Tras el descubrimiento de la llegada a Chile de una persona chilena portadora de la nueva variante del virus SARS-CoV-2, bautizada como “cepa británica” por su origen, el Ministerio de Salud informa que a partir del 31 de diciembre todos los viajeros deben realizar una cuarentena obligatoria por 10 días. La decisión se toma como una medida preventiva de carácter transitorio, aunque no se informa hasta cuando tiene vigencia.
De acuerdo con la última información entregada por la autoridad sanitaria, todos los viajeros sean chilenos, extranjeros no residentes o extranjeros residentes, deben realizar una cuarentena obligatoria de 10 días a su ingreso al país. Lo anterior, es independiente de la presentación de una prueba PCR negativo con un máximo de 72 horas previo el embarque, requisito que se mantiene, así como las otras medidas.
Las personas en cuarentena sólo podrán dar término a este con un resultado PCR negativo, el cual se puede tomar a partir del séptimo día de confinamiento obligatorio. Mientras esperan el resultado deben permanecer en cuarentena.
Asimismo, la autoridad indica que todos los viajeros quedan sujetos a “un programa de seguimiento”. Además, permanece la restricción de ingreso al país para ciudadanos extranjeros no residentes que hayan estado en el Reino Unido en los últimos 14 días. Como consecuencia, los vuelos de British Airways entre Londres (LHR) y Santiago se encuentran suspendidos.
Al dar a conocer la información, la subsecretaria de Salud Pública, Paula Daza, señala que la detección oportuna da cuenta de los protocolos de control establecidos en el aeropuerto de Santiago por la toma de una muestra PCR y del sistema de trazabilidad. En el caso de la persona contagiada con la denominada “cepa británica”, se encuentra hospitalizada pese a que se encuentra en buen estado de salud. No obstante, como medida preventiva se inicia una trazabilidad para con los pasajeros del vuelo Iberia IB6833 Madrid – Santiago del 21 de diciembre y del vuelo JetSMART JA281 Santiago – Temuco del 22 de diciembre para dirigirse a la localidad de Panguipulli.
Pese al establecimiento del requisito de cuarentena obligatoria para todos los viajeros, las fronteras de Chile permanecen abiertas a través del aeropuerto de Santiago, a excepción de aquellos ciudadanos extranjeros que hayan estado en el Reino Unido en los últimos 14 días. La persona contagiada con la variante del SARS-CoV-2 posee nacionalidad chilena por lo que no está sujeta a la prohibición de ingresos. Su estadía en el Reino Unido se da tras arribar desde Dubái.
La llegada de la variante del virus COVID-19 a Chile abre un escenario aún más desafiante para la industria aérea que ve un retroceso importante con el establecimiento de nuevas medidas de confinamiento que en algunos países incluyen cierre de fronteras. Ya las cuarentenas obligatorias representan una limitante significativa para cualquier intento de reactivación, pero es menos efectiva que un cierre de los países como ocurre durante la primera mitad del año.
En su mensaje a los Gobiernos, la industria aérea resalta la importancia de conseguir un balance entre salud y reactivación económica bajo una convivencia de largo plazo con el virus. Para enfrentar la pandemia, recomiendan a las autoridades no interrumpir el transporte aéreo entre los países dado que es una industria que cuenta con protocolos sanitarios establecidos que son trabajados según las recomendaciones de la Organización Mundial de la Salud (OMS) y la Organización de Aviación Civil Internacional (OACI).
En relación con lo anterior, la imposición de cualquier tipo de restricción compromete la reactivación de la industria, amenazando con una reducción de frecuencias que puede poner el riesgo la debilitada cadena logística necesaria para el transporte de las vacunas. Cabe recordar, que las vacunas en su mayoría se movilizan en los bellies (bodegas de aviones de pasajeros) por lo que es necesario mantener la conectividad de los países, además de atender las distintas necesidades propias del mundo moderno. Adicionalmente, compromete a miles de puestos de trabajo y limita las posibilidades de reactivar a los países en la peor crisis en décadas.
La Asociación de Transporte Aéreo Internacional (IATA) recomienda a los pasajeros respetar las medidas sanitarias y, previo a los viajes, realizar un testeo PCR para dar seguridad propia como al resto de que se encuentra en óptimas condiciones de salud. Otras recomendaciones son usar mascarillas en todo momento, mantener distancia física y disminuir en la medida de lo posible el contacto entre personas.
La “variante británica” del SARS-CoV-2 tiene una transmisión acelerada en un 70% respecto a la cepa original lo que está provocando un alza en los contagios. También sería más compleja de detectar con los mecanismos actuales, aunque todavía no existe información completa porque se están recabando y estudiando los nuevos antecedentes.
Fotografía portada – Nuevo Pudahuel