Tras la aprobación por parte del Congreso de los Estados Unidos por un nuevo paquete de ayudas económicas públicas por US$900.000 millones para estimular la economía y enfrentar la crisis que impone la pandemia del COVID-19, las líneas aéreas de ese país recibirán alrededor de US$15.000 millones. El paquete económico forma parte de los US$45 mil millones destinados al sector transporte reconociendo su importancia estratégica para el país.
Las ayudas económicas están dirigidas para proteger los empleos del sector y evitar nuevas desvinculaciones de trabajadores. Las estimaciones iniciales indican que alrededor 32.000 personas podrían verse favorecidos con las ayudas, al menos hasta el 31 de marzo. Sin embargo, el monto es insuficiente considerando que en octubre compañías como American Airlines desvincula alrededor de 19.000 personas mientras que United a otros 13.000 trabajadores, por mencionar algunos casos.
La falta de liquidez que afecta a la industria aérea y la aún más lenta reactivación de lo inicialmente prevista, siguen imponiendo un escenario altamente desafiante a corto plazo. Por lo mismo, las líneas aéreas como distintos organismos que las representan, así como otros sectores, resaltan la importancia de que los Gobiernos otorguen asistencia para enfrentar la crisis.
En los últimos cinco meses, los sindicatos y las propias líneas aéreas expresan la urgencia de que el Gobierno otorgue nuevas ayudas dado que la demanda de viajes sigue afectada por las restricciones que impone la pandemia del COVID-19. Otros sistemas de transporte de lo Estados Unidos como los buses y el ferrocarril (Amtrak) también piden ayudas públicas a fin de evitar despidos masivos.
Mientras las líneas aéreas recibirán US$15.000 millones, la empresa Amtrak dispondrá de US1.000 millones, mientras que el sistema de transporte público obtendrá US$14.000 millones y las autopistas otros US$10 mil millones.
Como resultado de estas nuevas ayudas, los trabajadores de las líneas aéreas estadounidenses recibirán un pago retroactivo al 01 de diciembre. Según el Departamento de Transportes (DOT) de los Estados Unidos, las compañías aéreas de pasajeros mantienen alrededor de 368.000 personas empleadas a tiempo completo. A estas se agregan, trabajadores a medio tiempo y otras personas que están acogidas a distintos programas establecidos para mitigar en la medida de lo posible la crisis.
Entre las condiciones estipuladas en el nuevo paquete de ayudas destaca que los trabajadores no pueden ser licenciados hasta el 31 de marzo. También obliga a los operadores a reanudar aquellos servicios aéreos que son detenidos cuando termina el primer paquete de asistencia fiscal.
La aprobación del nuevo paquete de ayudas se da después de un intenso debate partidario entre los Republicanos y Democrátas. Pese a las complejidades y retrasos producidos por la discusión política, los legisladores destacan que “el pueblo estadounidense puede estar tranquilo de que hay más ayuda en el camino” para enfrentar el complejo escenario, aún cuando en los Estados Unidos las restricciones son menores en comparación a otros países.
En esta oportunidad la clase política opta por restituir los programas de ayudas que tienen un mejor desempeño o son necesarios para el funcionamiento del país. Sin embargo, el tamaño es menor en comparación con las primeras asistencias, posiblemente aludiendo pronósticos más alentadores para 2021.
De los US$900.000 millones, alrededor de US$600.000 millones van en aportes directos a los ciudadanos. El Congreso otorga US$300.000 millones en prestaciones adicionales para enfrentar el desempleo. El paquete de empleo incluye US$325.000 millones de ayudas a empresas de los cuales US$275.000 millones son para el pago de salarios, US$45.000 millones para ayudar al sistema de transporte público, US$82.000 millones para escuelas, US$20.000 millones para la distribución de vacunas contra el COVID-19 y US$13.000 millones para programas de alimentación.
Fotografía portada - Ricardo J. Delpiano