La magnitud del incendio forestal en la localidad de Quilpué al interior de Viña del Mar, con cuatro focos importantes, lleva a los servicios de emergencia de Chile a desplegar una cantidad de recursos terrestres y aéreos para combatir el siniestro. Iniciado en la madrugada del viernes 15 de enero, a la hora del cierre todavía se mantienen dos focos activos.
De acuerdo con la Oficina Nacional de Emergencia del Ministerio del Interior y Seguridad Pública (ONEMI), el despliegue considera un numeroso contingente con 25 brigadas de la Corporación Nacional Forestal (CONAF) que se complementan con el apoyo de las Fuerzas Armadas, 25 compañías del Cuerpo de Bomberos y distintas entidades privadas, incluyendo 40 camiones aljibe.
Los reportes muestran que el incendio forestal se inicia en la Reserva Nacional Lago Peñuelas en la comuna de Quilpué. Su propagación es rápida por las condiciones climáticas imperantes, especialmente las altas temperaturas que afectan a la zona central y el viento, mismo que dificulta aún su control. El intendente regional Jorge Martínez de la Región de Valparaíso, el siniestro tiene características de intencional y tiene consumidas más de 3.200 hectáreas.
En lo que respecta a material aéreo, en la zona del incendio se encuentran en operación 29 helicópteros de distinta capacidad y nueve aviones. De acuerdo con los reportes, durante el combate del fuego destacan los dos CH-47 Chinook operados por Helicópteros del Pacífico para CONAF, un Super Puma, AS350 B3 y Bell 407. En lo que respecta a aviones aparecen los clásicos Air Tractor y Dromader, todos bajo contrato de CONAF. El Ejército de Chile aporta helicópteros más una aeronave de vigilancia permanente y la Armada de Chile opera el Persuader P295 para monitoreo del fuego en condición nocturna.
Se espera que el siniestro sea controlado durante la jornada del sábado, ya que para los días siguientes se esperan condiciones meteorológicas desfavorables por lo que una falta de control de los focos implicaría una reactivación o una nueva propagación del siniestro.
“Estamos con un incendio grande, peligroso todavía y en una fase de control que contamos con todos los medios para hacer el trabajo hoy, tiene que ser muy fuerte porque las condiciones climáticas para mañana son peores que las de hoy, así que necesitamos hoy bajar lo más posible, sobre todo las zonas riesgosas”, dice el intendente, Jorge Martínez.
Las condiciones actuales sobre los focos del incendio siguen en desarrollo. No se descarta que para el resto de las jornadas se efectúen evacuaciones en sectores rurales o un aumento de capacidad para contener el siniestro.
Por la sequía y altas temperaturas pronosticadas para el verano, se espera una temporada de incendios altamente activa por lo que CONAF viene intensificando sus esfuerzos de prevención. Sin embargo y con el fin de evitar catástrofes similares a años anteriores, el Gobierno de Chile tiene anunciado desde octubre 2020 el despliegue de un amplio operativo con un presupuesto histórico de CLP144.389 millones aportados por fondos privados y públicos que incluyen la operación de hasta 121 aeronaves.
De acuerdo con lo anunciado, el programa público considera un presupuesto de CLP60.738 millones y 52 aeronaves. Del total de estas, 19 corresponden a aviones y 33 a helicópteros. En caso de requerimiento, se cuenta con un presupuesto de emergencia para sumar otras 10 aeronaves que pueden ser helicópteros, aviones y equipos anfibios, sumando 62 por parte del Gobierno.
De acuerdo con datos de CONAF, el 97% de los incendios forestales son causados por las personas, ya sea de manera accidental o intencional. Los siniestros ponen en grave peligro a nuestra fauna y flora, provocando daños irreparables en corto plazo al medio ambiente, a la economía nacional, y sin dudas, a familias y hogares que colindan con sectores de vegetación.
En términos generales, CONAF tiene un alto índice de respuesta en cuanto a acción sobre nuevos focos de incendio. Según datos de la institución, un 90% son detectados y extinguidos en un área bajo las cinco hectáreas.
Fotografía portada - Roberto Guerra