En una decisión que marca un nuevo retroceso significativo en la reactivación del transporte aéreo y afecta la conectividad global, el Reino de los Países Bajos anuncia nuevas restricciones para enfrentar la pandemia del COVID-19, especialmente ante la aparición de las nuevas variantes del SARS-CoV-2. Las nuevas medidas consideran la aplicación de pruebas rápidas masivas y de PCR a las tripulaciones de vuelo antes abordar, además de la prohibición de vuelos con el Reino Unido, Sudáfrica y Sudamérica.
Como consecuencia, KLM analiza paralizar alrededor de 270 frecuencias semanales en rutas en Europa, África y Sudamérica, a partir del 22 de enero. De materializarse, los tramos intercontinentales son los más afectados lo que considera operaciones hacia Argentina, Brasil, Colombia, Chile y Surinam. Los vuelos al Perú todavía no se reanudan debido a la decisión del gobierno de ese país de extender hasta fines de enero la prohibición de vuelos. También podría afectar a los vuelos nocturnos dentro de Europa para evitar los pernoctes de las tripulaciones.
“No podemos correr el riesgo de dejar a nuestra gente varada en un país lejano si esa prueba (PCR) es positiva”, señala uno de los voceros de KLM a medios de prensa en los Países Bajos y reproducido por Reuters. “Así que a partir del viernes 22 cerraremos todos los vuelos intercontinentales y todos los vuelos a destinos europeos donde las tripulaciones tienen que pasar la noche”.
También confirma afecciones para los vuelos de repatriación y de carga, ya que las medidas consideran a todas las tripulaciones. El vocero de la línea aérea dice que durante toda la pandemia viene realizando este tipo de vuelos incluso a zonas críticas, pero de acuerdo con las nuevas medidas no sería posible.
Al ser consultada por Aero-Naves, KLM todavía no tiene una postura oficial respecto a la continuidad de las operaciones lo que genera una situación de alta incertidumbre. Se infiere que la línea aérea pueda negociar con las autoridades alguna flexibilidad para evitar restricciones a las tripulaciones, aunque hasta el cierre de la nota no habría excepción por parte del Gobierno de los Países Bajos.
De confirmarse la rigidez de las medidas, la paralización de las operaciones afectaría a los vuelos de pasajeros y de carga, a la conectividad global por la pérdida de los transbordos en el hub de Ámsterdam y al transporte de todo tipo de mercancías a nivel global, especialmente de mercados como China e India, entre otros. El impacto se sentirá con fuerza en la distribución de vacunas contra el COVID-19, tal como lo viene advirtiendo la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) por la reducción significativa de capacidad.
KLM Cargo es responsable de parte del movimiento de vacunas. En Chile, trae las primeras dosis de Sinovac para los ensayos clínicos en aviones Boeing 747-400F, mientras que en Ecuador, transporta las vacunas Pfizer-BioNTech junto con pruebas rápidas para detectar COVID-19 en las bodegas de un B777-200ER. La operación en ambos países constituye ejemplos de la logística que se necesita para enfrentar la pandemia.
Las restricciones impuestas por los Países Bajos es un toque de queda que afecta al aeropuerto de Schiphol de Ámsterdam, tanto en horario nocturno como diurno, afectando los traslados de los pasajeros. A esto se suma una cuarentena obligatoria a todos los pasajeros que ingresan al territorio. Como consecuencia, tanto KLM como las otras compañías aéreas que operan en Ámsterdam esperan una drástica reducción de capacidad.
“Las últimas restricciones en los Países Bajos muestran una impactante falta de coordinación gubernamental a pesar de un año de lucha contra el COVID-19”, dice IATA. “Es fundamental que los Gobiernos trabajen juntos para mantener las instalaciones para los viajes esenciales y la carga aérea”.
Pérdida de 1.000 puestos de trabajo
Como consecuencia de la imposición de nuevas restricciones y la prohibición de vuelos, factores que mantienen alejada la demanda y una reactivación, KLM informa la pérdida de hasta 1.000 empleos. La cifra es adicional a la salida de 5.000 trabajadores de la empresa en 2020 y no se descarta que se aumente en las próximas semanas, ampliando la magnitud de la crisis.
La salida adicional de trabajadores no estaba considerada inicialmente dado que la línea aérea holandesa confía que para el primer trimestre de 2021 la situación sería más favorable, realidad que producto de la “segunda ola de contagios” y las medidas impuestas por las autoridades no se da, lo que se traduce en una degradación del escenario. Como consecuencia, hace mandatorio ejecutar nuevas reducciones de empleo. La situación había sido advertida a los empleados y colaboradores en el transcurso de 2020.
KLM considera que el tráfico aéreo de larga distancia demorará más en reactivarse debido a las actuales y nuevas medidas impuestas. Lo anterior, pese al inicio del periodo de vacunación en importantes mercados a los que vuela.
“En julio de 2020, anunciamos que 5.000 de nuestros colegas tendrían que dejar KLM, después de lo cual nos comprometimos con una intensa consulta y cooperación con todos los interlocutores sociales. Se pusieron a disposición varios instrumentos como parte de un plan”, comenta Pieter Elbers, CEO de KLM. “Estos ajustes fueron muy dolorosos, pero exitosos. Tengo toda la fe en que resolveremos juntos estos nuevos desafíos una vez más”.
Las desvinculaciones anunciadas consideran entre 800 y 1.000 trabajadores. Según el detalle entregado por la línea aérea, 500 corresponden a tripulantes de cabina, 100 pilotos y 200 a 400 trabajadores de tierra. A la fecha, serían alrededor de 6.000 puestos de trabajo directos perdidos en KLM.
Las reducciones no consideran el impacto de las nuevas restricciones anunciadas por el Gobierno de los Países Bajos en los pasados días que incluyen la prohibición de vuelos al reino Unido, Sudáfrica y Sudamérica. Sin embargo, desde la compañía indican que estás nuevas medidas están en consonancia con las restricciones y la dinámica que se afronta desde el inicio de la pandemia de COVID-19 hace ya casi un año.
“Incluso, si nuestros miembros de la tripulación están exentos de las nuevas regulaciones, lamentablemente será inevitable una mayor pérdida de puestos de trabajo. El impacto de las últimas medidas se hará evidente a su debido tiempo”, advierten en KLM.
Fotografía portada - KLM