De acuerdo con las Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA), un 83% de los viajeros no considera viajar a un destino donde se imponen cuarentenas. Dicha consecuencia se manifiesta y aplica para Level, la filial de ultra bajo costo y tarifas bajas de IAG, que producto de la medida impuesta por el Gobierno de Chile suspende por los meses de febrero y marzo todos sus vuelos a Santiago. Es la segunda vez en menos de un año que producto de las restricciones la firma con base en Barcelona suspende operaciones a Santiago.
Se trata de una decisión extrema, pero que guarda relación con la imposibilidad de rentabilizar la operación retomada a mediados de diciembre 2020. Desde su regreso, la ULCC opera con un vuelo semanal con un Airbus A330-200 con capacidad para 314 pasajeros distribuidos en dos clases. Por consiguiente, la oferta semanal es de 628 asientos en ambos sentidos.
Level considera que la estimulación a través del precio representa una oportunidad para reactivar la demanda. Sin embargo, los incentivos no son suficientes cuando las restricciones impuestas por los Gobiernos desalientan los viajes. Por lo mismo, a partir del 26 de enero se eliminan temporalmente las operaciones hasta abril cuando se debe retomar la oferta regular, siempre y cuando, existan las condiciones para ello. Cabe recordar que el modelo de negocios LCC/ULCC apela a la masificación del transporte aéreo, la planificación y la utilización de los servicios complementarios, necesarios para compensar las bajas tarifas.
Como todas las líneas aéreas con servicios a Europa, el pasaje está limitado prácticamente sólo a pasajeros europeos o extranjeros residentes lo que impone una reducción de la demanda. Con la inclusión de la cuarentena en Chile, la potencial cantidad de viajeros disminuye al mínimo o es casi inexistente. Algunas líneas aéreas que funcionan con un esquema hub tienen como alternativa el poco tráfico de conexión existente, pero dado que Level atiende rutas punto a punto, la operación no es viable. En su única frecuencia semanal, la ocupación entre diciembre y enero es inferior al 50%.
Con la suspensión de Level, Santiago pierde la única conectividad sin escalas con Barcelona. Dada la reducción de operaciones que se manifiesta a través de otros centros de conexiones en la región como fuera de esta, las alternativas de viaje también disminuyen. Como alternativas más inmediatas para traslados entre Santiago y Barcelona, están los vuelos en conexión por medio de la oferta diaria de Iberia y LATAM vía Madrid o las dos frecuencias por semana de Air France vía París (CDG), lo que representa un retroceso de conectividad de más de tres décadas tanto en operadores como en frecuencias.
Debido a la prohibición de vuelos de British Airways a Santiago decretado por el Gobierno de Chile, la restricción impuesta por los Países Bajos que afectan los vuelos de KLM a Sudamérica y el retiro temporal de Level, el aeropuerto de Santiago pierde tres importantes rutas internacionales. Como consecuencia, conectividad entre Chile y Europa queda reducida a sólo dos rutas con tres operadores (Air France, Iberia y LATAM) con un nivel de frecuencias inferior al observado en la década de 1990.
Fotografía portada – Simón Blaise