Pese a la mayor cantidad de datos científicos, las experiencias recogidas y los protocolos sanitarios establecidos, la industria aérea lamenta el retroceso que los Gobiernos de los países de América Latina y el Caribe están experimentando con la imposición de nuevos requisitos, especialmente con el establecimiento de cuarentenas para los viajeros internacionales. La situación no sólo rompe con la tendencia de apertura de los meses anteriores, sino que atentan con los esfuerzos para reactivar y recuperar diversos sectores económicos, comenzando por el transporte aéreo y el turismo, ambos catalizadores de empleos.
En una posición conjunta la Asociación Latinoamericana y el Caribe de Transporte Aéreo (ALTA), el Consejo Internacional de Aeropuertos de América Latina y el Caribe (ACI-LAC), la Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) y la Organización Civil de Proveedores de Servicios de Navegación Aérea (CANSO por sus siglas en inglés), expresan una profunda preocupación ante las intempestivas medidas y restricciones que afectan los viajes aéreos en la región. Ante esta situación, reiteran una vez más el llamado a los Gobiernos a trabajar articuladamente en la adopción de medidas equilibradas y estandarizadas.
Según la industria aérea, las medidas deben estar basadas en la evaluación de riesgos y costos de oportunidad para la población. Reiteran la importancia de avanzar hacia una reactivación segura ya que son los sectores menos favorecidos de la población los que se ven directamente más vulnerados por las restricciones que afectan a millones de empleos. Como se indica desde el comienzo de la pandemia, la salud y la reactivación económica no son aspectos opuestos y pueden perfectamente coexistir con medidas adecuadas.
“La salud y la seguridad son y serán la prioridad número uno”, exponen las organizaciones. Por ello, la industria aérea respalda y acompaña a los Estados en los esfuerzos para evitar la propagación del COVID-19 y se insiste en la estandarización de los requisitos. Un ejemplo es la solicitud de pruebas PCR a los pasajeros internacional y la documentación para establecer un sistema de rastreo (trazabilidad). Sin embargo, la imposición de nuevas medidas como las cuarentenas obligatorias, además de las pruebas más las prohibiciones de vuelos hacia ciertos destinos marcan un retroceso significativo para la recuperación económica.
“Los aeropuertos de la región han constatado una recuperación sostenida -aún muy paulatina- desde junio pasado, alcanzando en noviembre de 2020 el 45% del total de pasajeros de noviembre de 2019. Ha sido un esfuerzo conjunto por recuperar la confianza de los pasajeros y brindar una experiencia de viaje completamente segura”, comenta Rafael Echevarne, director general de ACI-LAC.
Según ACI-LAC, los aeropuertos han sido muy estricto en los protocolos sanitarios, además de habilitar espacios para efectuar pruebas PCR. La implementación de señalética o cambios en el mobiliario son muestras de los esfuerzos realizados para adecuarse a las medidas establecidas. Agrega que la aplicación de pruebas demuestran ser una alternativa sumamente eficaz para detectar casos en lugar de las cuarentenas lo que permite reactivar los viajes y el turismo sin riesgos para la salud.
“Con la llegada de los meses de verano en el cono sur de la región esperábamos una recuperación más acelerada; sin embargo, la imposición de nuevas medidas y restricciones restará incentivos para viajar”, puntualiza Echevarne. La falta de viajeros afecta la reactivación de los aeropuertos y continúa creando un desbalance financiero importante, especialmente cuando los Gobiernos de la región no han entregan medidas de ayuda económica a un sector estratégico en los países.
José Ricardo Botelho, director ejecutivo de ALTA, dice que las líneas aéreas de América Latina y el Caribe transportan entre enero y noviembre 2020 cerca de un 40% del total de pasajeros transportados de 2019. “Noviembre marcó un hito con cerca de 16 millones de pasajeros en la región (45% del total de noviembre 2019) gracias a la reactivación de prácticamente todos los países de la región. Esto demuestra que existe interés y necesidad en viajar, por tanto, no podemos volver a los cierres de fronteras ni reimponer obstáculos a los pasajeros”, expone.
