Más de 1.000 trabajadores y la eliminación de 230 salidas diarias de las cuales 160 corresponden a vuelos domésticos es el impacto mínimo que reporta la canadiense WestJet por la continuidad del escenario adverso para la recuperación provocado por las advertencias y restricciones de viaje impuestas por los Gobiernos, especialmente el de Canadá. Pese a calificar como una de las líneas aéreas con una rápida capacidad de adaptación por su modelo de negocios y estímulos a la demanda que puede lograr en la población, reconoce que el mercado presenta una demanda muy volátil e inestabilidad por las políticas que se implementan.
Forzada por esta situación, la compañía señala que está implementando una drástica reducción de puestos de trabajo durante los meses de febrero y marzo mediante una combinación de medidas entre las que están despidos, entrega de licencias, licencias no remuneradas, reducción de horas de trabajo. Además, agrega una congelación de nuevas contrataciones.
WestJet apunta sus críticas al Gobierno de Canadá por mantener la cuarentena obligatoria de 14 días, además del testeo a la llegada, una tendencia que la industria aérea lamenta por el impacto que producen este tipo de medidas en los viajes. Para los sectores de aviación y turismo, las cuarentenas obligatorias representan una medida adversa que limita las posibilidades de reactivación. Por lo mismo, insisten en los testeos masivos mediante pruebas PCR negativo para COVID-19.
“Inmediatamente después del anuncio de pruebas a la entrada por parte del Gobierno Federal el 31 de diciembre, y con la continuación de la cuarentena de 14 días, vimos reducciones significativas en nuevas reservas y cancelaciones sin precedentes”, comenta Ed Sims, presidente y CEO de WestJet. “Toda la industria de viajes y sus clientes están nuevamente en el lado receptor de una política gubernamental incoherente e inconsistente”.
WestJet aboga por un sistema de toma de pruebas estandarizado y coordinado en el territorio canadiense para brindar capas de seguridad sanitaria a los pasajeros. Califica que las decisiones que están tomando las autoridades canadienses son apresuradas que no aportan a la emergencia y sólo contribuyen a estrés y más confusión entre los pasajeros. “Hace que viajar sea inasequible, inviable e inaccesible para los canadienses en los próximos años”.
“Lamentablemente, esta nueva política no nos deja otra opción que poner nuevamente a un gran número de nuestros empleados en licencia, mientras que impacta el salario de los demás”, agrega el CEO de la línea aérea. “Este es un resultado cruel para un personal leal y trabajador que ha estado funcionando diligentemente durante la pandemia”.
WestJet recorta el 30% de su capacidad prevista para febrero y marzo rompiendo con la tendencia de recuperación. Como consecuencia, la oferta de asiento se encuentra un 80% inferior en comparación con los mismos meses del año anterior (2020), los últimos en condiciones normales previos a la pandemia. Ante la cancelación de vuelos, la compañía indica que contactará a los pasajeros afectados, pero advierte que con la mantención de las restricciones de viaje las tendencias de recuperación no son buenas.
El mayor impacto está en los vuelos internacionales segmento en el que la oferta de asientos cae en un 93% respecto a febrero y marzo 2020. La compañía dice que sólo operará cinco vuelos internacionales al día en comparación con los 100 que efectúa el año pasado a igual periodo. Como consecuencia, se suspenden definitivamente 11 rutas internacionales, principalmente desde Edmonton y Vancouver hacia varios destinos en México, además de la suspensión temporal de 13 destinos internacionales y transfronterizos: Antigua, Aruba, Barbados, Bonaire, Huatulco, Ixtapa, Londres (LGW), Mazatlán, Nassau, Puerto España, San José de Costa Rica, Tampa, y Islas Turcos & Caicos.
En términos comparativos, WestJet dice que su operación se reduce a niveles “nunca vistos” desde junio 2001. Al informar del programa de vuelos, indica que sólo puede efectuar 150 salidas diarias.
Fotografía portada - Westjet