-19) a la salida seguirán siendo fundamentales para reestablecer los viajes, respetando los protocolos seguros y recuperando tantos puestos de trabajo como sea posible en viajes y turismo y en toda la economía en general”, puntualiza.

En términos de aportes económicos, WTTC concluye que en un escenario optimista los aportes de los sectores de viajes y el turismo caerán a US$7,4 mil millones al Producto Interno Bruto (PIB) global, es decir, un 17% en comparación con las cifras de 2019. El enfoque más conservador con una recuperación más lenta, el aporte alcanzaría a US$6,5 mil millones o un 27% menos que en 2019.

Fotografía portada – Munich Airport

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