Poco a poco se conocen los planes para dar viabilidad a la nueva red de Alitalia. Sin muchas diferencias respecto a la actual, es decir, apostando por mercados intercontinentales con un componente geográfico (o étnico), la futura red de Italia Transporto Aéreo (ITA) -nombre de la empresa estatal que acoge la línea aérea-, considera operaciones en Norteamérica, África, India y Japón, además de América Latina.
La nueva Alitalia visualiza hacia 2024 alrededor de 18 rutas de larga distancia de los cuales ocho destinos forman parte de la primera etapa prevista para 2021. Otros dos se agregan en 2022, cuatro en 2023 y un número similar para 2024. El crecimiento diseñado en función de las tendencias de recuperación de la demanda previstas por la industria aérea, la composición actual de la flota, una eventual renovación, vuelos estacionales y la posibilidad de buscar alianzas estratégicas que representen aportes a la empresa.
Para el inicio de operaciones de la nueva empresa en el transcurso de 2021, Alitalia apuesta por rutas estratégicas de alto yield, es decir, aquellas que garanticen ingresos a la nueva empresa permitiendo dar viabilidad. Así, entre los destinos mencionados están Buenos Aires (EZE), Sao Paulo (GRU), Nueva York (JFK), Boston, Miami, Washington DC (IAD) y Los Ángeles, en América, además de Tokio (HND), único destino en Asia. Dicha red sería atendida por las nueve aeronaves que conformarían la flota intercontinental.
En el segundo año, se agregarían Chicago (ORD) y Toronto, mientras que en un tercer año, se refuerza la presencia en mercados de América, al sumar San Francisco y Río de Janeiro (GIG), Japón, al incrementar operaciones hacia la capital, pero con diversificación de aeropuertos, y finalmente, India, con la incorporación de Nueva Delhi. Para la última etapa, se agrega Mumbai lo que refuerza la presencia en India, y se comienza con la expansión en África al sumar las rutas hacia Accra, Dakar y Lagos.
La nueva Alitalia no considera inversiones en mercados con mayor sensibilidad al precio o rutas con escasas probabilidad de retorno. De esta manera, se descartan por el momento los vuelos hacia La Habana o la nueva ruta a Ciudad de México y elimina la posibilidad de un eventual regreso a Santiago de Chile. Si bien la compañía es estatal, aseguran que no darían curso a presiones políticas a fin de evitar errores pasados y enfocar los objetivos hacia una rentabilidad en un plazo de tres años (objetivo también colocado en los últimos planes industriales que no llegan a cumplirse).
En el caso particular de Santiago, la no consideración de un eventual servicio representa un revés para la conectividad aérea de Chile que, hasta antes de octubre 2019, viene registrando avances importantes como resultado de la expansión de distintas líneas aéreas y acciones proactivas de marketing aeroportuario. En ese sentido, la conectividad entre Chile – Italia vuelve a depender de tráfico de conexión a través de Buenos Aires (EZE), Sao Paulo (GRU) o algún hub europeo.
En América Latina, la red prácticamente se reduce a los tres mercados principales con fuerte componente geográfico y de negocios (Sao Paulo, Río de Janeiro y Buenos Aires). A pesar de que Ciudad de México es un centro de negocios importante, parecieran existir menores oportunidades de asegurar retornos rápidos o en su defecto, trabajar con un socio estratégico.
ITA considera equipar a Alitalia con una flota de 52 aviones, la mitad de lo que hoy dispone (104 aviones). En la flota futura, sólo nueve aeronaves corresponderían para las rutas de larga distancia, resultante de una combinación de las flotas Airbus A330-200 y Boeing 777-200ER. Actualmente, la línea aérea posee 12 aparatos de cada modelo.
Una vez que el plan de crecimiento avance, el plan de ITA es conseguir una renovación de los aviones de larga distancia. Algunas recomendaciones, sugieren incorporar B787-9 por las características de la aeronave y los ahorros que ofrece en comparación con los aviones más antiguos y menos eficientes. No se descartan que otras opciones como los A330-900 o A350-900 también puedan ser eventualmente evaluados en su momento.
La gran novedad es el planteamiento que considera el plan de negocios para incorporar en el mediano plazo, aviones de fuselaje angosto con capacidad para atender rutas de más de ocho horas de duración. La intención abre la puerta al A321LR o XLR, por disponer de la comunalidad y características necesarias para operar rutas medias de alrededor de ocho horas de vuelo. Con estos aviones se pretende llegar atender las rutas hacia Accra, Dakar, Lagos y Mumbai.
En su expansión intercontinental futura, Alitalia no descarta trabajar con alianzas estratégicas que permitan alimentar los vuelos de la compañía desde ciertos destinos. Dicha medida puede ser similar a lo que ya ocurre en Sudamérica, por ejemplo, con la alianza con GOL para atender destinos al interior de Brasil y otros puntos de la región (como Santiago).
El Gobierno de Italia espera dar viabilidad a ITA en los próximos meses para terminar con la administración concursal que rige Alitalia desde 2017. La nueva línea aérea italiana tiene un presupuesto asignado por €3.000 millones y considera alrededor de 6.000 empleados, un poco más de la mitad de lo que posee actualmente.
Fotografía portada - Alitalia