IATA reitera el llamado a los Gobiernos para trabajar con normas internacionales para la detección del COVID-19 e insiste que no se puede volver actuar como al principio de la pandemia cerrando fronteras o aplicando cuarentenas. La Asociación que representa a las líneas aéreas que transportan al 82% del tráfico de pasajeros en el mundo critica la colocación de nuevos confinamientos citando a la Organización Mundial de la Salud que señala que el virus no se controla de esta manera.
“Es imposible reducir la exposición a cero, pero hay estrategias inmediatas de gestión de riesgos. Como industria establecimos protocolos que garantizan la seguridad de los viajes, nuestra prioridad. Por eso debemos gestionar cómo vivimos con el virus sin poner en riesgo millones de puestos de trabajo, sin paralizar las economías que dependen de la aviación porque no hay otras alternativas de transporte rápido, seguro y fiable”, comenta Peter Cerdá, vicepresidente Regional de IATA para las Américas. “El transporte aéreo es clave para la conectividad de los países, más todavía cuando la logística de las vacunas exige enlaces eficientes para asegurar las entregas”.
CANSO dice que la pandemia ha creado un desafío significativo de para la aviación y por lo mismo en este momento urge coordinar el reinicio de la industria. Con base en las operaciones aéreas, indican que la recuperación en el mundo es desigual con regiones que experimentan caídas, mientras otras muestran una reactivación lenta, pero continua en los números de vuelos. El crecimiento más significativo se observa en el Caribe con la colocación de 900 vuelos diarios adicionales a finales de octubre y noviembre de 2020.
“Las organizaciones de toda la industria se enfrentan a un desafío financiero sin precedentes y aunque entiendo las importantes medidas que se están implementando para proteger al público”, comenta Simon Hocquard, director general de CANSO. “A medida que avanzamos hacia la nueva normalidad, hacemos un llamado a los Gobiernos para que coordinen y apoyen al sector de la aviación mientras dure esta crisis”.
Para su funcionamiento seguro, la industria aérea insiste en la importancia de contar con una previsibilidad regulatoria para garantizar su cumplimiento como para brindar confianza. Las líneas aéreas, los aeropuertos y los proveedores requieren cierta antelación para una planificación adecuada que permita operar de manera eficiente y segura. Se reitera que todos los pasajeros funcionan con base a la planificación y anticipación, por lo que los cambios en los requerimientos generan incertidumbre y desincentivos para viajar lo que repercute en los empleos del sector.
De acuerdo con la Organización Mundial del Turismo (OMT), en 2020 la industria del turismo mundial muestra un retroceso de 30 años, con mil millones menos llegadas de viajeros y pérdidas aproximadas de US$1,1 mil millones en ingresos provenientes del turismo internacional. Por su parte, el Consejo de Viajes y Turismo (WTTC) puntualiza que alrededor de seis millones de empleos en la industria de viajes y turismo y más de US$110 mil millones de contribución al Producto Interno Bruto están en riesgo sólo en Latinoamérica y el Caribe.
La aviación y el turismo consideran que no hay tiempo para esperar por una vacunación masiva para levantar las restricciones porque estas van a terminar haciendo más daño. Si bien la disponibilidad de una vacuna es una gran noticia que abre esperanzas para la población, el proceso de inoculación es lento y desigual entre los países e incluso al interior de estos. Ante esta situación, urge mantener protocolos sanitarios estandarizados y solicitar pruebas PCR a los viajeros internacionales para asegurar que las fronteras abiertas no representen riesgos de contagio.
“La aviación y el turismo son grandes motores del desarrollo socioeconómico de la región y trabajando de manera coordinada recuperaremos la conectividad que genera millones de empleos y bienestar para nuestra población”, declaran ALTA, ACI-LAC, IATA y CANSO.
Fotografía portada - Alfredo Vera