Descartando cualquier posibilidad de obtener ayudas económicas por parte del Estado de Chile, SKY apuesta por continuar con una reactivación por camino propio. Para ello trabaja en el ámbito financiero por buscar nuevos socios para capitalizar la empresa, mientras que en el ámbito operacional por un ajuste permanente de la oferta ante los cambios de la demanda que imponen las nuevas restricciones.
“Los efectos de la pandemia seguirán notándose en 2021, aún cuando haya llegado la vacuna a Chile”, señala José Ignacio Dougnac, CEO de SKY en conversación con radio Infinita (18/01/2021). Mientras eso ocurre, la prioridad es continuar restaurando la capacidad perdida durante 2020 lo que también incluye la activación de proyectos postergados como el inicio de los vuelos Lima – Punta Cana y Lima – Miami.
La previsión de la línea aérea de bajo costo y tarifas bajas (LCC, por sus siglas en inglés) es lograr que a fines de este año se pueda recuperar la operación de 2019. Se trata una proyección más tardía por la continuación de los efectos de la pandemia y la imposición de restricciones.
“Estamos ajustando nuestra oferta a medida se va presentado o se va contrayendo la demanda”, sentencia el directivo. “Si hay una tercera ola, iremos reduciendo frecuencias a medida que se reduce la demanda”. A diferencia de los periodos anteriores, la línea aérea ve un escenario más favorable porque hay un aprendizaje de los meses anteriores y de la reacción que tiene el Gobierno. “El mecanismo no es distinto a lo que se ha hecho en la primera y segunda (ola), pero conocemos ya como se comporta la operación y el plan Paso a Paso, y podemos anticiparnos un poco más”.
Actualmente, SKY reconoce un impacto del retroceso de la Región Metropolitana a la Fase 2 del programa de desconfinamiento del Gobierno dado que están limitadas las posibilidades de viajar. El permiso de vacaciones si bien ayuda, no se tiene la capacidad de compensar las pérdidas de ingresos de oportunidades, ya que por la incertidumbre y la preocupación por los contagios puede desalentar a las personas a viajar.
“El retroceso a la fase 2 limita las posibilidades de viajar de todos los chilenos y en el caso de las líneas aéreas impacta mucho más, ya que todos los vuelos pasan por Santiago. Eso tiene un impacto en el tráfico aéreo en un 25% y lo sufrimos en diciembre. El permiso de vacaciones algo ayudó, pero no logra recuperar. Esto tiene un efecto en la oferta y en los ingresos de la compañía al bajar la cantidad de personas que están con posibilidades de viajar en una temporada alta donde las líneas aéreas generan gran parte de sus ingresos del año”, explica Dougnac.
Junto con un permanente ajuste de la oferta, el enfoque de SKY se sustenta en dos áreas de cara a los clientes: la seguridad (operacional y sanitaria) y la flexibilidad. Ambos aspectos califican como la mejor fórmula para restaurar la confianza de los usuarios, pese a que está comprobado que la aviación no representa riesgos para la salud y no es el vehículo de contagio de enfermedades. Su CEO garantiza que ningún pasajero perderá sus boletos producto de las afecciones de la pandemia y reitera que la compañía mantendrá las políticas de flexibilidad hasta que la emergencia sanitaria termine.
Respecto a las ayudas fiscales para sortear la pandemia, la LCC lamenta que la administración de Sebastián Piñera no considere a la aviación como una de las prioridades. “Todos los países tienen diferentes circunstancias y las decisiones que han tomado las autoridades han sido diversas. Se definieron las prioridades…en el caso de la aviación no hubo planes de ayudas, pero las líneas aéreas en Chile hasta el minuto han salido adelante”, dice José Ignacio Dougnac.
Ante esta situación y la soledad que tiene la industria, apela a una superación de la pandemia y la reactivación de la demanda, además de los ajustes propios como la mejor fórmula para operar durante el presente año. “Hoy, la importancia es controlar la situación sanitaria y poder con eso quitar las restricciones que permitirán a la industria salir adelante”, puntualiza.
Fotografía portada – Alfredo Vera